Forever 21, una alerta para el sector inmobiliario
La quiebra es un recordatorio del ritmo acelerado al que se transforma la industria minorista.
Forever 21, la empresa minorista de California que contribuyó a popularizar la moda rápida en Estados Unidos con sus camisetas de $5, anunció que se declarará en quiebra. Se trata de una clara señal del poder desgastante de los centros comerciales y los gustos cambiantes de los consumidores jóvenes.
La empresa familiar privada acabó con meses de especulaciones acerca de su posible reestructuración al dar a conocer que suspenderá sus operaciones en cuarenta países, incluidos Canadá y Japón, como parte de una declaración de quiebra conforme al Capítulo 11. Cerrará alrededor de 178 tiendas en Estados Unidos, y 350 en total.
Forever 21 afirmó que seguirá operando su sitio web y cientos de tiendas en Estados Unidos, donde es un inquilino muy importante en los centros comerciales, así como otras tiendas en México y América Latina.
“La intención de este proceso es simplificar nuestras operaciones para volver a hacer lo que hacemos mejor”, dijo en una entrevista Linda Chang, vicepresidenta ejecutiva de la cadena. Los padres de Chang, Do Won y Jin Sook Chang, quienes todavía se encargan del negocio, fundaron Forever 21 en los años ochenta, después de emigrar a California provenientes de Corea del Sur.
Pasos en falso
La quiebra es un duro golpe para una empresa que se preciaba de encarnar el sueño estadounidense, así como un recordatorio del ritmo acelerado al que se transforma la industria minorista.
Forever 21 experimentó un gran éxito a principios de la década del 2000 con su amplia variedad de mercancía que imitaba estilos populares de diseñador a precios bajísimos. Junto con Zara y H&M, puso una amplia oferta de moda rápida de microtemporada a disposición de los consumidores estadounidenses, en especial las chicas jóvenes, quienes parecían tener nuevas opciones de prendas de vestir cada vez que ponían un pie en las tiendas.
El problema de la empresa fue que exageró en su expansión, justo cuando la tecnología comenzaba a transformar drásticamente ese segmento de negocios.
“Fuimos de siete a 47 países en menos de seis años, crecimiento que involucró muchas complejidades”, explicó Linda Chang. Al mismo tiempo, añadió, “es obvio que la industria minorista está cambiando; ha disminuido el tráfico de clientes en los centros comerciales y las ventas se desplazan más hacia el sector de las ventas en línea”.
Forever 21, que calcula que el comercio digital es responsable del 16% de sus ventas, experimentó una caída en sus ingresos, de $4.400 millones en 2016 a $3.300 millones en 2018. Tras la reestructuración, la empresa espera obtener $2.500 millones en ventas anuales. En cuanto a su plantilla, ahora cuenta con 32.800 empleados, menos de los 43.000 que tenía en 2016.
Do Won Chang, director ejecutivo de la empresa, señaló en una entrevista concedida en 2012 que seleccionaron el nombre Forever 21 para la cadena porque querían atraer a consumidores veinteañeros, además de que “a la gente mayor le gustaría volver a tener 21 años y los jóvenes quisieran tener 21 para siempre”. Gran parte de la clientela base de la compañía está formada por grupos minoritarios, subrayó Linda Chang, y sus estudios de clientes han indicado que el 40% de los compradores de Forever 21 se ubican en el rango de 25 a 40 años. Enfatizó que la intención de la empresa es mantener su mercancía por debajo de los $50.
En declive
La quiebra de Forever 21 pone de relieve cuán profundo es el abismo entre los centros comerciales estadounidenses de menor calidad, que pierden cada vez más clientes y tiendas ancla, y los mejores, que todavía atraen un gran tráfico de visitantes.
En los años previos a la recesión, e incluso en los posteriores, Forever 21 inauguró tiendas a un ritmo acelerado (estas también funcionaban como el principal vehículo de comercialización de la empresa) y, en muchos casos, mientras más grandes, mejor.
Aunque las mujeres adolescentes y veinteañeras constituían la base de sus consumidores, Forever 21 estaba convencida de que podía venderle a toda la familia. Ocupó espacios en los que antes se habían establecido cadenas que se fueron a quiebra, como Mervyn’s y Gottschalks, y abrió enormes tiendas insignia en las principales ciudades, entre ellas, una colosal en Times Square en 2010, con una superficie de más de 8.000 metros cuadrados en cuatro pisos (la empresa señaló que se encuentra en conversaciones con el arrendador de esa tienda para decidir su futuro).
La minorista, que no pagó la renta de sus tiendas en septiembre para conservar capital, cree que podrá renegociar muchos de contratos de sus tiendas en Estados Unidos tras iniciar el proceso, según Jon Goulding, ejecutivo de la consultora Alvarez & Marsal, quien fungirá como director de reestructuración de Forever 21 para tal efecto. Indicó que la liquidación podría comenzar el 31 de octubre para las tiendas que se cerrarán y que espera que sean menos de 178 en total.
“Muchos de ellos no quieren quedarse con locales vacíos del tamaño que ocupamos, dada la situación que atraviesan los centros comerciales”, comentó acerca de los arrendadores de la cadena.
Aunque la empresa no contaba con datos específicos disponibles, Goulding dijo que lo más probable es que las tiendas con mal desempeño se encuentren en centros comerciales de menor calidad o que han perdido otros minoristas, como Sears, que también se fueron a quiebra.
Forever 21 siguió agregando mercancía conforme crecía y, al parecer, no previó la aparición de competidores tan hábiles en el ámbito digital como Asos y Fashion Nova. En 2014 creó F21 Red, con el plan de vender ahí prendas Forever 21 “básicas”, como camisetas de $1,90 y pantalones vaqueros de $7,90; también inauguró en 2017 Riley Rose, marca de belleza creada por Linda Chang y su hermana, Esther. Lo más probable es que cierren las tiendas Riley Rose y la marca se incorpore a las tiendas existentes de Forever 21, mientras que F21 Red conservará algunos locales independientes.
Linda Chang aseveró que la empresa ve futuro en áreas como la mercancía para caballero y niña, pero planea reducir en gran medida otras, como decoración del hogar y cosméticos.
Debido a que trata de imitar rápidamente prendas de diseñador para sus clientes, desde hace años Forever 21 ha estado involucrada en varios juicios por derechos de autor y marcas comerciales, incluida una reclamación reciente de la cantante Ariana Grande, quien argumenta que la empresa utilizó una “modelo imitadora” para hacer creer que la artista promocionaba sus productos. La compañía dijo que no podía hacer comentarios acerca del posible manejo de juicios pendientes durante su reorganización.
La información que se dará a conocer como parte del proceso de quiebra será interesante para la industria minorista. Forever 21 ha mantenido una cultura corporativa de unión a pesar de su crecimiento por centros comerciales de EE. UU. y por otros países.
FOREVER 21 AFIRMÓ QUE SEGUIRÁ OPERANDO SU SITIO WEB Y CIENTOS DE TIENDAS EN ESTADOS UNIDOS, DONDE ES UN INQUILINO MUY IMPORTANTE EN LOS CENTROS COMERCIALES, ASÍ COMO OTRAS TIENDAS EN MÉXICO Y AMÉRICA LATINA.