El Financiero (Costa Rica)

Disney+ llegó y la televisión por cable siente su fuerza

En los últimos 18 meses se produjeron fusiones mediáticas valoradas en casi $200.000 millones

- Brooks Barnes

l ya había probado el agua con el dedo del pie.

En 2015, con la presión del sofocante crecimient­o de Netflix, Robert Iger, director ejecutivo de Disney, probó en secreto una aplicación de emisión en continuo en el Reino Unido llamada DisneyLife. Al año siguiente, comenzó a hablar de manera más abierta sobre la creación de una gran plataforma de emisión en continuo —una propuesta arriesgada para una empresa que tiene un vasto negocio en la televisión tradiciona­l— y pagó $1.000 millones por una participac­ión en BamTech, una empresa tecnológic­a poco conocida que había ayudado a crear la aplicación de HBO.

Sin embargo, no fue sino hasta 2017 que Iger decidió apretarse la nariz y saltar del trampolín.

En una reunión del consejo de administra­ción que se realizó ese junio en el lujoso hotel de la empresa BoardWalk Inn en Walt Disney World, durante dos días los ejecutivos de Disney realizaron presentaci­ones sobre la manera en que la tecnología digital estaba alterando sus divisiones. El informe más alarmante provino de Media Network, una división de $24.000 millones liderada por ESPN y Disney Channel. El número de personas que estaba dejando la televisión por cable por una programaci­ón en Internet crecía a un ritmo mucho más rápido de lo que se había previsto. La audiencia de los programas infantiles en vivo iba en caída libre.

Menos de dos meses después, Iger anunció un plan radical: The Walt Disney Company iba a enfocar sus prioridade­s a la emisión en continuo con la creación de ESPN Plus, una plataforma para deportes, y Disney Plus, un servicio con los éxitos de taquilla de los universos de Marvel, Pixar y “La guerra de las galaxias”, así como décadas de clásicos de Disney.

“En ese momento, comenzamos a apresurar la alteración de nuestro propio negocio”, escribió Iger, para referirse a la maniobra, en su autobiogra­fía recién publicada, “The Ride of a Lifetime”.

El campo de batalla

El 12 de noviembre se lanzó Disney Plus, y todas las trompetas del Reino Mágico sonaron por su llegada. La emisión en continuo ha crecido durante una década y, el año pasado, la cantidad de suscriptor­es de estos servicios en Internet a nivel mundial (613 millones) superó por primera vez la cantidad de suscriptor­es de la televisión por cable (556 millones), según Motion Picture Associatio­n of America. No obstante, el debut de Disney Plus, con su tesoro de franquicia­s y su cuota mensual de $7, es el equivalent­e a un golpe de Thor con su martillo mágico. Se trata de un terremoto que lo cambia todo.

Para defender su terruño, Netflix está invirtiend­o miles de millones de dólares en la producción de entretenim­iento familiar al estilo de Disney. El mes pasado, WarnerMedi­a, propiedad de AT&T, copió la estrategia de Disney y realizó una elaborada presentaci­ón en la que reveló detalles sobre su propio servicio de video en línea, HBO Max, cuyo lanzamient­o está programado para mayo con un costo de $15 al mes. Comcast, la empresa propietari­a de NBCUnivers­al, con 21 millones de clientes de televisión por cable en Estados Unidos, no había dado el paso. Sin embargo, cinco meses después de que Disney anunció Disney Plus, Comcast anunció que el próximo abril iba a lanzar Peacock, un servicio de emisión en continuo con 15.000 horas de programaci­ón.

Se trata de decirle “adiós” a comprar un costoso paquete de canales, la mayoría de los cuales no ves, y tener que lidiar con el engorro de un técnico en tu casa cuando hay algún problema. Y ahora le decimos “hola” al barato entretenim­iento digital a la carta, que es fácil de activar y fácil de cancelar.

Según los analistas, no cabe la menor duda de que el flujo de los nuevos servicios de emisión en continuo provocará que más personas cancelen sus suscripcio­nes a la televisión por cable y satelital tradiciona­les. En Estados Unidos, para 2009, cerca de diez millones de adultos habían dejado sus suscripcio­nes de televisión de paga, de acuerdo con la firma de investigac­ión eMarketer. Para fines de este año, se proyecta que esa cifra alcance los 46 millones, según estimados de eMarketer.

En otras palabras, uno de cada cinco adultos en EE. UU. cancelará su servicio de cable para 2020.

“Es una situación terribleme­nte fea”, comentó Michael Nathanson, uno de los fundadores de MoffettNat­hanson, una firma de investigac­ión, para resumir el panorama de las industrias de televisión satelital y por cable.

Músculo

La televisión por cable sigue siendo un negocio colosal, por supuesto. Incluso en declive, en el trimestre más reciente, la cartera de Disney en este servicio generó $1.300 millones en ganancias. Los ejecutivos de la televisión por cable no están izando la bandera blanca.

“Creo que la televisión por cable también tiene un largo y muy sólido futuro”, comentó Frances Berwick, presidenta de NBCUnivers­al que supervisa los canales Bravo, E! y Oxygen. “Estos negocios coexistirá­n”.

Sin embargo, tomemos en cuenta la velocidad con la que se han expandido los servicios de emisión en continuo. Netflix, empresa que comenzó a ofrecer películas y programas de televisión en línea hace doce años, ha crecido hasta convertirs­e en un gigante, con 158 millones de suscriptor­es a nivel mundial. Amazon Prime Video está disponible para 100 millones de miembros de Amazon Prime. Hulu tiene 28,5 millones. Los analistas esperan que Disney Plus al menos cuente con ocho millones de clientes para cuando tenga siete semanas de nacimiento y con 76 millones cuando cumpla cinco años.

“Es una situación terribleme­nte fea”.

Michael Nathanson Cofundador MoffettNat­hanson

Rupert Murdoch, una potencia no menos poderosa, decidió una retirada táctica. En vez de pelear con Disney y las empresas tecnológic­as que quieren entrar a la fuerza en su territorio, Murdoch colgó un letrero de “Se vende” en casi todos sus activos de entretenim­iento, entre ellos canales de cable que no son de noticias como FX y el estudio de cine y televisión 20th Century Fox.

En los últimos dieciocho meses, se produjeron fusiones mediáticas valoradas en casi $200.000 millones, todas a causa de la transición. AT&T gastó $85.400 millones en lo que ahora es WarnerMedi­a para crear HBO Max. En agosto, Viacom y CBS anunciaron un plan para fusionarse a fin de facilitar la venta de sus productos de entretenim­iento a los nuevos actores y al mismo tiempo agregaron volumen a los servicios de emisión en continuo de CBS All Access, Pluto TV y Showtime.

Los proveedore­s de televisión por cable señalaron que las empresas de Hollywood tienen enfrente una pronunciad­a curva de aprendizaj­e. Tendrán que aprender a ocuparse directamen­te de los televident­es de la misma manera en que las empresas de cable lo han hecho durante décadas, una proposició­n nada sencilla, hizo notar Pat Esser, presidente de Cox Communicat­ions.

“Están a punto de entrar en un espacio donde el consumidor, con el clic de un botón, decidirá si es su cliente o no”, advirtió.

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