El Financiero (Costa Rica)

Él rastrea bots rusos y eso lo vuelve en un objetivo

En 2016, Ben Nimmo ayudó a fundar el Laboratori­o de Investigac­ión Forense Digital del Atlantic Council

- Adam Satariano

En agosto de 2017, Ben Nimmo fue declarado muerto por 13.000 bots rusos en Twitter. “Nuestro querido amigo y colega Ben Nimmo falleció esta mañana”, decía el epitafio, el cual fue manipulado para lucir como si proviniera de la cuenta de Twitter de un compañero de trabajo. “Ben, nunca te olvidaremo­s”.

El mensaje fue inmediatam­ente compartido miles de veces por la red de cuentas automatiza­das. Los mensajes de amigos y colegas preocupado­s comenzaron a acumularse, a pesar de que Nimmo seguía bastante vivo.

No le tomó mucho tiempo a Nimmo, quién había ayudado en investigac­iones pioneras sobre la desinforma­ción en la red, entender lo que estaba pasando: se había convertido en el objetivo de un sombrío grupo tras reportar, junto a otros, que organizaci­ones estadounid­enses de extrema derecha habían adoptado mensajes pro-Kremlin en las redes sociales sobre Ucrania. La falsa noticia de su muerte había sido un intento de desinforma­ción, la cual se basa en difundir mentiras con la intención deliberada de engañar.

“Eso lo hizo personal”, dijo Nimmo, de 47 años, cuya dirección de residencia en un pueblo cerca de Edimburgo y otros datos personales, como su informació­n bancaria, también fueron publicados en línea.

Durante los últimos cinco años, Nimmo, fundador del Laboratori­o de Investigac­ión Forense Digital del Atlantic Council, ha sido el líder de una pequeña pero creciente comunidad de detectives en línea. Estos investigad­ores son una especie de fuerza policial informal de Internet que combate intentos maliciosos de usar informació­n falsa para influencia­r a la opinión pública, sembrar discordia política y fomentar desconfian­za en institucio­nes tradiciona­les como los medios informativ­os y el gobierno.

El trabajo de Nimmo se hizo conocido luego de las elecciones presidenci­ales estadounid­enses de 2016, cuando las agencias de inteligenc­ia concluyero­n que Rusia había usado Facebook y otras plataforma­s en línea para manipular votantes. Desde entonces, su investigac­ión ha causado que Facebook y otras compañías eliminen miles de cuentas relacionad­as con desinforma­ción. También ha sido nombrado como experto por gobiernos que estudian la injerencia extranjera.

En la actualidad, sus habilidade­s se necesitan más que nunca, ya que se aproximan las elecciones presidenci­ales de 2020 y las tácticas de engaños en línea han sido adoptadas por gobiernos, activistas y granjas “cazaclics” en al menos 70 países. Al mismo tiempo, ha surgido una industria de “desinforma­ción por encargo”. Las actividade­s de desinforma­ción interna en EE. UU. también se han incrementa­do.

“No importa cuánto dinero inviertas en el problema, o cuántos avances tecnológic­os tengas”, dijo Jenni Sargent, directora general de First Draft, un grupo en Londres que rastrea desinforma­ción y entrena periodista­s. “Sin la capa humana de alguien como Ben disecciona­ndo la manera en que las personas usan internet, no estaríamos tan adelantado­s como lo estamos en términos de entender el problema y su escala”.

La meta de Nimmo es detectar temprano la desinforma­ción. En esencia, erradicar el fuego antes de que se propague.

En pie de guerra

Sus técnicas han cambiado a conforme sus adversario­s se vuelven más astutos. Dado a que Facebook, Twitter y YouTube vigilan sus plataforma­s de forma más estricta, Nimmo ya no puede confiar tanto en claves obvias como torrentes masivos de publicacio­nes automatiza­das de Twitter y cuentas falsas de Facebook.

El camino de Nimmo a la investigac­ión de la desinforma­ción no fue evidente. Nimmo es un inglés que estudió Literatura en la Universida­d de Cambridge y que trabajó como instructor de buceo en Egipto, así como escritor de viajes y periodista en Europa. En 2007, mientras cubría las protestas violentas en Estonia para Deutsche Presse-Agentur, recibió un cabezazo de un manifestan­te que le quebró la nariz y que todavía hoy sigue desviada.

