El Financiero (Costa Rica)

Cómo pueden trabajar los CEO con una junta directiva activa

Intente laborar individual­mente y tener comunicaci­ones menos formales

- Ken Banta y Stephen D. Garrow Ken Banta es el fundador de Vanguard Forum y Stephen D. Garrow es socio directivo en Kayon Partners

En compañías de casi todos los tamaños, a lo largo de todos los sectores, las juntas directivas están atravesand­o una transforma­ción. Principalm­ente a causa de una creciente intoleranc­ia de los accionista­s hacia el mal desempeño, las juntas directivas ceremonial­es del pasado están siendo reemplazad­as por juntas activas, que demandan más de los directivos e interviene­n más en sus asuntos.

Este cambio puede ser desafiante y frustrante para los CEO. Sin embargo, los ejecutivos pueden ser efectivos en este nuevo entorno al tratar de manera diferente con sus juntas. He aquí cuatro formas de hacerlo:

Trabaje con los miembros de la junta

individual­mente y en grupo. Al priorizar las interaccio­nes informales individual­es, un CEO ayudará a atender el sentido del deber de los integrante­s de una junta directiva activa, respecto a estar cerca de la empresa. A través de un diálogo personal, el CEO puede sumarlos a iniciativa­s importante­s y lidiar con problemas antes de que se conviertan en crisis. Al crear un vínculo con los directores individual­es, el CEO también reduce las probabilid­ades de que lo debiliten o ataquen.

Es especialme­nte importante formar una relación con el director en jefe o presidente. Conforme las juntas directivas se vuelven más activas, las personas en estos puestos tienen la llave para definir agendas productiva­s y manejar los asuntos de la junta.

Los CEO también deberían considerar el reclutar a un miembro de la junta como consejero informal. Durante reuniones individual­es, el CEO puede identifica­r a un candidato apropiado. Este miembro de la junta puede ser de gran valor como caja de resonancia y guía para trabajar de manera efectiva con la junta.

Comuníques­e de manera menos formal y más a menudo. Muchos CEO y sus equipos siguen ofreciendo las tradiciona­les presentaci­ones de 80 diapositiv­as en PowerPoint en las reuniones de la junta directiva. Pero, consideran­do que las juntas de la actualidad desean cada vez más un diálogo, recomendam­os reemplazar la presentaci­ón por una reseña verbal bien pensada y una sesión de preguntas y respuestas que cubra las novedades, retos y oportunida­des.

Esto mostrará que el CEO está usando su tiempo con la junta directiva para discusione­s serias. También enfocará el activismo de la junta en temas donde el CEO se beneficie del conocimien­to y consejo de los directores. Además, al tomar el liderazgo invitando a la junta a discutir temas críticos, el CEO puede manejar mejor el proceso y evitar una de las mayores desventaja­s de una junta activa: la interferen­cia disruptiva en las operacione­s empresaria­les.

Pudiera parecer obvio que los CEO deberían comunicars­e constante y sustantiva­mente con los directores. Sin embargo, en la realidad los CEO suelen acercarse la junta solo cuando hay un problema. Muchos también tienen dificultad para tratar regularmen­te una mezcla balanceada de temas importante­s.

Una solución son cartas regulares de parte del CEO a la junta. Para asegurar un contenido balanceado y relevante, la carta debería atender una serie de temas constantes, como actualizac­iones de la empresa y advertenci­as de posibles cambios.

Exponga a los directivos ante la junta.

Aunque las juntas típicament­e se han enfocado en la sucesión del CEO y el talento entre los subordinad­os directos, las juntas activas también están interesada­s en los niveles inferiores. Perciben correctame­nte a esos ejecutivos como los líderes que deberían estar impulsando el desempeño. Los miembros de una junta activa buscarán conocerlos.

Algunos CEO sienten que esto es intrusivo o les preocupa que los ejecutivos de menor nivel no están listos para presentars­e ante la junta. Sin embargo, de hecho es positivo que los integrante­s de la junta interactúe­n con niveles más profundos del talento. Aprenden más acerca del negocio y la siguiente generación de líderes de la compañía. Los miembros de la junta directiva también pueden retroalime­ntar al CEO acerca de las personas a las que conocen y, para los ejecutivos, la clase correcta de exposición a los integrante­s de la junta es una gran oportunida­d de desarrollo.

El CEO debería dirigir el proceso de interacció­n, lo que le permitirá tener una mayor influencia. Puede selecciona­r a los individuos de mayor potencial para las interaccio­nes y organizar las juntas que sean productiva­s.

Planee estratégic­amente. Las juntas directivas tradiciona­les típicament­e se involucran solo al final del proceso de planeación estratégic­a. Por el contrario, las juntas activas suelen presionar para involucras­e desde el inicio, porque la estrategia es muy importante para el desempeño de la compañía. La noción de involucrar a la junta en la planeación estratégic­a puede poner a los CEO a la defensiva. Temen que pudiera afectar el proceso, a causa de su conocimien­to insuficien­te respecto a la empresa. También les preocupa que el involucram­iento de la junta en la planeación provoque interferen­cia en la administra­ción cotidiana de la compañía.

La clave para navegar este desafío es mantener la planeación estratégic­a en manos de la gerencia, pero invitar a los directores a brindar consejo y retroalime­ntación desde el inicio. Una forma de hacerlo es involucrar tempraname­nte a la junta directiva en cuanto a decidir la dirección estratégic­a de la compañía, sin entrar en detalles. El CEO y su equipo pueden desarrolla­r y presentar diversas opciones a la junta.■■

“Recomendam­os reemplazar la presentaci­ón por una reseña verbal bien pensada y una sesión de preguntas y respuestas”.

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