Gobierno ‘patea’ su deuda a más de 5 años
Casi la mitad de las emisiones de Hacienda son de largo plazo y, aunque eso le quita presión a las tasas de interés, eleva el peso del endeudamiento
En los últimos cinco años y medio, el Gobierno ha preferido ampliar el plazo de su deuda y prácticamente “patear” hacia adelante sus obligaciones económicas.
Entre el 2012 y el 2015, más de la mitad de los bonos emitidos por el Ministerio de Hacienda tienen un vencimiento superior a los cinco años. Vea gráfico “Plazo de las emisiones”.
Incluso, los vencimientos a más de 20 años han empezado a cobrar relevancia en la estructura de emisión del Gobierno, según datos recopilados por EF del mercado primario de deuda interna (subastas, canjes y subastas inversas), con la suma de deuda externa bonificada.
Esto se conoce como alargar el plazo promedio de la deuda y tiene como resultado inmediato una reducción en el peso de las obligaciones que tenga Hacienda en el corto plazo y, de cierta manera, “compra” tiempo para determinar qué hará cuando tenga que pagar ese volumen de bonos.
La estrategia no es sorpresiva.
En el plan de colocación dado a conocer el pasado 2 de marzo, las autoridades hacendarias insistieron en que estarán concentrado en captar recursos a más de tres años, mientras que en los plazos más cortos operará el Banco Central, que busca recursos como parte de su política monetaria.
Al evitar los pagos o renegociaciones en el corto plazo, se genera otro efecto que es la menor presión sobre las tasas de interés en el mercado local.
El apetito de Hacienda se orienta hacia recursos en los que no compiten otras entidades del sistema financiero (como los bancos) y, por lo tanto, no ocurre el denominado estrujamiento del mercado.
Por el momento, o al menos durante este año, la estrategia ha dado resultado, pues los intereses han tenido una tendencia a la baja.
Así se observa en la tendencia de la Tasa Básica Pasiva y la curva de rendimiento de Costa Rica calculada por el Banco Central de los últimos meses, la cual se ha desplazado hacia abajo en todos los plazos, entre octubre del 2015 y mayo del 2016.
Una parte importante de ese aumento en el plazo general lo aportaron las emisiones de eurobonos, que fueron lanzados entre el 2012 y el 2015. El menor de los plazos de esa deuda fue a 10 años y máximo fue de 30 años, algo que Costa Rica nunca había intentado.
Para esos años, se sumaron $1.000 millones a la deuda pero con vencimientos a partir del 2023, 2025, 2043, 2044 y 2045.
Por ahora, ese es el año de caducidad y el Gobierno de ese momento tendrá que determinar pagar esos bonos.
Siempre hay un precio
No obstante, tirar “la bola” hacia adelante tiene un precio.
Para los instrumentos de deuda, cuanto mayor sea el plazo, mayor debe ser el interés que se ofrezca debido al aumento del riesgo; también será mayor el tiempo en que el emisor, en este caso el Gobierno, pague intereses.
De esa manera, las finanzas públicas se ven impactadas al tener que pagar mayores rendimientos a lo largo de más años, en comparación con hacer estructuraciones a menor plazo.
El efecto es claro en el rubro de pago de intereses en los últimos años, pues ha venido en aumento al punto que el incremento entre el 2010 y el 2015 fue de un 98%.
Édgar Ayales, exministro de