El hombre de los seguros de Warren Buffett
A Peter Eastwood le gusta decir que la aseguradora que acaba de formar “no tiene el derecho a quedarse con el negocio de nadie”. También cuenta con una ventaja sobre el resEl legendario inversionista contrató a Eastwood y otros tres ejecutivos de American International Group Inc. en 2013 con el propósito de crear una aseguradora contra accidentes. La movida representó la irrupción de Berkshire Hathaway en algunos tipos de seguros comerciales y dejó
en competencia directa con gigantes como la propia AIG, lo que sorprendió a muchos observadores.
Eastwood, de 50 años, no demoró mucho en hacerse merecedor de los
especializados del holding, Berkshire Hathaway Specialty Insurance (BHSI) registró una ganancia dentro de 15 meses y sus primas alcanzaron los US$1.300 millones en 2016, transformándose en un actor importante aunque no gigantesco del sector. La empresa cuenta con 805 empleados en 10 países.
“Hubiese esperado generar pérdidas durante un par de años, pero en lugar de ello hemos tenido una muy buena ganancia proveniente de las suscripciones de seguros”, manifeselogios que corresponden”.
El salto de Eastwood a Berkshire y posterior contratación de otros ex ejecutivos de AIG provocó cierta tensión. AIG dejó de comprar reaseguros de Berkshire tras la apertura de BHSI, lo que encaja dentro de la política de AIG de trabajar con menos reaseguradoras y no hacer negocios con competidores. Ambas empresas también acordaron que Berkshire no contrataría empleados de AIG durante un año.
Las relaciones entre ambas compañías han mejorado desde entonces. Hace unas semanas, AIG pagó a Berkshire alrededor de US$10.000 millones para hacerse cargos de las reclamaciones de seguros en caso de que sean inesperadamente altas, el mayor pacto de esta naturaleza para las dos empresas.
Eastwood, quien es hijo de dos profesores de los colegios públicos de Rhode Island, cuenta que fue un mal alumno en la secundaria y que después de su graduación pasó dos años trabajando como operador de montacargas en un depósito de productos de papel. Reconoce que fue una experiencia formativa.
“No trabajé todo lo que debería y necesitaba en la secundaria”, señaló. Pero sus jornadas laborales de 10 horas lo motivaron a retomar los estudios y le ensañaron la importancia de estar presente.
En la Universidad de Ohio Wesleyan, el ejecutivo priorizó sus estudios con el fin de cerrar la brecha con los estudiantes más jóvenes. “Ohio Wesleyan me brindó una oportunidad”, afirma.
Su primer trabajo tras egresar de la universidad fue con AIG en Nueva York, una ciudad que no conocía antes de postular. Luego de una carrera de 17 años en la empresa, jugó un papel preponderante en su recuperación luego de la peor crisis de su historia cuando recibió una inyección fiscal de US%180.000 millones para seguir a flote.
Tres meses después de recibir el rescate del gobierno estadounidense en septiembre de 2008, Eastwood asumió la presidencia ejecutiva de Lexington Insurance Co., una de las filiales más rentables de AIG. Muchos esperaban que Eastwood y otros integrantes de la plana ejecutiva se marcharan, pero Eastwood se quedó y pasó un año viajando por el mundo tratando de impedir la fuga de clientes y empleados de la firma.
En ese momento, Eastwood temía que la partida de un ejecutivo que había transformado la filial en la joya del imperio desatara un éxodo, como confesó en una entrevista con The Wall
Street Journal en 2009. “Seré el único que quede en el edificio?”, señaló.
Lanzó una campaña para impedir que los empleados se fueran. La experiencia, reconoce, le enseñó el valor de la humildad con su equipo de ejecutivos. “Tenía muy claro, desde un inicio, que si no lograba que la gente se quedara en la organización… no sería un líder exitoso”.
A la larga, no obstante, optó por integrarse a Berkshire, una empresa que desde hace tiempo estaba interesada en expandir su negocio de seno había hallado el equipo adecuado de gestión hasta que Eastwood y un colega se contactaron con Ajit Jain, quien dirige el negocio de reaseguros de Berkshire.
seguros porque genera efectivo proveniente de las primas que se pagan por adelantado y se puede invertir puesto que no se tienen que devolver sino
hasta mucho después, lo que se conoce en la industria como float. El float de Berkshire llegaba a los US$91.000 millones al 30 de septiembre.
La inversión de Berkshire en seguros comerciales coincidió con un repliegue en el ámbito de los reaseguros, conforme nuevos participantes como fondos de cobertura ingresaban al mercado de reaseguros, lo que causó una caída de los precios. Estas nuevas empresas también han entrado al mercado de seguros comerciales, afectando los precios.
En el negocio se habla de reducir precios para obtener participación de mercado, señala Steve DeCarlo, presidente ejecutivo de AmWins Group Inc., una corredora de seguros mayorista. BHSI “no hace eso”, enfatiza.
lanzar una compañía en un momento en que las aseguradoras son menos lucrativas que antes. El inversionista calificó la incorporación de Eastwood como un “jonrón” en su carta anual a los accionistas en 2015. La carta anual correspondiente a 2016, que será divulgada el 25 de febrero, tendrá una mención parecida.
“Creo que en 10 años seremos considerados como la principal empresa de seguros comerciales y de accidentes del mundo, y ciertamente nos encaminamos hacia allá”, indicó.
Eastwood, por su parte, subraya que la humildad con los empleados y los clientes ha sido clave en los avances de BHSI. Envía a los trabajadores recién contratados notas de puño y letra y sudaderas con capucha con sus números de empleados en la manga.
“No tenemos ningún derecho a quedarnos con el negocio de nadie y nadie tiene que trabajar para nosotros”, asevera.