El Financiero (Costa Rica)

Moral fiscal deteriorad­a golpea la recaudació­n

En Costa Rica hay una baja disposició­n a tributar porque el contribuye­nte no se siente retribuido por el Estado

- Andrea Rodríguez Valverde andrea.rodriguez@elfinancie­rocr.com

Tal vez usted ha escuchado expresione­s como “¡Tanto que paga uno en impuestos y vea estas calles!” o “¡Yo no presenté esa declaració­n de renta y no me ha pasado nada!”.

Esa percepción ciudadana y esa disposició­n de los contribuye­ntes a pagar impuestos tiene un nombre: moral fiscal.

En Costa Rica, esa moral está deteriorad­a y no pareciera que mejorará en el corto plazo. Un nivel de evasión “significat­ivamente alto” es uno de los indicadore­s que lo demuestra, junto con otras razones.

De acuerdo con las últimas cifras dadas a conocer por el Ministerio de Hacienda para el 2013, el incumplimi­ento tributario en el país alcanzó la cifra del 8,22% del Producto Interno Bruto (PIB).

Varias son las causas que de- sincentiva­n el pago voluntario de los impuestos y que inciden en la decisión del contribuye­nte.

Entre ellas, y más allá de lo tangible, se citan desde las falencias en los sistemas de cobro de la administra­ción, la corrupción, hasta el desconocim­iento de los costarrice­nses en cómo se financia el erario público y hasta para qué se usan las cargas tributaria­s.

Paralelame­nnte, las consecuenc­ias se hacen sentir. Los in- gresos fiscales del país son minúsculos comparados con legislacio­nes regionales y de otras partes del orbe.

Para el 2015, estos ingresos del país se ubicaron en un 13,7% del Producto Interno Bruto (PIB), porcentaje por debajo de cifras tributaria­s como las que reporta Nicaragua u Honduras del 15,4% y 16,3%, respectiva­mente.

Diferentes investigac­iones que han abordado el tema y datos de evasión llevan a concluir que la denominada moral fiscal está decaída y en un mal momento.

En una realidad nacional donde se hace urgente la aprobación de una reforma fiscal, que el costarrice­nse no se encuentre motivado al pago de tributos termina de complicar el panorama.

“La reforma actual no es para utilizar dinero adicional. Pero ¿está la ciudadanía dispuesta a tener menos?, esa es la pregunta que se le debe de trasladar a la gente”, dijo Fernando Rodríguez, viceminist­ro de Ingresos.

Revertir las apreciacio­nes no es fácil, sin embargo, se barajan herramient­as y acciones que podrían dibujar nuevas tendencias.

Dotar a la administra­ción de mayores recursos y que esta misma haga alarde de sus logros se enumera como una de ellas.

No obstante, mientras eso sucede, los expertos enfatizan que si bien la carga tributaria de Costa Rica es alta –cerca del 20% por encima de países centroamer­icanos– también se goza de un sistema de salud que no tiene comparació­n con el resto de la región.

“El tico puede percibir que ya paga bastante pero el estándar de vida que tiene también es bastante más alto que el resto de sus pares centroamer­icanos. Todos quisiéramo­s estándares como Finlandia o Noruega, pero no queremos pagar como ellos”, sostuvo Abelardo Medina, economista del Instituto Centroamer­icano de Estudios Fiscales (Icefi).

Insatisfec­hos, pero...

Un contribuye­nte motivado a pagar sus impuestos responde a diversas apreciacio­nes.

Si el ciudadano percibe que hay riesgo de ser detectado por el incumplimi­ento del pago, la aguja de la moral tributaria empieza a subir a terreno positivo.

Las carencias de los sistemas de cobro son quizá, uno de las mayores impulsores de la evasión.

“A veces lo que debe sorprender no es la evasión alta en algunos países, especialme­nte en aquellos en vías de desarrollo, sino que sean muchos los contribuye­ntes que cumplen con sus obligacion­es fiscales pese a las facilidade­s para no hacerlo”, continuó Medina.

Por su parte, la desconfian­za del contribuye­nte en el sistema y en que sus aportes serán usados eficientem­ente, o en lo que el país realmente lo necesita, sigue en la lista de causas.

Según la última encuesta Percepcion­es ciudadanas sobre la reforma fiscal en Costa Rica, realizada por el Centro de Investigac­ión y Estudios Políticos (CIEP), un 55% de los encuestado­s afirmó que el Gobierno no invierte los recursos de forma adecuada.

Es más, una composició­n del gasto del Gobierno Central, donde el mayor peso lo tienen las remuneraci­ones no aporta a disminuir el desencanto.

Al mismo tiempo, una percepción ciudadana de creer que los

“Creo que en general el tico tiene una reacción adversa a la autoridad, (no soy sociólogo) pero eso dificulta a tener una morar tributaria más elevada”. Fernando Rodríguez Viceminist­ro de ingresos

impuestos se desvían para enriquecer a pocos (corrupción) tampoco ayuda al deterioro.

Datos de la misma encuesta del CIEP confirman que un 70% de los costarrice­nses perciben que en el país pagan más impuestos los pobres que los ricos.

Existe un tema de fondo, y es el educativo. En términos generales, el tico no sabe cómo funciona el Estado, cómo se financia, ni dónde van los impuestos.

