E
l cáncer de cabeza y cuello (CCC) puede afectar a cerca de 887.659 personas en el mundo cada año. En Colombia, los nuevos casos de este tipo de cáncer, que se caracteriza por causar alteraciones físicas, alcanzan los 2.962. Los de laringe y cavidad oral son los más comunes, con unos 840 registros nuevos cada uno, lo que equivale al 57% del total.
De acuerdo con el Observatorio Global de Cáncer (Globocan), los nuevos casos registrados cada año en Colombia de esta enfermedad se presentan principalmente en la laringe con 848 pacientes de este tipo reportados. Por otro lado, labios y cavidad oral, con 845 casos; glándulas salivales, con 489, y orofaringe, con 477. En una menor proporción se encuentran casos encontrados en zonas como nasofaringe, con 189 casos, e hipofaringe, con 114.
El cáncer de cabeza y cuello
Tenga en cuenta las señales. Esto por la complejidad de los tratamientos y los efectos cuando no se atiende de forma oportuna.
compromete en cerca del 90 % de los registros a las células escamosas que recubren la boca, nariz y garganta. Puede generar complicaciones para comer, respirar e, incluso hablar, disminuyendo la calidad de vida cuando no se trata oportunamente
“El cáncer es una de las enfermedades más audaces que conocemos, porque las células que la provocan se blindan, crean sus propios vasos sanguíneos para alimentarse y se proliferan rápidamente. Esto asegura su supervivencia y pone en riesgo la de su portador”, afirma el doctor Alejandro Gómez, médico de Enlace Científico de Merck Group Colombia. papiloma humano (VPH) son los principales antecedentes del desarrollo de la enfermedad.
“Usualmente, los pacientes solían ser adultos mayores de 50 y 60 años con antecedentes de consumo de tabaco y alcohol. Pero ahora cada vez hay más pacientes jóvenes que presentan CCC después de contraer VPH”, explicó el doctor Iván Pisciotti, oncólogo clínico de la Liga Colombiana contra el Cáncer.
Adicionalmente, menciona que, aunque no todos los fumadores desarrollarán CCC, tienen un riesgo 10 veces mayor a los que no lo hacen. Si dejan de fumar en un periodo de 1 a 4 años, la reducción del riesgo es del 30%, comparado con fumadores habituales. También debe tenerse en cuenta que el tabaco afecta a fumadores pasivos, es decir, aquellos que, aunque no fuman directamente, se exponen al humo que expulsan los que sí lo hacen. directamente proporcional a la etapa en la que se diagnostique e inicie su manejo. Sin embargo, en el caso del CCC, no solo el tiempo es vital, sino también la presencia de una junta médica interdisciplinaria que decida la mejor alternativa, teniendo en cuenta las afectaciones físicas que pueda tener este padecimiento en los pacientes.
El primer profesional de la salud que entra en contacto con el CCC suele ser el odontólogo, quien observa y, en ocasiones, retira lesiones de la cavidad oral, tratándolas como heridas corrientes e ignorando la importancia de estudiarlas a profundidad mediante biopsias. En este caso, la enfermedad evoluciona y tarda en llegar al oncólogo, quien realiza el diagnóstico adecuado e inicia el tratamiento a tiempo.
Sin embargo, no es suficiente con que el oncólogo identifique el CCC. Es fundamental la participación de otros especialistas para ampliar la gama de posibilidades en favor de la calidad de vida del paciente, de esta forma: Oncólogo.
Cirujano.
Radioterapeuta.
Cirujano plástico (multidisciplinarias). Otorrinolaringólogo.
Psiquiatra o psicólogo.