Proyección inicial de afectados
El Gobierno habilitará en los próximos días una nueva página web exclusiva para tramitar los subsidios que entregará a las personas afectadas económicamente por el impacto del coronavirus.
La plataforma será el único medio por el cual los interesados en recibir estas subvenciones podrán registrarse, subir una serie de documentos y autogestionar su solicitud. Cada trámite será revisado y evaluado por el Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS) o por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS).
Juan Luis Bermúdez, ministro de desarrollo humano e inclusión social, explicó en entrevista con EF, que están enfocados en dos temas prioritarios para acelerar la entrega de los subsidios.
“Trabajamos en una plataforma digital única por medio de la cual se recibirán las solicitudes de ayuda de las personas. En segundo lugar, nos focalizamos en el presupuesto extraordinario que será enviado a la Asamblea Legislativa esta misma semana para obtener recursos que permitan dar estas ayudas”, apuntó el también presidente ejecutivo del IMAS.
El plan es obtener ¢225.000 millones una vez que el presupuesto extraordinario se apruebe en el Congreso. Ese dinero se distribuirá en ¢25.000 millones para el IMAS y ¢200.000 millones para el Ministerio de Trabajo.
Bermúdez agregó que el IMAS se enfocará en atender con sus propios recursos, más el aporte del presupuesto extraordinario, a las poblaciones vulnerables en pobreza extrema y otros grupos que ya reciben ayudas del Estado.
Mientras que el Ministerio de Trabajo revisará y aprobará las subvenciones para personas que perdieron el empleo por el impacto del coronavirus, o para quienes sufrieron suspensiones temporales de contratos o reducciones de jornadas laborales.
“Nos corresponde hacer una adecuada distribución, privilegiando a aquellos hogares en los que hay adultos mayores, jefaturas femeninas, personas con discapacidad o alguien con enfermedad crónica degenerativa. Son algunas de las variables que que están identificando en el protocolo para poder hacer una asignación lo más justa y precisa posible”, aclaró el jerarca.
Los subsidios también se entregarán a personas que trabajaban en la informalidad y que dejaron de percibir ingresos.
El Ejecutivo se encuentra en la etapa de creación de protocolos y criterios para definir los perfiles de personas que tendrán acceso a estas transferencias sociales en momentos cuando varios sectores de la economía cayeron a cero ingresos, como, por ejemplo, el turismo.
Los subsidios que entregará el Gobierno rondarán entre los ¢100.000 y los ¢200.000 mensuales. Los ¢225.000 millones del primer presupuesto extraordinario alcanzarán para entregar ayudas a 325.000 hogares durante un periodo de tres meses.
De acuerdo con el ministro, están inmersos en identificación de partidas y rubros, en las diferentes instituciones públicas, para dirigirlos de forma directa a las arcas del IMAS o del MTSS con el objetivo de empezar a dar ayudas a algunas personas mientras se aprueba el proyecto de ley del presupuesto.
Pilar Garrido, ministra de planificación y coordinadora del equipo económico del Gobierno, explicó que las proyecciones sobre el nivel de personas afectadas por el desempleo en el país son poco alentadoras.
El escenario más conservador parte de unas 365.000 personas, pero la cifra podría ser mucho mayor.
En este momento el Ejecutivo apura el paso para tratar de acumular liquidez que le permita enfrentar la emergencia sanitaria, otorgar dinero a los afectados por el apagón económico y mantener la operación regular del Estado.
Los dos ministros coinciden en que los recursos disponibles hasta ahora no alcanzan para otorgar ayudas en dinero a las personas que vieron sus ingresos reducidos, por eso necesitan que la Asamblea Legislativa apruebe el presupuesto extraordinario, el primero de varios más que vendrán en las próximas semanas.
El IMAS, por ejemplo, proyecta una caída del 20% en sus fuentes regulares de ingresos que se nutren de aportes del Fondo de Desarrollo y Asignaciones Familiares (Fodesaf), las tiendas libres de impuestos y el tributo a los moteles. Esta caída representa cerca de ¢55.000 millones al año, el monto es mayor a lo que transfiere la entidad al programa “Crecemos” destinado a niños en preescolar.
Las reducciones en la base mínima contributiva de los aportes que hacen patronos y empleados a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), el cierre de empresas que dejan de pagar esa carga, y la disminución de labores en el esquema de trabajo independiente tendrá efectos negativos en los recursos que se destinan a Fodesaf.
Se conoce así al dinero que por diferentes
El Gobierno estima que la cantidad de trabajadores formales e informales que tendrán impacto en sus ingresos rondará entre 365.000 y 700.000 personas. razones −o en diferentes contextos históricos− los gobiernos entregan directamente a las personas. El término fue acuñado por el economista Milton Friedman, en 1969. Desde entonces se utiliza para referirse a subvenciones orientadas a una política monetaria o fiscal expansiva.
Friedman ilustró este mecanismo con el ejemplo de que el gobierno se subía a un helicóptero y desde lo alto dejaba caer el dinero para que la gente lo gastara. El objetivo es estimular la demanda agregada, es decir, impulsar la economía ante estancamientos o recesiones.
La idea de dar subsidios a personas afectadas económicamente por el coronavirus no es nueva, ni exclusiva de Costa Rica.
Estados Unidos dispone de una partida por $250.000 millones para dar ayudas de $1.200 mensuales a quienes percibían una renta de menos de $75.000 anuales, más $500 adicionales por cada menor de 17 años en el hogar.
Alemania usará 50.000 millones ensubsidios directos a empleados afectados por la crisis, pequeñas empresas con menos de diez personas y trabajadores independientes.
La asignación de subvenciones en momentos de crisis está limitada por la disponibilidad de recursos que tiene cada gobierno.
En Costa Rica, el dinero en manos del Gobierno para destinarlo a transferencias helicóptero es limitado y por esa razón debe buscar una reorganización de sus prioridades presupuestarias, préstamos internacionales y acceso a más deuda pública.
“Trabajamos en una plataforma digital única por medio de la cual se recibirán las solicitudes de ayuda de las personas”.