DERECHOS
De los niños con cáncer
Hay vías legales para proteger a los menores que padecen la enfermedad. Se las explicamos.
en al menos ejercicio y alimentación.
Salud como se ha promulgado en todas partes y a todas horas no es solo ausencia de enfermedad. Una persona saludable debe serlo en todo su componente biopsicosocial, algo comprometido en esta época.
Virus y cáncer
En la actualidad hay varios virus implicados en el cáncer, pero ahora solo es conveniente mencionar los siguientes, porque siguen siendo importantes en el medio colombiano: Virus del Papiloma Humano, 16, 18, 31, 33, 45, 51, entre otros, el cual se considera el agente etiológico del cáncer de cuello uterino y de otros tumores localizados en laringe; cabeza y cuello; y anogenital; Virus de la Hepatitis B, como causa del cáncer de hígado, y lo mismo acontece con el Virus de la Hepatitis C; Virus de la Inmunodeficiencia Humana, como cofactor es la causa de varios tumores, entre ellos algunos hematológicos. sexuales. Se considera que por debajo de 21 años es muy difícil el desarrollo del cáncer de cuello uterino, más no es imposible. Igualmente, no es apropiado el límite de 25 años para realizarse la primer citología, siempre y cuando haya tenido relaciones sexuales desde temprana edad.
Las mujeres mayores de 65 años no deberían ser tributarias a estudios de citología cérvicouterina, pero está en libertad la paciente de realizarse la prueba en cualquier edad. El corte de los 65 años es que existen muchos resultados negativos que pueden distorsionar la conducta con la paciente. La mejor prueba en esta mayoría de edad es un examen clínico y quizá visualizar el cuello uterino por medio del colposcopio y adicionar un tacto vaginal, si la paciente lo acepta y si es posible físicamente.
Los resultados del estudio de la citología del cuello uterino deben ser valorados por el médico que le practicó la toma de la muestra o en su defecto por otros médicos que tienen bajo su responsabilidad la paciente.
Tradicionalmente, la citología de cuello uterino se hace tomando una muestra del cuello con un material apropiado y extendiéndola en una placa portaobjetos, posteriormente se colorea con la técnica de Georgios Papanicolaou. En la actualidad, una técnica diferente en la toma de la muestra utiliza un material líquido para conservarla, procesarla y luego someterla a coloración como una citología normal. Con ello parece ser que se aumenta la sensibilidad: positivos verdaderos.
Para identificar virus del papiloma
En la actualidad existen buenas técnicas para identificar la presencia del virus del papiloma en cualquier muestra humana, pero especialmente en cuello uterino es importante decir que el 86,7% de las mujeres que tienen el virus tumoral del papiloma no desarrollan cáncer, pero deben ser observadas a través del tiempo, no más allá de diez años.
Hoy existen sistemas denominados copruebas, en donde se mezclan la citología del cuello uterino y la identificación del ácido desoxirribonucleico del Virus del Papiloma Humano. Sin embargo, hay que ser cuidadosos con los resultados, porque pueden conducir a errores de diagnóstico, informando más positivos falsos, lo que traería si no se es estricto con el estudio de la paciente con terapias no adecuadas.
La humanidad está desconcertada ante la presencia de la enfermedad respiratoria e intestinal producida por el nuevo virus, pero no se puede olvidar de que existen otros agresores al acecho.
Cáncer de próstata
Cada vez más los hombres recurren al examen clínico tradicional del tacto rectal para determinar tamaño, forma y características táctiles de la próstata, a lo cual se debe sumar la identificación en suero, sangre, del Antígeno Específico de Próstata (AEP).
Sigue siendo un procedimiento que tiene muchos mitos, pero que en realidad en buenas manos médicas es un estudio fácil y rápido que no produce mayores inconvenientes en el paciente. Además, cada vez se mejoran más las técnicas para cuantificar el Antígeno Específico de Próstata, total o fraccionado.
Con la combinación de ambos procedimientos se puede hacer un diagnóstico clínico preliminar en la mayoría de los casos sin tener que recurrir a una biopsia, por las vías más indicadas según la experiencia de cada médico. Tanto el urólogo como un médico general con experiencia pueden realizar este procedimiento de inmenso valor diagnóstico presuntivo, el cual podrá dar lugar a otros exámenes más especializados, incluyendo las imágenes diagnósticas.