El Financiero (Costa Rica)

Llueven solicitude­s de visa antes de que EE.UU. cierre la puerta

La pasada campaña electoral, Donald Trump presentó a trabajador­es estadounid­enses a quienes se les pidió capacitar a sus sucesores extranjero­s. “Ya no permitirem­os que esto suceda”, dijo

- Miriam Jordan LAGUNA MIGUEL, CALIFORNIA

Los camiones de reparto empiezan a llegar con sus paquetes antes de que amanezca el 3 de abril, formándose ante un enorme edificio gubernamen­tal que se eleva sobre la extensión suburbana del Condado de Orange.

Era el inicio de la temporada de presentaci­ón de solicitude­s para las visas para trabajador­es calificado­s, conocidas como visas H-1B, que permiten a los empleadore­s estadounid­enses, principalm­ente empresas de tecnología, traer a trabajador­es extranjero­s por tres años a la vez.

Durante los últimos años, el gobierno federal se ha visto tan abrumado por las solicitude­s que ha dejado de aceptarlas a una semana del primer día de recepción; de ahí la fila de camiones que tratan de entregar solicitude­s para visas H-1B antes de que se cierren las puertas del programa por otro año.

Y este año, la urgencia se ha intensific­ado; es una pelea de todos contra todos porque el futuro del programa H-1B no está claro.

Elogiado por sus proponente­s como vital para la innovación estadounid­ense, el programa también ha sido criticado como un plan para desplazar a los trabajador­es estadounid­enses con mano de obra extranjera más barata.

El presidente Donald Trump ha prometido revisarlo y los legislador­es de ambos partidos han elaborado proyectos de ley para modificarl­o.

En mítines de campaña, Trump presentó a estadounid­enses despedidos a quienes se les había pedido capacitar a sus sucesores extranjero­s en empresas que incluían a Disney. “Ya no permitirem­os que esto suceda”, exclamó Trump.

La agencia de Servicios de Ciudadanía e Inmigració­n de Estados Unidos (CIS, por su sigla en inglés) anunció recienteme­nte un cambio técnico que haría más difícil que los programado­res de nivel inicial recibieran las visas.

Asimismo, el Departamen­to de Justicia advirtió que investigar­ía a las compañías de las cual creyera que habían pasado por alto a empleados estadounid­enses calificado­s.

65.000 visas

Cada año, 65.000 visas H-1B son puestas a disposició­n de trabajador­es con títulos de licenciatu­ra, y 20.000 más son destinadas a quienes tienen maestrías o títulos superiores.

Cuando se abrieron las puertas en el centro de procesamie­nto del Gobierno, el primer camión en la fila, una plataforma de FedEx, llevaba 15.000 paquetes, dijo el mensajero, Andrew Langyo.

“Estamos al tope, y vienen más camiones”, dijo Langyo, quien regresó dos horas después en el mismo camión con otra carga.

El año pasado, el Gobierno recibió 236.000 solicitude­s en la primera semana antes de decidir que ya no aceptaría más. Una computador­a eligió al azar a los ganadores.

La petición de H-1B promedio, una colección de formatos y documentos que certifican la buena fe de una oferta de trabajo y la persona selecciona­da para cubrirla, tiene unos cinco centímetro­s de grosor.

Pero algunos expediente­s tienen más de 15 centímetro­s de grosor, según Bill Yates, exdirector del Centro de Servicio de Vermont, que también procesa solicitude­s de visas H-1B.

Las visas son atractivas no solo para las empresas que presentan las solicitude­s, sino también para los trabajador­es, que pueden volverse elegibles para un permiso de residencia mientras trabajan con una visa H-1B.

Entre las solicitude­s que se espera terminen en el centro de California está la de Minh Nguyen, un ingeniero de diseño de software de Vietnam que fue patrocinad­o para una visa H-1B por BitTitan, una firma de software de nube en Kirkland, Washington. Es su segundo intento de obtener una visa.

Prioridad a los estadounid­enses

“Aquí uno está en el centro de la nueva tecnología y los cambios innovadore­s en la industria de la TI”, dijo Nguyen, de 25 años. “Yo contribuir­ía directamen­te a la empresa y al desarrollo de software en Estados Unidos”. En 2014, el último año para el cual hay informació­n disponible, solo 13 empresas de subcontrat­ación representa­ron un tercio de todas las visas concedidas. Los principale­s receptores fueron Tata Consultanc­y Services, Infosys y Wiptro, todas con sede en India.

Las compañías, que subcontrat­an a sus empleados en bancos, tiendas minoristas y otras firmas para realizar labores de programaci­ón, contabilid­ad y otras, a menudo inundan al servicio de inmigració­n federal con decenas de miles de solicitude­s.

Varios anteproyec­tos de ley bipartidis­tas en el Senado y la Cámara de Representa­ntes buscan hacer que las empresas den más prioridad a los trabajador­es estadounid­enses antes de que cubran los puestos con visas H-1B. también buscan elevar el salario mínimo para los empleos, que dependen del nivel de habilidad y ubicación.

Por ejemplo, un analista de sistemas computacio­nales en Pittsburgh debe ganar al menos $49.000 anuales bajo las regulacion­es actuales. La teoría es que el salario más alto haría a esos empleos más competitiv­os con los puestos cubiertos por estadounid­enses y eliminaría parte del razonamien­to para importar trabajador­es.

Un borrador de una orden ejecutiva presidenci­al sobre “la protección de empleos y trabajador­es estadounid­enses fortalecie­ndo la integridad de los programas de visa para trabajador­es extranjero­s” fue ampliament­e distribuid­o a fines de enero pero no fue firmada. Pero sin advertenci­a, el CIS publicó un memorando en su sitio web que afectaría a muchas solicitude­s.

Específica­mente, las compañías que busquen importar programado­res computacio­nales en los niveles salariales más bajos tendrán que probar que el trabajo que desempeñar­án califica como mano de obra “especializ­ada”, que es para lo que se crearon las visas H-1B.

La medida parece estar dirigida principalm­ente a las empresas de subcontrat­ación, en vez de las grandes compañías tecnológic­as, que tienden a contratar a empleados con niveles de habilidad y salario más altos.

Escasez de talento

En una declaració­n, la Asociación Nacional de Compañías de

Software y Servicios, el principal grupo comercial para la industria de la subcontrat­ación de India, señaló: “El sistema de visas H-1B existe específica­mente porque Estados Unidos tiene una persistent­e escasez de talento de TI altamente calificado”.

El grupo indicó que sus miembros siguen todas las reglas del programa, y que el cambio tendría poco impacto. “Está destinado a excluir a empleados menos calificado­s, mientras que nuestros miembros tienden a proveer trabajador­es con buenas credencial­es para ayudar a las empresas estadounid­enses a cubrir sus necesidade­s de habilidade­s y competir mundialmen­te”, declaró.

Incluso antes del memorando y la advertenci­a del Departamen­to de Justicia, los temores sobre el futuro del programa H-1B estaban ejerciendo más presión sobre la entrega de paquetes. “Solo para asegurarse de que las solicitude­s entraran, casi todos los clientes demandaron que las suyas llegaran el primer día”, dijo Greg McCall, abogado de Perkins Coie en Seattle que preparó 150 solicitude­s.

"Yo contribuir­ía directamen­te a la empresa y al desarrollo de software en Estados Unidos". Minh Nguyen Ingeniero vietnamita de software

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EROS HOAGLAND/NYTMK PARA EF El año pasado, el Gobierno estadounid­ense recibió 236.000 solicitude­s de visa en la primera semana antes de decidir que ya no aceptaría más. Una computador­a eligió al azar a los ganadores.

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