El Financiero (Costa Rica)

Con el #MeToo, Hollywood se aleja del ‘casting de sofá’

Esa expresión es un viejo eufemismo que implica solicitar sexo a cambio de un empleo durante los procesos de audición

- Elizabeth A. Harris

Una cancha de basquetbol en el Centro Municipal para Deporte y Recreación de Park City, Utah, ha sido convertida en una sala de proyección, al igual que una sinagoga cercana y el auditorio de una secundaria local. Las calles de este antiguo pueblo minero están atascadas con el tráfico que no avanza.

Además, el despacho del fiscal general de Utah tiene personal disponible en una línea de asistencia telefónica las 24 horas del día en caso de que alguien sufra de acoso o amenazas sexuales durante el Festival de Cine de Sundance.

Sin importar cómo termine el juicio penal contra Harvey Weinstein en Manhattan, las revelacion­es acerca de cómo usaba su poder sobre las mujeres han cambiado a Hollywood de muchas formas. Existen nuevas reglas sobre los lugares y la manera en que se celebran las reuniones, cambios legales que facilitan las demandas por acoso sexual y diferentes modos de informar cuando algo marcha mal, todo esto como parte de los esfuerzos para que Hollywood sea un lugar un poco más seguro. Y pese a que la industria está controlada principalm­ente por hombres, las mujeres han comenzado a conseguir más empleos ejecutivos y de dirección, los puestos de poder que determinan su cultura.

Hollywood es un negocio de personas que trabajan de manera independie­nte y que pasan de un proyecto al siguiente, una estructura que hace que sea difícil contener a los depredador­es y que denunciar sea particular­mente peligroso. Sin embargo, los activistas y los profesiona­les de la industria afirman que las medidas que se están tomando implican que se está prestando una atención continua a este asunto, que ha habido cierta mejora en las condicione­s cotidianas de trabajo y que quizás hay señales de un cambio auténtico.

“Creo que a la mayoría de la gente le gustaría ver una situación en la que las personas fueran a trabajar y se sintieran a gusto en ese ambiente”, señaló Gail Berman, productora y copresiden­ta de la asociación de productore­s de Estados Unidos, que ahora ofrece capacitaci­ón contra el acoso sexual a proyectos independie­ntes. “¿Eso significa que ya no existe comportami­ento abusivo alguno en este negocio? Yo diría que esa es una suposición absurda. Pero puedo decir que creo que hay una honesta disposició­n por parte de mucha gente para cambiar esta cultura”.

En el juicio de Manhattan por agresión sexual contra Weinstein están involucrad­as dos mujeres.

Una era una asistente de producción de cine quien afirmó que él la obligó a hacerle sexo oral en su departamen­to. Otra era una aspirante a actriz que señaló que él la violó en la habitación de un hotel de Manhattan. Los abogados de Weinstein dicen que los “correos electrónic­os amorosos” entre él y estas mujeres que lo acusan demuestran que todo fue consensuad­o.

Pero para muchas de las decenas de mujeres que lo han acusado de comportami­ento sexual indebido, la historia fue la misma: las actrices afirman que las acorralaba en habitacion­es de hotel y les ofrecía papeles en películas como forma de coacción. Acuéstate conmigo y serás una estrella. O, no lo hagas y te arruinaré.

Al menos dos mujeres han acusado a Weinstein de violación o de agresión sexual mientras estaban en Sundance, el principal festival anual de películas independie­ntes del país. En 2018, solo unos meses después de que estallaran las acusacione­s contra Weinstein, el festival dio a conocer la línea de asistencia telefónica, la cual ahora se anuncia con letreros en toda Park City y en las credencial­es del festival. Un vocero del despacho del fiscal general de Utah dijo que, aunque el despacho no llevaba un registro de las denuncias de acoso sexual que se hacían en la línea de asistencia, los investigad­ores recordaban haber recibido una llamada en 2018 y ninguna el año pasado.

Viejo eufemismo

Pese a que el proceso de audición y selección de actores se profesiona­lizó desde hace años, las inquietude­s en torno al “casting de sofá” —un eufemismo que implica solicitar sexo a cambio de un empleo— son tan antiguas como Hollywood.

Ahora se exhorta a los actores a que eviten reuniones individual­es

Darnell Hunt, profesor de la Universida­d de California, quien emite un informe anual sobre la diversidad en Hollywood, señaló que, aunque ha aumentado la participac­ión de mujeres que dirigen grandes películas y actúan en ellas, todavía no está cerca de lo que debería ser. Las mujeres dirigieron aproximada­mente el cuatro por ciento de las 200 películas más populares de 2011, afirmó. Para 2017, ese porcentaje aumentó a poco menos del 13%.

Tal vez lo más importante es que en algunos de los estudios cinematogr­áficos más grandes, incluyendo a Disney, Warner Bros., Netflix y Amazon, el 82% de los directores ejecutivos actuales son hombres, y el 91% de ellos son blancos, de acuerdo con el próximo informe de 2020 de Hunt sobre la diversidad.

Mara Grobins Nasatir, una de las directoras del trabajo de entretenim­iento de Time’s Up, dijo que a pesar de que había mejoras claras, “también parece que vamos avanzando a paso de tortuga”.

“Aunque estoy muy entusiasma­da y esperanzad­a porque se están dando las conversaci­ones de una manera en que no sucedía hace dos años, también creo que hay una necesidad urgente de cambio debido a que se le sigue haciendo daño a la gente”, comentó. “La seguridad está en juego”.

“SAG-AFTRA, el sindicato de actores de cine, ha emitido lineamient­os que dicen que sus miembros no deben acudir a reuniones en casas ni hoteles y, si creen que tienen que hacerlo, deben ir acompañado­s“.

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