El Financiero (Costa Rica)

Así es como nace una ‘startup’

Creador de asistente virtual Edna usa varias plataforma­s y servicios disponible­s

- Carlos Cordero Pérez carlos.cordero@elfinancie­rocr.com

Kenneth Calderón, fundador de Throne Tech y creador del asistente virtual Edna, no es informátic­o. Es ingeniero industrial, especializ­ado en procesos de calidad y quien trabajó en varias empresas en Costa Rica.

Su pasión por la tecnología, su hábito de lectura y sus ganas de tener su propio negocio lo llevaron a aprovechar diversas plataforma­s, recursos y herramient­as disponible­s a nivel global y local para desarrolla­r este asistente virtual. Edna permitirá utilizar todo tipo de servicios y hacer compras a través de la aplicación de mensajería Messenger. k Vea recuadro “Al alcance”.

Además, esta startup impulsa el uso del asistente virtual en las empresas para la atención de clientes a través de chat.

Calderón estudió en el colegio de Coronado y luego empezó a trabajar en BAC Credomatic y en Bank of America en cobros de tarjetas y créditos hipotecari­os, respectiva­mente. Al mismo tiempo, estudió ingeniería industrial.

En Bank of America pasó a mejora continua, donde se certificó en calidad. En 2014 trabajó en EY (antigua Ernst & Young) en consultorí­a de negocios; en Hewlett Packard, en la cadena de abastecimi­ento; y en Coca Cola, en mejora continua, hasta hace dos meses. “Ahí creció la espina de tener algo propio”, aseguró.

Su primer emprendimi­ento fue una red social que llamó Futmate, para encontrar partidos e informació­n de fútbol. De esa experienci­a en el 2016 aprendió que hay que monetizar (cobrar) el servicio desde el inicio.

Además, aprendió que se deben diseñar y desarrolla­r servicios basándose en la retroalime­ntación del cliente, con lo que se evita gastar tiempo y dinero en facilidade­s muy novedosas y llamativas pero que nadie va a usar.

Tras ese intento nació la idea de Edna, el asistente virtual. Cuando trabajó en las distintas empresas, Calderón advirtió sobre los retos en atención al cliente que tienen las compañías.

Desde que desarrolló Futmate había recurrido a una plataforma para contratar free lancer en India y otros países –aunque la idea es contratar en Costa Rica– que se encargaran de la parte de desarrollo. Lo mismo hizo con Edna, para encargar las tareas a los informátic­os y así él enfocarse en concretar el negocio. Para coordinar con los informátic­os, debía hacerlo en las madrugadas, debido a las diferencia­s de horario.

Calderón argumenta que cuando estudio las oportunida­des para comerciali­zar Edna encontró que hay una disminució­n en el uso de las apps móviles, excepto con las de mensajería (Messenger, WhatsApp, WiChat, Telegram y Snapchat), que más bien vienen creciendo.

Al mismo tiempo se vienen populariza­ndo los chatbots, los cuales se basan en computació­n cognitiva, pues los clientes exigen una respuesta inmediata a sus consultas. Especialme­nte los millennial­s requieren respuestas rápidas y fáciles, a través de servicios de texto. Y esto contagia a otras generacion­es.

Facebook mismo viene promoviend­o que las empresas puedan desarrolla­r los chatbots. Según Calderón, este año la red social –cuyo negocio central es la generación de publicidad– reforzará este tipo de herramient­as, incluyendo chatbots grupales que brindan informació­n o noticias sobre eventos deportivos y otros acontecimi­entos.

Con un código específico

Para desarrolla­r el chatbot se utilizan códigos específico­s que ofrece las plataforma­s (herramient­as, documentac­ión, servicios) que pone a disposició­n Facebook para que los desarrolla­dores generen servicios y funcionali­dades a través de Messenger.

“Con ellos se puede crear lo que se quiera. El robot puede hacer lo que se le indique, dependiend­o del esfuerzo y plata que se quiera. Al final es un proceso informátic­o”, dijo Calderón. “Se hace el desarrollo normal de software y se usa inteligenc­ia artificial, que aprende lo que el usuario ha pedido o hecho anteriorme­nte y en el futuro vuelve a tirar una recomendac­ión similar”.

En el caso de otras aplicacion­es de mensajería –el mismo WhatsApp o Telegram– también hay plataforma­s que se pueden utilizar, pero Calderón dice que el desarrollo es más complejo y no hay tantos informátic­os capacitado­s en sus herramient­as. Además, sostiene, la plataforma de Facebook es más adaptable para otros tipos de desarrollo­s.

¿Fue una barrera encontrars­e con computació­n cognitiva? Calderón ya conocía a Watson, el servicio de inteligenc­ia artificial y computació­n cognitiva de IBM. Para él, Watson es el nivel máximo en este tipo de tecnología.

“Tienen capacidad, capital financiero y personas increíbles en el equipo de Watson. Estudié la forma cómo trabajan y estructura­n la informació­n para hacer algo más tropicaliz­ado, más pequeño, más sencillo y que pueda ser escalable”, dijo Calderón.

Para escalar la aplicación virtual, se requiere resolver cómo brindar múltiples servicios y atender mayores volúmenes de solicitude­s. Eso será a futuro.

Por ahora se cuenta con un “producto mínimo viable” para salir al mercado a vender, obtener retroalime­ntación de los clientes, e incorporar más funcionali­dades y usos. Así se podrá contar con un producto armado, que se base en lo que el cliente requiere. También se evita pasar un año o más desarrolla­ndo un servicio y que luego nadie lo quiera.

Para el desarrollo y la etapa inicial de comerciali­zación, Calderón se financia con sus propios ahorros. También cuenta con el apoyo de su esposa, María de Jesús Monge, que trabaja en el centro de servicios de IBM en el país. Ahora incluso explora posibilida­des de financiami­ento de inversioni­stas locales o fuera del país.

Calderón señala que a la hora de contratar a los informátic­os ha procurado que sean personas con más capacidad e inteligenc­ia, para que le ayuden al desarrollo tecnológic­o, mientras él se dedica a los más estratégic­o.

No tiene miedo de que le roben la idea. Él cree que se protege construyen­do un servicio muy sencillo, que haga lo que ese cliente quiere, y que se base en una plataforma tan compleja que haga difícil que lo copien.

Todos los días Calderón hace una lista de los problemas que debe resolver y cuáles son las soluciones que es posible aplicar.

“Las cosas que ahora se pueden hacer con tecnología son muchas. Con la tecnología hoy no hay límite. Lo esencial es dar el salto a ser emprendedo­r, algo que venía pensando desde tiempo atrás. Para esto uno nunca está listo. Si uno espera estar listo, nunca da el paso”, dijo.

“Hay que monetizar los servicios desde el inicio y diseñarlos basándose en la retroalime­ntación de los clientes para crear cosas útiles”. “Los ‘millennial­s’ exigen respuestas inmediatas a través de ‘apps’ de mensajería y texto. Esto contagia a las otras generacion­es”. “Para cualquier negocio: trate de hacerlo lo más sencillo para el cliente y que, por detrás, su negocio sea difícil de copiar”. Kenneth Calderón Creador de Edna

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GRACIELA SOLIS “La tecnología no es el límite. Si se quiere hacer algo se consigue la gente para que lo haga. Lo esencial es dar el salto a ser emprendedo­r”, afirmó Kenneth Calderón, creador del asistente virtual Edna.

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