Visión anticipada del futuro
Existen señales que alertan sobre la consolidación de un entorno empresarial drásticamente renovado, entre ellas, la disrupción tecnológica, un espectro de nuevas figuras en la fuerza laboral, entre ellas, la economía gig y el crowdsourcing.
Comprender esas tendencias, implica replantear el diseño de las organizaciones, la forma de estructurarlas y gestionarlas, especialmente en su interacción con el nuevo talento.
De cara a esos desafíos, es inspirador descubrir que existe una alta congruencia entre estas tendencias empresariales y las expectativas que las generaciones jóvenes externaron en la última versión del estudio de Deloitte, Millennials 2018.
Atender la voz de los jóvenes, es crucial, tienen una visión anticipada del futuro y quieren llevarnos a él. También señalan sus preocupaciones sociales y las deudas pendientes de la empresa.
Deuda de confianza, oportunidad para el bienestar social: exigen un impacto positivo en la sociedad, el medio ambiente, la creación de empleo, la innovación y bienestar. El balance entre el éxito financiero y el cumplimiento de estos objetivos es clave.
Deuda de diversidad, oportunidad para el compromiso: El buen salario y la cultura los atraen pero la diversidad en la aceptación de las ideas, la inclusión y la flexibilidad son claves para mantenerlos.
Deuda de aprendizaje, oportunidad de impulso a la empleabilidad: El desarrollo de las habilidades suaves y conocimientos híbridos les permitirán ser exitosos en un entorno automatizado, pero solo cuatro de cada diez se sienten preparados y un 60% de las empresas registran no tener planes de aprendizaje para el nuevo trabajo.
Es una invaluable oportunidad para lograr la lealtad del nuevo talento y para aprovechar sus ideas para la renovación del modelo organizacional. Esta tarea se convierte en el reto primordial para el liderazgo.