del agua en La Guajira
La integración de los saberes tradicionales y los factores técnicos, desde hace diez años, le ha permitido a la Fundación Cerrejón trabajar en conjunto con las comunidades guajiras.
En La Guajira, un territorio altamente rural, con una importante dispersión geográfica, se encuentra el mayor número de indígenas de Colombia. Las particularidades de esta región, como sus condiciones climáticas de extrema sequía y altos niveles de evaporación, o sus largas distancias para acceder a zonas urbanas y en consecuencia a servicios públicos, hacen del acceso al agua un desafío importante. Diferentes iniciativas se han implementado desde las fundaciones empresariales para buscar soluciones que mejoren el acceso al agua de estas comunidades indígenas, de modo que sean sostenibles y replicables en todo el territorio. Es así como la Fundación Cerrejón para el Progreso de La Guajira ha entendido la importancia de crear vínculos, compartir en medio de la cotidianidad y conocer el contexto de cada comunidad, para así construir con ellas propuestas y soluciones basadas en sus usos y costumbres, pensadas a la medida de cada población. De esta manera, la solución a un problema que podría considerarse exclusivamente técnica requiere de una perspectiva cultural y de conflictos sociales. No puede pensarse en una solución sin entender, más allá del acceso, la disponibilidad o los temas de calidad del agua, el contexto específico territorial en el que se ve inmersa cada problemática. La sobrevivencia del pueblo wayuu está fundamentada en el territorio y su patrimonio representado en semovientes (ganadería, ovejas, chivos y caballos). En épocas de sequía, las comunidades de la Baja Guajira, que cuentan con una fuente de agua superficial o subterránea, acogen rebaños de chivos y ovejos de comunidades de la Media y la Alta Guajira que no cuentan con una fuente propia. Este es un gesto de solidaridad y de tejido social, transmitido de generación en generación. El conocimiento ancestral que tienen estas comunidades es fundamental para desarrollar soluciones de acceso al agua. La integración de los saberes tradicionales y los factores técnicos, desde hace diez años, le han permitido a la fundación, en conjunto con las comunidades guajiras, trabajar en la reparación e instalación de molinos de viento, la perforación de pozos profundos y el diseño de reservorios o jagüeyes. La construcción de confianza se basa en la convivencia, en compartir visiones, historias y momentos; en poder entender la trascendencia y el significado de sus costumbres. Es por eso que el intercambio de saberes y tradiciones seguirá siendo la mayor fuente de inspiración para continuar contribuyendo en los retos de seguridad hídrica de La Guajira.