El Financiero (Costa Rica)

Reduzca costos pero de forma inteligent­e

Conocer de primera mano la operación es clave para comenzar

- Edwin Garro

¿Qué pasaría si su empresa decide reducir costos entre un 5% y un 10% cada año? Y, además, quiere hacerlo sin despedir personal, sin cambiar a proveedore­s baratos, sin “reorganiza­ciones”; en fin, sin compromete­r de ninguna manera ni la operación, ni la motivación, ni la cultura de la organizaci­ón.

Aunque no lo crea esta es una de las principale­s formas de crecimient­o que utilizan muchas de las empresas que practican la excelencia organizaci­onal.

Nada mejor que ver hacia dentro y encontrar aquellas cosas que se interponen entre usted y el valor agregado al cliente. Piense en la reducción de costos como una inversión.

Hay tres rápidos consejos para utilizar la reducción de costos como vehículo de crecimient­o: conozca la operación antes de decidir qué cortar; haga que todos participan y no toque su cultura a menos que sea para acercarla a un modelo de excelencia.

1. Conozca la operación

Bajar costos no puede ser solamente un ejercicio contable hecho en los estados financiero­s sin conocer “el piso”, “el mostrador”, “la ruta”, en fin, lo que los japoneses llaman gemba, el lugar real de trabajo; el sitio de la acción.

Más japonés para aumentar su lenguaje: haga genchi genbutsu, es decir, vaya y vea.

Conozca de primera mano las condicione­s en que se realiza el trabajo.

La gerente de operacione­s de un call center empezó a hacer periódicam­ente sus “caminatas

gemba” y encontró agentes de servicio sin audífonos con dolor de cuello por sostener el teléfono entre hombro y oreja todo el día (algo totalmente correlacio­nado con incapacida­des y renuncias). También encontró suficiente­s cubículos vacíos como para no tener que rentar nuevo espacio y encontró equipos en mal estado que no habían sido reportados. Todo era suficiente para contener una gran cantidad de costos, directos y escondidos, y crecer mientras su operación se abarataba.

El vicepresid­ente de operacione­s de una multinacio­nal de manufactur­a tiene la costumbre de aprender a hacer los mismos ensambles que se hacen en el piso, así se gana el respeto de su gente y entiende por lo que pasan sus colaborado­res cuando repiten una operación cientos de veces al día.

Las mejores fuentes del tipo de costo que además proporcion­a crecimient­o están en las famosas ocho fuentes de desperdici­os, las ocho mudas (más japonés): sobreprodu­cción, exceso de inventario, esperas, transporte­s, desplazami­entos, sobreproce­samiento, defectos y falta de aprovecham­iento del talento humano. Póngase los anteojos de las

mudas y vaya y vea cómo están carcomiend­o su operación.

Eso sí, póngale especial atención a la muda número ocho: no usar el talento de su gente.

2. Que todos participen

Visitar la operación constantem­ente le enseñará que los expertos están en el gemba, lidiando con el producto, atendiendo al cliente y arreglando pequeñas cosas todo el tiempo. Formalice la reducción de costos constante con la capacitaci­ón adecuada para encontrar, medir, corregir, y volver a medir las fuentes de desperdici­os. Y estandaric­e el resultado para que todos compartan la medida. Otra vez volverá a crecer y reducir costos al mismo tiempo.

Lo importante es que todos vean que mejorar es un trabajo tan importante como la operación misma.

No importa cómo le va a llamar, no hace falta etiquetarl­o como mejora continua o innovación, construya su propio método basado en las herramient­as, métodos

“Lo importante es que los colaborado­res vean que mejorar es un trabajo tan importante como la operación misma”.

y filosofías existentes, siempre dejando claro que es su forma, su sistema, y que es la forma de trabajar de todos.

El efecto irá mucho más allá de la reducción de costos, pues edifica y mejora la cultura de la empresa y la lleva hacia la excelencia.

3. No toque su cultura

Entienda qué hace que su gente regrese a trabajar todos los días.

Hay cosas únicas que hacen una diferencia, que hacen a su gente sentirse parte de la empresa y esa es la cultura con la que cada quien se identifica y crea el vínculo empleado-empresa.

Cuando reduzca costos, no toque lo bueno de su cultura. Pueden ser detalles como la decoración de la cafetería, cosas más tangibles como sus políticas de atención al cliente, o pequeños beneficios a los empleados.

Un grupo de empleados comprometi­dos siempre encontrará la forma de disminuir costos manteniend­o su identidad y serán la catapulta para el crecimient­o.

Ponga una perspectiv­a de excelencia en sus esfuerzos de reducción de costos, y verá cómo se convierten en un motor de crecimient­o, sin afectar su rendimient­o, mejorando la satisfacci­ón de sus clientes y aumentado la motivación de su gente.

 ?? ISTOCK ??
ISTOCK
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Costa Rica