una apuesta por el desarrollo sostenible
La minería ha sido una industria tradicionalmente masculina en la que las posiciones técnicas y operativas, que constituyen el mayor segmento de empleados, han sido ocupadas principalmente por hombres. Cambiar esta condición implica un compromiso del sector minero para alcanzar mayores niveles de equidad.
Cuando se piensa en equidad de género desde una perspectiva minera no es equiparable a concebir este mismo concepto desde cualquier otra industria. Aun cuando el incremento en la participación de mujeres ha sido objeto de interés para el sector, este continúa siendo un reto de las mineras que podrá ir superándose mediante un proceso gradual que incluye acciones fundamentales como su priorización en la selección de nuevas posiciones, cambios en el lenguaje y la comunicación; así como la adaptación de la infraestructura y la dotación para hacer de los ambientes laborales lugares cada vez más adecuados para fomentar su inclusión. En el caso de Cerrejón, esta realidad tiene un desafío adicional, que es el de encontrar un punto de equilibrio entre los valores que promueven la equidad de género en Colombia, y los usos y las costumbres de las comunidades indígenas y las tradiciones propias del departamento de La Guajira. En los últimos años, Cerrejón ha generado campañas internas y externas para promover el rol de la mujer en áreas técnicas y operativas. También realizó cambios en la dotación e infraestructura de la compañía, como el diseño de uniformes de confección femenina y la instalación de baños para mujeres en el área interna de mina. Posteriormente, estableció metas específicas de contratación priorizando mujeres, indígenas y comunidades locales y ha capacitado a más de 1000 mujeres en liderazgo en La Guajira en los últimos tres años. En este camino, Cerrejón ha entendido que la equidad debe tener una mirada integral y que aun cuando el enfoque de mujeres en la operación sigue siendo un reto fundamental, debe continuar trabajando en todos los frentes de la compañía, incluyendo la promoción de los valores y el respeto de los usos y las costumbres del personal indígena. Por esto, el alcance de la equidad para la empresa va más allá de la perspectiva de género. Valora las diferencias de raza, color, pensamiento, origen étnico, religioso, orientación sexual y filiación política como generadoras de innovación, productividad y progreso.