El Financiero (Costa Rica)

¿Qué sigue después de aprobada la vía rápida?

Proyecto enfrenta un camino en el que sus antecesore­s han tropezado

- Laura Ávila laura.avila@elfinancie­rocr.com

En cuestión de dos semanas los diputados lograron lo que parecía imposible: conseguir el apoyo de al menos 38 diputados para aplicar un trámite expedito al Proyecto Ley de Fortalecim­iento de las Finanzas Públicas en plena campaña electoral.

La propuesta presentada por el Poder Ejecutivo, entre mayores ingresos y ahorros, podría reducir el déficit fiscal en 1,9% del Producto Interno Bruto (PIB) .

La aprobación de la vía rápida no necesariam­ente implica un final feliz para la intentona liderada por Mario Redondo, del Partido Alianza Demócrata Cristiana (ADC), y Ottón Solís, del Partido Acción Ciudadana (PAC).

A partir del próximo lunes se conformará una comisión especial que trabajará durante tres semanas y posteriorm­ente el proyecto pasará a discusión al Plenario. El texto está sujeto a mociones que lo modifiquen.

Aunque no existe una fecha establecid­a, las previsione­s de Redondo es que el proyecto podría votarse en primer debate entre el 21 y el 28 de abril.

El proyecto base

El Proyecto Ley de Fortalecim­iento de las Finanzas Públicas tiene cuatro componente­s: dos dirigidos a la búsqueda de ingresos frescos para reducir el déficit fiscal y dos que pretenden generar una disciplina fiscal y mayor calidad en el gasto público.

Para la búsqueda de ingresos frescos, se gravarían las rentas pasivas de capital con una tarifa del 15%. También se implementa­ría el Impuesto de Valor Agregado (IVA), con una tasa del 13%. k Vea gráfico “Composició­n...”.

Además, el texto establece un cobro a las rentas y ganancias de capital, para eso se aplicaría una tarifa unificada del 15% como regla general y en casos específico­s (como mutuales o cooperativ­as de ahorro y crédito) se fijaría una tarifa de 8% sobre los rendimient­os. Esta medida eliminaría la dispersión tarifaria actual.

Mientras que el IVA se cobraría en la venta de bienes y en la prestación de servicios, por ejemplo los de transporte, como Uber. Además, se tasarían las actividade­s culturales, artísticas, deportivas, científica­s, educativas, recreativa­s y juegos de azar.

Estarían exentos algunos artículos como la canasta básica, productos veterinari­os y los arrendamie­ntos de inmuebles destinados a vivienda, entre otros.

Los servicios de salud, educación privada y compra de boletos aéreos pagarán el IVA, pero con una tasa diferencia­da del 4%.

El proyecto propone una regla fiscal que limitaría el crecimient­o del gasto corriente, de acuerdo con la relación deuda del Gobierno Central con respecto al PIB. La regla está diseñada para que a medida de que la relación deuda-PIB aumente, la restricció­n del crecimient­o del gasto corriente sea mayor.

En el frente de la contención de gasto, el texto propone modificaci­ones a dedicación exclusiva, prohibició­n, pasar de anualidad a evaluación de desempeño y fija topes a los salarios de lujo.

¿Habrá cambios?

Algunos consideran que esta iniciativa es insuficien­te para paliar la crisis fiscal.

Uno de ellos es Ottón Solís, quien había adelantado que presentará diferentes mociones, con las que intentaría reducir el déficit en 1,5% (cerca de ¢370.000 millones) y que sumadas a las propuestas del Gobierno (1,9%) lograría reducir el déficit primario.

Entre los cambios que pretendía impulsar Solís están elevar el IVA al 16%, poner alícuotas a los salarios elevados, impuestos a las cooperativ­as más grandes, limitar las anualidade­s a 1,94% por año, cobrar 15% de impuesto a las cesantías que pasen los ocho años y eliminar el pago de la prohibició­n y dedicación exclusiva.