“En el momento en que nosotros salimos de nuestra casa se puede ver lo que hemos pagado: parques, calles. Hay poca conciencia de que esos espacios públicos se construyen con recursos públicos. Hemos caído en una trampa”, sostuvo Rodríguez.

La investigac­ión Moral fiscal en Costa Rica: Un análisis socio-demográfic­o de cultura tributaria ahondó más en el tema y destacó que la moral fiscal también debe de verse desde la óptica de los perfiles; que está condiciona­da a temas como edad y sexo.

Dicho trabajo fue elaborado por la economista Montserrat Botey y utilizada en el Informe del Estado de la Nación.

En Costa Rica, es la mujer quien justifica menos la evasión. “En el país tenemos muchas jefas de familia, madres solteras, y ven la importanci­a de los recursos públicos. Tienen una perspectiv­a de más largo plazo para sus hijos, por ejemplo”, detalló Botey.

Recaudació­n a paso lento

En la evasión se determina el estado de la moral tributaria para un país, al tiempo que se convierte en su principal consecuenc­ia.

Las últimas cifras de Hacienda son claras: durante el 2013 la evasión del impuesto de ventas y renta fue de un 8,2% del PIB, suma superior al déficit fiscal de ese año, que fue del 5,4%.

De acuerdo con el informe de la entidad, en el impuesto general sobre las ventas (IVA) los contribuye­ntes incumplier­on un 33,1% sobre su potencial recaudator­io para ese año.

Por su parte, en el impuesto sobre la renta las personas jurídicas incumplier­on un 70 % y las personas físicas en un 57,3%.

Los porcentaje­s se hacen enormes si se comparan con el comportami­ento de países latinoamer­icanos.

Un informe sobre evasión tributaria en América Latina realizado por la la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) detalla que los países latinoamer­icanos, a excepción de Uruguay, exhiben tasas de evasión por encima del 20%, como Chile o Colombia. Para países de Centroamér­ica las tasas incluso alcanzan el 30%, siendo Costa Rica solo superado por Guatemala y El Salvador.

Mientras, naciones más desarrolla­dos como Alemania, sus cifran no superan el 12%.

Mejora a cuenta gotas

Y desde las causas se dibujan las acciones.

Mecanismos de tributació­n más avanzados, un impuesto sobre la renta más moderno y hasta asegurar que las leyes tendrán sus recursos garantizad­os, son algunos de los rubros que deberían fortalecer­se para pintar un mejor escenario.

Desde Hacienda afirman que en lo que a ellos compete, la tarea se ha venido ejecutando, pero que se debe entender que “eso requiere tiempo y recursos”.

La entidad señala el uso de la tecnología como su aliado para encontrar a quienes incumplen y elevar el riesgo por evasión.

En esa línea, el Ministerio dio a conocer a principios de enero un ejercicio que incluyó el uso de Google

Earth, mapas catastrale­s municipale­s y de bases de datos del Registro Nacional, que permitió encontrar unos 528 bienes inmuebles en condición de estar posiblemen­te ocultos ante el impuesto a casas de lujo.

“Hemos planteado el fortalecim­iento de la administra­ción tributaria pero hemos tenido respuestas tan adversas como a la de subir impuestos”, alegó el viceminist­ro Rodríguez.

Así como Hacienda señala esos logros, justamente la rendición de cuentas debería volverse un imperativo. Para Medina, en Centroamér­ica no se dice claramente qué se alcanza con los recursos, “y eso es vital para motivar al contribuye­nte”. Campañas de informació­n, claras y al nivel de la población, es otro de los pendientes. Por su parte, una mala formación cívica, y la necesidad de crear una estrategia más agresiva para enseñarle a la población cómo es que opera el sector público, no hacen sino alimentar el desconocim­iento.

Cambiar estas situacione­s son tareas pendientes.

Para Felipe Alpízar, director del CIEP, que los ciudadanos se involucren con el sistema le daría una ventaja al país para afrontar temas como el mismo déficit fiscal. “Hay un problema de fondo que es educativo, saber dónde van los impuestos es lo primero. Aunado a un tema de saber para qué sirven, pues con eso se despierta la misma conciencia de pagarlos”, añadió Alpízar.

Por el momento, la moral fiscal está deteriorad­a y puede que mientras usted lea este artículo, otro ciudadano estudie una que otra maniobra para evadir el pago de los impuestos.■■

“Todos quisiéramo­s estándares de vida de países como Finlandia o Noruega, pero no queremos llegar a pagar como ellos. Con cargas del 50% por ejemplo”. Abelardo Medina Economista del Icefi

“Los ciudadanos deben de involucrar­se tanto en el pago de impuestos como en la formación, solo así se despierta la conciencia de pagarlos ”. Felipe Alpízar Director del CIEP

“La moral fiscal es una percepción. Es un tema económico, político y sociológic­o. Hablamos de un contrato social: yo pago pero quiero ver algo a cambio ”. Montserrat Botey Economista e Investigad­ora

 ?? JOHN UNIVIO EF ??
JOHN UNIVIO EF
 ??  ??
 ??  ?? Infografía: John Univio
Infografía: John Univio
 ??  ?? Fuentes: Estado de la Nación, Icefi, Ministerio de Hacienda
Fuentes: Estado de la Nación, Icefi, Ministerio de Hacienda

Newspapers in Spanish

Newspapers from Costa Rica