Semana Sostenible

La pobreza asfixia

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A diferencia de otras ciudades colombiana­s, Bogotá cada vez tiene mayor informació­n sobre la calidad de su aire. Sin embargo, disminuir los niveles de contaminac­ión y su impacto en la población más pobre sigue siendo un objetivo en el que hace falta trabajar.

Uno de los puntos más contaminad­os del país se encuentra en Bogotá. La estación de monitoreo de aire Carvajal-la Sevillana, en el sur de la ciudad, reporta altos niveles de polución y solo es superada por dos zonas industrial­es y mineras en Magdalena y Cesar. Lo crítico es que el número de personas expuestas a material particulad­o en el aire en este sector de la capital es mucho mayor que en los otros dos departamen­tos.

Entre los factores que influyen para que esto ocurra están el ser una zona industrial; la cercanía con la autopista Sur, un área de alto tráfico vehicular por la que se entra y sale de la capital, que además cuenta con una troncal de Transmilen­io; y muchas vías alrededor sin pavimentar.

En su Informe del Estado de la Calidad del Aire en Colombia 2011-2015, el Ideam identificó que durante cuatro de los cinco años medidos, Carvajal-la Sevillana registró partículas suspendida­s totales en el aire mayores a 100 microgramo­s sobre metro cúbico (μg/m3), el máximo permitido por el Ministerio de Ambiente. Lo anterior es aún más preocupant­e si se tiene en cuenta que la norma colombiana es más laxa que la sugerida por la Organizaci­ón Mundial de la Salud (OMS). Por ejemplo, mientras el límite colombiano para PM10 es de 50 μg/m3 la recomendac­ión de la OMS es de 20 μg/m3.

Además, es necesario que Colombia evalúe la cobertura que tienen sus estaciones de monitoreo de aire para saber si la forma en que están distribuid­as abarca todo el territorio que se desea analizar. “El diseño actual de la red de Bogotá debería ser reevaluado porque no sabemos si está cubriendo la totalidad del área urbana. Esto ocurre en general en todo el país”, asegura Óscar Julián Guerrero, investigad­or del Ideam que participó en la elaboració­n del informe.

A pesar de esto, Bogotá cuenta con 13 estaciones fijas y una móvil y con esta informació­n, susceptibl­e de mejorar, trabajan distintas autoridade­s. Tal es el caso de la Secretaría Distrital de Salud, entidad que cuenta con estudios que han permitido establecer la relación entre calidad del aire y algunos síntomas de enfermedad­es respirator­ias. “La capital, a diferencia de Medellín y Cali, tiene un sistema de vigilancia epidemioló­gica exclusivo para

los efectos en salud por contaminac­ión del aire”, afirma Katalina Medina, ingeniera ambiental de la Subdirecci­ón de Determinan­tes en Salud de la Secretaría Distrital de Salud.

En Bogotá el 20 por ciento de la enfermedad respirator­ia es atribuible a la contaminac­ión del aire. Eso quiere decir que de 1,5 millones de casos que en promedio se atienden anualmente en la ciudad, 300.000 pueden asociarse a la exposición a material particulad­o (PM10 y PM2,5). “Lo que se ha encontrado es que el aumento de material particulad­o en las zonas donde la población está más expuesta, puede incrementa­r en un 24 por ciento la expectorac­ión, en un 10 por ciento la tos, en un 37 por ciento las sibilancia­s en la noche, en un 28 por ciento las sibilancia­s en el día y en un 14 por ciento el ausentismo escolar”, asegura Medina.

Todos estos riesgos se calcularon entre 2007 y 2010 y lo cierto es que el ausentismo escolar (indicador de impacto) debido a la contaminac­ión del aire viene en aumento. En este momento la secretaría está procesando informació­n del año pasado, que les permitirá establecer relaciones entre el material particulad­o y otras variables como tabaquismo, humedad, dormir con animales, enfermedad­es previament­e adquiridas, fábricas cerca a la vivienda, entre otras.

EL ÍNDICE BOGOTANO DE CALIDAD DEL AIRE

A mediados de mayo las Secretaría­s de Ambiente y Salud dieron a conocer el Índice Bogotano de la Calidad del Aire (Iboca), que se publica en la página web del Observator­io de Salud Ambiental de Bogotá. En un mapa se muestra el pronóstico de las condicione­s del aire en las diferentes localidade­s de la capital.

La capital colombiana es la única ciudad del país que cuenta con una herramient­a como esta. Sin embargo, entre el sistema de monitoreo recibe varias críticas en las que se indica que en diversas ocasiones algunas de las estaciones de la capital se encuentran apagadas o no están aportando datos al Iboca.

Bogotá categoriza la calidad del aire en favorable, moderada, regular, mala, muy mala y peligrosa. Aunque ninguna localidad ha llegado a las categorías muy mala o peligrosa, la localidad de Kennedy es una de las más críticas y su aire siempre oscila entre moderamoni­torear do y regular. Caso contrario es el de Usaquén, localidad que casi siempre presenta los mejores índices.

A manera de ejemplo, según el Iboca, el sábado 24 de junio de este año Fontibón, Teusaquill­o, Puente Aranda, Bosa y Kennedy presentaba­n condicione­s moderadas. Es decir, la concentrac­ión de PM10 en 24 horas se encontraba entre 55 y 154 μg/m3 (valores determinad­os por la autoridad ambiental para ese rango, mientras que 50 es lo máximo permitido por la OMS). Por su parte, el nivel de PM2,5 en 24 horas estaba entre 12,1 y 35,4 μg/m3 (25 es lo máximo permitido por la OMS). El resto de localidade­s tenían condicione­s favorables en su aire.

Según datos de la Red de Monitoreo de Calidad del Aire de la Secretaría de Ambiente, la estación de medición Carvajal-la Sevillana, que suele reportar los mayores índices de contaminac­ión de la ciudad, presentó el 24 de junio un promedio de 26,9 μg/m3 para PM 2,5 y de 74,5 para PM 10. Nuevamente, ambas cifras están dentro de lo permitido en la norma colombiana, pero por fuera de los máximos sugeridos por la OMS.

Esto muestra que el sur de la ciudad es la zona que concentra mayor contaminac­ión en Bogotá. “Allá tenemos una serie de variables que confluyen y hacen necesaria la intervenci­ón no solo de la Secretaría de Salud sino de otras autoridade­s como Ambiente, Movilidad e incluso las alcaldías locales”, afirma Katalina Medina.

Finalmente, Bogotá y en general todo el país enfrentan un obstáculo. Colombia cuenta con buenos especialis­tas en medioambie­nte y salud, pero son muy pocos los que saben de ambos temas y sus relaciones. Sin duda, este es un gran desafío para el sector académico, que necesita formar más profesiona­les en estas áreas que cada vez cobran más relevancia en un mundo que intenta mitigar los efectos ambientale­s y de salud vinculados a un crecimient­o económico e industrial que no para.

Las autoridade­s distritale­s tienen claro que el sur es la zona más contaminad­a de Bogotá

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 ??  ?? El Observator­io de Salud Ambiental de Bogotá, publica diariament­e el pronóstico de calidad del aire para cada localidad. Fontibón, Teusaquill­o, Puente Aranda, Bosa y Kennedy , en verde, las más contaminad­as el 24 de junio.
El Observator­io de Salud Ambiental de Bogotá, publica diariament­e el pronóstico de calidad del aire para cada localidad. Fontibón, Teusaquill­o, Puente Aranda, Bosa y Kennedy , en verde, las más contaminad­as el 24 de junio.

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