Por su parte Natalia Díaz, del Movimiento Libertario, asegura que su bancada solicitarí­a reformas de gasto, incluir otros pluses que no contempla esta reforma –como la cesantía o carrera profesiona­l– que sí están contemplad­os en la propuesta de la diputada verdiblanc­a Sandra Piszk.

Karla Prendas, diputada del Partido Liberación Nacional (PLN), comentó que su bancada aún no discute cuáles mociones le presentará al proyecto.

El camino es resbaloso

El expediente legislativ­o 20.580 tendrá un procedimie­nto especial, conocido como vía rápida.

El proceso se distribuye en varias etapas: comisión especial; mociones de fondo en el Plenario; mociones de reiteració­n; discusión por el fondo del proyecto y votación en primer debate; y consulta constituci­onalidad y segundo debate.

La iniciativa estará en una comisión especial durante tres semanas y luego pasará al Plenario, para que sea votado en primer y segundo debate.

Esta comisión estará conformada por tres diputados del PLN, dos del PAC, uno del Frente Amplio, uno del PUSC, uno del Movimiento Libertario y uno de las fracciones que tengan uno o dos diputados. Los diputados que la integrarán se definirían a inicios la semana del 5 de marzo.

El trabajo en la comisión, es la primera fase, en la que se reciben las primeras mociones de fondo que proponen modificar el texto. Estas se recibirán durante las dos primeras sesiones. De igual forma la comisión podrá conocer mociones de orden (o sea de organizaci­ón) y revisión de votaciones, con límite en cantidad y tiempo de uso de la palabra.

Al vencerse el plazo de la comisión, se desechan las mociones pendientes y al día siguiente se somete a votación. Dos días después, se presentan los dictámenes ante el Plenario.

El texto se discutirá en plenario los lunes, martes y miércoles de 9 a. m. a 12:30 p. m. Durante las dos primeras sesiones del trámite se recibirán mociones de fondo restringid­as en cantidad –es decir, solo una por diputado por artículo– y contenido –como ajustes totales al texto, a capítulos completos o artículos específico­s–.

El directorio legislativ­o revisa las mociones y decide si las admite o no, luego las agrupa por diputado o contenido, y después las envía a la Comisión para su análisis y votación, así se inicia la segunda etapa del proceso.

Los miembros de la Comisión tienen dos días hábiles para estas votaciones y para rendir el informe al Plenario Legislativ­o.

Una vez rendido el informe, el Plenario entra a discutir el proyecto y se abre una tercera etapa de discusión de mociones, se reiteran ante el Plenario las mociones de fondo que se rechazaron en la etapa anterior.

La moción de reiteració­n es una figura que se utiliza cuando las mociones han sido rechazadas y el diputado quiere presentarl­as de nuevo, pero esta vez ante los 57 diputados.

Cuando finaliza el proceso de las mociones de reiteració­n, inicia la cuarta y última etapa, que es la discusión por el fondo del proyecto y cada diputado podrá hacer uso de la palabra durante 10 minutos, en primer y segundo debate.

La tercera (mociones de fondo) y cuarta etapas (discusión por el fondo), se deben desarrolla­r en seis sesiones máximo a partir del momento en que se recibe el informe de Comisión.

Cuando finaliza este proceso, la Presidenci­a le otorga la palabra para la discusión por el fondo a los diputados que lo soliciten –hasta por diez minutos– en primer y segundo debate. Luego, si ningún diputado solicita el uso de la palabra, someterá a votación el proyecto.

Varios diputados consideran que después del primer debate, algunos legislador­es podrían impulsar una consulta ante la Sala IV, por lo que el segundo debate estaría en manos de los nuevos integrante­s del Congreso.■■

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RAFAEL PACHECO EF La Asamblea Legislativ­a aprobó tramitar por la vía rápida la reforma de impuestos propuesta por el gobierno en el proyecto de Ley de Fortalecim­iento de las Finanzas Públicas.

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