El abecé del Régimen de Tributación Simplificada
Mecanismo es ideal para pequeñas y medianas empresas
Quizás después de comprar algo en un pequeño negocio usted pidió factura electrónica y la respuesta del comerciante fue: “no tengo, es que estoy en el Régimen de Tributación Simplificada”.
Pero, ¿qué es esto y cómo funciona?
La implementación de la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas (9.635) introdujo algunas consideraciones que los propietarios de pequeños negocios deben tener presente si utilizan este sistema.
Con la ayuda de tres especialistas en derecho tributario y contabilidad, EF le explica todo lo que debe saber sobre este régimen de declaración y pago de impuestos.
Se trata de un régimen que le permite a los pequeños contribuyentes cumplir con la declaración y el pago de sus impuestos de una forma más sencilla.
El objetivo final es simplificar las obligaciones tributarias y la contabilidad de los negocios que se acojan a este sistema.
Pueden ingresar las empresas que cumplan con los requisitos de forma voluntaria.
“Para entender este régimen se tiene que tomar en consideración la naturaleza jurídica y fiscal. En primer lugar pueden pertenecer al régimen personas jurídicas y físicas que realicen actividades de industria, comercio y servicios, considerados de bajo impacto fiscal pero formalizadas dentro de las estructuras legales establecidas”, explicó Jorge Araya, académico de la carrera de contaduría de la Universidad Fidélitas.
El segundo aspecto que se debe tomar en cuenta es que se trata de empresarios o emprendedores que pueden llevar –por sí mismos– el control contable de sus compras, registros y pago de impuestos.
Las condiciones más importantes para ingresar y mantenerse en el régimen simplificado son:
Actividades permitidas: el régimen está destinado a actividades productivas y comerciales de bajo impacto monetario, como bares, cantinas, sodas, restaurantes, comercio minorista (pulperías, ferreterías, carnicerías, tiendas, licoreras y similares), fábricas artesanales de barro, panaderías, mueblerías, calzado, talleres de metales, transporte público en modalidad de taxis, pescadores y pequeños productores agrícolas.
Compras anuales: el monto no puede exceder los150 salarios base (¢66.930.000 para el 2019).
Número de empleados: cinco trabajadores declarados ante la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Activos: no pueden superar la suma de 350 salarios base (¢156.170.000).
Otros requisitos: cumplir y mantener aspectos específicos cuando se trata de actividades pesqueras, agrícolas o de transporte público en la modalidad de taxis.
Si una empresa está registrada en este sistema pero incumple con alguno de los requisitos, la Dirección General de Tributación (DGT) puede reclasificarla y trasladarla a otro régimen tradicional sin derecho a oponerse o solicitar revisión. Así se establece en el artículo 42 de la reforma fiscal.
Estas son las formalidades de acuerdo con la explicación de Jorge Araya:
Tener acceso a su cuenta de la Administración Tributaria Virtual (ATV).
Contar con talonarios de facturas en físico o preimpresas. Las facturas se deben emitir en dos supuestos importantes: cuando los contribuyentes lo soliciten y obligatoriamente en las ventas superiores al 5% de un salario base (¢22.310).
Emitir las facturas por monto brutos. No es necesario que se detalle el Impuesto al Valor Agregado (IVA). En este caso se parte del supuesto de que su precio de venta es el precio total de sus compras.
Llevar un auxiliar de compras del trimestre en el libro debidamente autorizado.
Presentar y cancelar las dos declaraciones trimestrales que genera el régimen (IVA y renta) en los meses de marzo, junio, setiembre y diciembre de cada año, dentro de los primeros 15 días hábiles después del cierre de cada periodo.
Se debe declarar y pagar el tributo sobre la renta y el IVA de