La zona oculta de Internet está al acecho
La Deep Web obliga a mayor seguridad
En toda ciudad hay zonas y barrios a las que ningún peatón, vehículo e incluso la misma policía se atrevería a asomarse por temor; se rigen por sus propias normas y desde estos salen personas que tienen el objetivo de delinquir en ese lugar u otras zonas.
Lo mismo pasa en Internet. Ahí también hay un mundo oculto y al acecho, la Deep Web, con todo tipo de actividades y ante el cual las compañías deben mantener sus medidas de seguridad para no verse sorprendidas.
La Deep Web incluye los sitios electrónicos que no se hallan a través de los buscadores típicos y que incluyen principalmente todo tipo de contenidos anónimos y de actividades ilegales a nivel global. k Vea recuadro “¿Qué es?”
Otra de las características de la Deep Web es que no es accesible de manera corriente. Se requiere del uso de servidores proxy, un programa o dispositivo que hace de intermediario en las peticiones de recursos que realiza un cliente (usuarios) a otro servidor.
También se usan navegadores, como el proyecto TOR (The Onion Router), que bien configurado garantiza la navegación anónima en la Deep Web.
No es un mundo paralelo, pues ahí se encuentran los hackers que originan ataques contra empresas o instituciones. También quienes trafican con información corporativa sensible para realizar extorsiones y para venta de datos y de secretos industriales.
“Las empresas se dan cuenta cuando están siendo extorsionadas”, advirtió Rodolfo Castro, gerente de ingeniería de Fortinet.
A finales de 2010 se creía que la información que se encontraba en la Deep Web era de 7.500 terabytes, lo que equivale a 500 veces el tamaño de la Internet superficial. “Sin embargo, estudios más recientes indican que este número está disminuyendo notablemente”, dijo Cecilia Pastorino, especialista de la firma ESET.
Para bien y para mal
Si una empresa quiere tener una intranet (red interna) o servicios con información confidencial, la Deep Web es muy útil. Las empresas también pueden recopilar información adicional, a la disponible en los buscadores, para ampliar su perspectiva de mercado.
Pero en un ambiente anónimo y sin regulaciones hay de todo. “Esto genera una vitrina de comercio electrónico donde podría estar algún dato sensible de las empresas o personas”, dijo Andrés Casas, socio de servicios de riesgos informáticos de Deloitte.
Las firmas recomiendan mantener las medidas usuales de seguridad, incluida la capacitación de los usuarios, para evitar fugas de información y para revertir daños en la imagen si hay alguna crisis pública originada por divulgación de datos.
Si tiene datos muy sensibles, las empresas pueden contratar servicios de monitoreo de la Deep Web. En ambos casos la regla es prevenir eventuales incidentes.
“Hay que estar claros que todos somos potenciales víctimas”, recalcó Castro, de Fortinet. “No es ciencia ficción. En la Deep Web hay mucho dinero que se mueve. Hay mucho riesgo”.■■