China aumenta controles a empresas
Xi Jinping ha establecido restricciones claras a la inversión en el exterior e i públicas
Guo Junwen era un exitoso desarrollador inmobiliario en el sudoeste de China hace tres años, cuando las autoridades lo acusaron de delitos relacionados con el uso de suelo, incautaron su negocio y lo pusieron tras las rejas.
Ahora que está libre, Guo, quien niega los cargos, dice que la policía se rehúsa a devolverle dinero que todavía le adeuda conforme a la legislación china.
“Me dijeron: ‘no tenemos otra opción’”, afirmó en una entrevista telefónica desde la isla de Batam en Indonesia, donde pasa algunas temporadas. “‘No tenemos nada en tu contra, pero es lo que quieren los de arriba’”.
La relación de China con empresarios como Guo, que ya era complicada, ahora se encuentra bajo mayor presión.
El Partido Comunista, que había suprimido las empresas privadas tras ascender al poder en 1949, las invitó a unirse a sus filas a principios de la década pasada, después de reconocer que el país necesitaba a las compañías privadas para impulsar el crecimiento y la innovación.
No obstante, el Estado ahora ejerce su autoridad sobre las empresas privadas de otras formas.
El presidente Xi Jinping ha hecho todo lo posible para revitalizar a las empresas públicas y ha solicitado a los empresarios que mantengan su lealtad al partido.
Su gobierno ha establecido restricciones claras a la inversión en el exterior e instruido a las firmas privadas para que adquieran alguna participación en empresas públicas. Asimismo, ejerce presión sobre algunas empresas de tecnología para que le otorguen participación en su capital y lugares en sus consejos.
Gobierno "nervioso"
“Pensar en el poder que adquirien las empresas los pone nerviosos”, afirmó Gary Rieschel, fundador de Qiming Venture Partners, firma de capital de riesgo con oficinas en Seattle que invierte en empresas chinas nuevas.
Haciendo referencia a las dos mayores empresas de Internet que tiene China, añadió: “Si piensas en las empresas más valiosas del mundo, detrás de Amazon, Google y Facebook, están Tencent y Alibaba”.
China muestra señales de que se ha percatado del desasosiego prevaleciente en el sector privado, lo cual podría convertirse en un problema ahora que el país trata de encontrar nuevas opciones de crecimiento.
Los líderes de China tomaron una medida inusual en setiembre, cuando intentaron asegurar a los empresarios que apoyarían y protegerían sus derechos.
“La política del gobierno central es muy positiva”, señaló Guo. “Pero el punto clave es la ejecución. La brecha entre el gobierno central y los locales todavía es muy grande”.
El gobierno también ha facilitado a las pequeñas empresas obtener préstamos y reforzó las leyes sobre propiedad intelectual del país, que antes eran muy relajadas.
Durante un discurso con motivo de la inauguración del Congreso del Partido Comunista el miércoles 25 de octubre, Xi Jinping aseveró que el partido “inspirará y protegerá el espíritu emprendedor”.
Las empresas privadas ahora son las principales impulsoras del desarrollo de China.
Tales compañías sustentan el floreciente sector de Internet y su creciente cultura de consumo.
En general, los economistas opinan que China debería dar a las empresas privadas un papel más destacado en un país que todavía depende de industrias públicas infladas.
647 multimillonarios
Al mismo tiempo, los magnates comerciales de China se han convertido en un grupo muy poderoso.
El país ya tiene 647 multimillonarios en términos de dólares estadounidenses, según la lista de la revista Hurun que incluye a los personajes más ricos de China.
Algunos analistas consideran que la intervención del Estado ha ocasionado que los empresarios pierdan confianza en el futuro de China.
Ha habido muy pocas inversiones en el sector privado y muchos magnates conservan su dinero en el extranjero, en caso de que surja algún problema con el gobierno.
Muchos otros sencillamente deciden ser muy discretos.
“Los empresarios conocedores ya saben hacia dónde sopla el viento”, afirmó Rupert Hoogewerf, el presidente de Hurun.
Mo Shaoping, un destacado abogado especializado en derechos humanos que representa a Guo Junwen, señaló que muchos de sus clientes empresarios se sienten inseguros.
Persiste entre ellos el temor de que el gobierno chino los obligue a pagar por lo que llaman el “pecado original”, es decir, por delitos como soborno y fraude relacionados con actos previos a la codificación en China, el momento a partir del cual se definieron con claridad los actos legales y los que no lo son.
Mo se muestra escéptico con respecto a la afirmación del gobierno de que pretende proteger a los empresarios, pues pone como ejemplo que no se aplican de manera estricta los derechos de propiedad privada.
“En realidad, su aplicación ha sido terrible”, expresó. “Es como si se hubieran desechado”.
Viacrucis burocrático
Guo formaba parte de la nueva generación de empresarios chinos. En 1990, recorrió Estados Unidos y quedó cautivado por los encantos de las comodidades que disfrutaba la clase media. Después de ese viaje, estableció una empresa relacionada con computadoras.
Para registrarla, Guo relató que tuvo que ir a 28 oficinas de gobierno para estampar sus documentos con los sellos oficiales. Batalló para obtener préstamos bancarios en una época en la que el gobierno los otorgaba principalmente a empresas públicas.
Creó una empresa inmobiliaria en 1993 e incursionó en la administración hotelera cuatro años después; llegó a ser propietario de cuatro hoteles en China.
Su empresa, Chongqing Xiya Industrial Group, daba empleo a más de 3000 personas.
También cultivó relaciones con funcionarios de gobierno, pero sentía que no lograba superar la profunda desconfianza existente. “Algunos funcionarios, cuando se trata de interactuar con empresarios, prefieren evitarnos; nos tratan como si fuéramos una plaga”, concluyó Guo.
CHINA CUENTA YA CON UN TOTAL DE 647 MULTIMILLONARIOS EN TÉRMINOS DE DÓLARES ESTADOUNIDENSES, SEGÚN LA LISTA DE LA REVISTA HURUN QUE INCLUYE A LOS PERSONAJES MÁS RICOS DE ÉSE PAÍS ASIÁTICO.