El envejecimiento cutáneo y cómo retrasarlo
El envejecimiento de la piel es un proceso natural causado por factores externos como los rayos solares e internos como las hormonas. Ambos llevan a la formación en el cuerpo de radicales libres que causan oxidación y daño de las proteínas de las células. Hay disminución de la capacidad regenerativa de la piel que se ve reflejada en la reducción del contenido de agua y disminución del ácido hialurónico que es el responsable de la turgencia y elasticidad de esta.
El tratamiento antienvejecimiento cutáneo debe ser abordado con dos pilares fundamentales:
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El preventivo que se realiza con hábitos de vida saludables, bloqueador solar, consumo de vitaminas como la C, ácido pantoténico, melatonina, etc. Algunos productos (vitamina C y coenzimas, por ejemplo) pueden ser aplicados por vía intradérmica o intravenosa, lo que aporta mayor concentración en la piel en comparación con la administración por vía oral. Además, ayudan como antioxidantes, mejoran el colágeno, la elastina y la circulación.
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El reparador busca recuperar los tejidos lesionados. Un buen ejemplo es el tratamiento con ácido hialurónico, un polisacárido con función estructural que cuenta con la propiedad de retener grandes cantidades de agua, lo que lo convierten en material fundamental para el manejo de arrugas, pues alisa pliegues cutáneos, estimula producción de colágeno e hidrata la piel.
Otro producto utilizado es la toxina botulínica que actúa temporalmente a nivel muscular, disminuyendo la fuerza de contracción para que la piel que está por encima de dicho músculo no se pliegue marcadamente, disminuyendo así las líneas de expresión, dinámicas que aparecen cuando hacemos gestos.
El envejecimiento cutáneo puede retrasarse con unos cuidados personales y con la ayuda de la medicina antienvejecimiento que dispone de medicamentos, equipos y dispositivos idóneos.
Le explicamos procedimientos para evitar arrugas y líneas de expresión. Estimulación de la producción de colágeno, una de las claves.