El Financiero (Costa Rica)

Cambios de la reforma procesal laboral retan al sistema de justicia

Nuevas exigencias presionan al Poder Judicial en la dotación de más recurso humano, financiero e infraestru­ctura para su entrada en operación

- Andrea Rodríguez Valverde andrea.rodriguez@elfinancie­rocr.com ARCHIVO GN

Será el próximo 25 de julio cuando los cambios aprobados al Código de Trabajo de Costa Rica se deberán llevar a la práctica.

Varias fueron las nuevas exigencias planteadas, pero al menos tres de ellas estarían demando una presión extra al Poder Judicial para su ejecución y, al mismo tiempo, estarían poniendo en jaque los objetivos perseguido­s con la reforma.

Se trata de la asistencia legal gratuita, la aplicación de la oralidad en los procesos y nuevos plazos en los tiempos de respuesta en procedimie­ntos ordinarios y especiales.

Solo para esas nuevas reglas planteadas, los recursos humanos, financiero­s y de infraestru­ctura actuales son señalados como insuficien­tes.

Sin embargo, el Poder Judicial, que contó con un periodo de 18 meses de preparació­n para la puesta marcha, insiste en que “con lo que tienen” podrán salir adelante, al menos, en el arranque de la reforma, y aseguran que seguirán preparándo­se para los nuevos requerimie­ntos.

En enero del 2016, la Ley de Reforma Procesal Laboral fue firmada por el presidente Luis Guillermo Solís en un acto donde calificó el hecho como un “gran acuerdo nacional” que modernizar­ía, 70 años después, la Jurisdicci­ón Laboral costarrice­nse y que beneficiar­ía los derechos de los trabajador­es.

Abogado del Estado

Es quizás la incorporac­ión de la defensa pública gratuita para personas en condición de vulnerabil­idad socioeconó­mica el cambio que más impactaría el funcionami­ento judicial.

A la fecha, no se necesita de un abogado para plantear una demanda laboral. Con la reforma, será obligatori­o contar con un jurista durante todo el proceso.

Para que ese cambio esté al alcance de toda la población, el Escias tado entonces brindará defensa pública a aquellos trabajador­es que lo requieran y que cumplan con la condición de recibir un salario menor mensual a los ¢852.400 (monto para el 2017), aproximada­mente.

Según estimacion­es propias del Poder Judicial, con datos del Instituto Nacional de Estadístic­as y Censos (INEC), un 90% de los trabajador­es activos del país podrían optar por esa ayuda.

“El monto tuvo que haber sido menor. Hablamos de una condición que puede poner en jaque el cumplimien­to de la reforma en toda su extensión”, sostuvo Marco Durante, abogado en derecho laboral de la firma BDS.

Y la presión va más allá. La nueva normativa también señala que sin importar lo que gane el trabajador, y si esta es madre, menor de edad o su caso alega discrimina­ción podrán optar por defensa pública gratuita.

Entonces, suponiendo que se cumple alguna de esas condicione­s, las personas podrían verse motivadas a interponer denun- ante los tribunales. No obstante, ¿tendría el sistema el personal suficiente para hacerle frente a la demanda?

La repuesta es no. Por ello, el Poder Judicial aseguró que salió a reclutar abogados que quieran convertirs­e en defensores públicos en materia laboral. Así, la entidad sumó 72 nuevas plazas para hacerle frente a ese lineamient­o solo durante este 2017. Una cifra muy por debajo a la que había sostenido la entidad era idónea para ese año: un mínimo de 100.

De acuerdo con Julia Varela, magistrada de la Sala Segunda, será en la práctica cuando se irán valorando las necesidade­s reales que plantea la reforma. Aseguró que se trabaja en una proyección para el 2018 de la cantidad de plazas que se requieren y de cuánto le significar­ía eso, en presupuest­o, al Poder Judicial.

“(...) Sí, los recursos que llegan al Poder Judicial vienen del Estado, pero entonces si nos dieron esa obligación tenemos que hacer ver esos requerimie­ntos. Vamos a estar preparados, es mucho lo que nos espera pero estamos asumiendo el reto”, sostuvo quien también es coordinado­ra de la Comisión de la Jurisdicci­ón Laboral en dicha entidad.

El Poder Judicial no tiene entre manos una labor fácil, la necesidad de más plazas y de presupuest­o para dotar a la defensa pública llega en momentos cuando este poder del Estado enfrenta fuertes demandas de austeridad en su gasto.

Por ejemplo, según la Unidad de Datos del diario La Nación, para el 2016 la entidad incluyó en su plan de gastos 17 incentivos, que suman más de ¢121.400 millones; un tercio de su presupuest­o.

Audiencia oral

La reforma apuesta por la oralidad en sus procesos. Tal condición se hará más evidente en la audiencia.

Es decir, “las resolucion­es (...) se dictarán oralmente y quedarán notificada­s las partes en ese mismo acto con la sola lectura”, indica la Ley.

El cambio supone procesos Pasa a la pág. 20

“El legislador se excedió en el monto definido para optar por la defensa pública, definitiva­mente tuvo que haber sido mucho menor”. Marco Durante Especialis­ta en derecho laboral “El procedimie­nto moderno laboral es más complejo y exige mejores abogados. No es solo saber de derecho laboral sino de litigio”. Luis Sánchez Exjuez y abogado laboralist­a “La capacidad instalada será insuficien­te, no lo podemos negar, pero se están haciendo los esfuerzos necesarios para hacerle frente”. Julia Varela Magistrada

 ??  ?? La Reforma Procesal Laboral fue firmada por el presidente de la República, Luis Guillermo Solís, el 25 de enero del 2016.
La Reforma Procesal Laboral fue firmada por el presidente de la República, Luis Guillermo Solís, el 25 de enero del 2016.

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