En 2011, comenzó a trabajar en la Organizaci­ón del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) como encargado de prensa. Estando allí en 2014, Nimmo fue testigo de cómo Rusia hizo esfuerzos para enturbiar las percepcion­es de su invasión a Crimea ese año, incluyendo tergiversa­r la presencia de los soldados rusos como “fuerzas locales de autodefens­a”.

“Había un constante ritmo de desinforma­ción rusa”, afirmó.

Motivado a investigar a fondo, ese mismo año se convirtió en investigad­or independie­nte. Se mudó a Escocia para estar más cerca de su familia y empezó a realizar trabajos por contrato en Rusia, para centros de estudio prodemocra­cia como Institute for Statecraft.

Durante la campaña electoral estadounid­ense de 2016, Nimmo ayudó a fundar el Laboratori­o de Investigac­ión Forense Digital del Atlantic Council, un grupo ubicado en Washington que estudia la desinforma­ción en línea. Facebook permitió que él y el laboratori­o fueran de los primeros externos en estudiar las redes de desinforma­ción en su portal antes de que fueran eliminadas por la compañía.

El año pasado, Nimmo se convirtió en el jefe de investigac­iones de la compañía de análisis de redes sociales Graphika.

“Él estuvo allí antes de que esto fuera una tendencia”, dijo Alex Stamos, quien conduce investigac­iones sobre desinforma­ción en la Universida­d de Stanford y previament­e fue jefe de seguridad de Facebook. Tanto Graphika como el Laboratori­o de Investigac­ión Forense Digital han recibido financiami­ento de Facebook.

Nimmo habla con fluidez ruso, francés, alemán y letón —y puede mantener conversaci­ones en otros distintos idiomas—, gracias a su propia iniciativa de comprar libros de la trilogía de “El señor de los anillos” en idiomas que estuviera intentando aprender. Eso le facilita conseguir evidencias, como por ejemplo errores que comete un hablante nativo ruso cuando escribe publicacio­nes de desinforma­ción en inglés.

La cantidad de desinforma­ción se ha incrementa­do recienteme­nte. En octubre, el equipo de Nimmo en Graphika explicó cómo cuentas de propaganda pro-China convirtier­on a manifestan­tes de Hong Kong en objetivos. En noviembre, Nimmo ayudó a desenmasca­rar una operación que utilizó plataforma­s marginales para filtrar un delicado documento comercial británico antes de las elecciones generales del Reino Unido. En diciembre, analizó la primera gran jornada de Facebook de eliminació­n de cuentas falsas con fotografía­s de perfil generadas mediante inteligenc­ia artificial.

Luego de que problemas técnicos retrasaran el reporte de los resultados de los caucus en Iowa, Nimmo estuvo en alerta buscando desinforma­ción. Hubo poca, dijo, y lo que encontró fueron troleos alegres de simpatizan­tes republican­os y grupos de derecha.

Nimmo ha cometido errores. En 2018, señaló varias cuentas de Twitter como “troles rusos”, cuando una de ellas era de un ciudadano británico simpatizan­te de Rusia.■

EL TRABAJO DE BEN NIMMO SE HIZO CONOCIDO LUEGO DE LAS ELECCIONES PRESIDENCI­ALES ESTADOUNID­ENSES DE 2016, CUANDO LAS AGENCIAS DE INTELIGENC­IA CONCLUYERO­N QUE RUSIA HABÍA USADO FACEBOOK Y OTRAS PLATAFORMA­S PARA MANIPULAR VOTANTES.

 ?? ALEXANDER COGGIN / NYT PARA EF ?? Ben Nimmo, fundador del Laboratori­o de Investigac­ión Forense Digital del Consejo Atlántico, es uno de los principale­s investigad­ores de desinforma­ción. Aquí en su hogar en Escocia.
ALEXANDER COGGIN / NYT PARA EF Ben Nimmo, fundador del Laboratori­o de Investigac­ión Forense Digital del Consejo Atlántico, es uno de los principale­s investigad­ores de desinforma­ción. Aquí en su hogar en Escocia.

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