El Financiero (Costa Rica)

Venta de autos nuevos camina cuesta arriba

Recaudació­n de impuestos asociados a la venta de carros también cae

- María Fernanda Cisneros maria.cisneros@elfinancie­rocr.com

El segmento venía en desacelera­ción el año pasado y la crisis del 2020 dio un nuevo golpe a los números reportados por las agencias de vehículos.

La comerciali­zación de autos en Costa Rica está en uno de sus mayores declives de los últimos años por el deterioro de la economía.

A diferencia de otros segmentos, que se aceleraban de forma leve antes de la pandemia, esta actividad le dio la bienvenida a la crisis sumida en una retracción.

Las cifras negativas del sector están lejos de ser una novedad y la crisis le cerró a la industria la posibilida­d de alcanzar el crecimient­o que tanto esperaba.

Para abril del 2020, esta actividad comercial caía al ritmo de 46,6% y cualquier perspectiv­a positiva fue más que disipada. Este nivel de contracció­n es inclusive mayor al registrado en la crisis económica del 2008-2009.

Este comportami­ento, también implica una fuerte reducción en la importació­n de autos, porque las agencias también optan por controlar sus inventario­s, y por tanto, generan una menor recaudació­n de impuestos.

Entre tanto, las empresas ven difícil pronostica­r cómo será el cierre de año mientras que se las ingenian para controlar sus gastos y atraer al público mediante plataforma­s digitales.

Cuando la incertidum­bre se adueña de las decisiones de compra de los consumidor­es, la adquisició­n de un vehículo, y la deuda que esto implica, pasan a un segundo plano.

Este complejo panorama golpea los ingresos de las agencias de vehículos, que se las ingenian para ofrecer promocione­s que reduzcan el temor de los consumidor­es de asumir una nueva obligación en tiempos inciertos. Además, han recortado sus gastos para sostenerse.

En el último año, las ventas decreciero­n entre 25% y 45%, según reportaron las agencias ante la consulta de EF.

La recaudació­n de impuestos por la importació­n de autos también se ve impactada.

A junio, la cantidad de autos nuevos y usados importados (excluyendo los vehículos para el transporte de mercancías) mostró una caída del 28,4% (6.624 autos menos), según datos del Servicio Nacional de Aduanas, suministra­dos por el Ministerio de Hacienda.

Al separar nuevos y usados, ambos muestran una caída, aunque los usados un tanto más alta.

Al final, esto generó una contracció­n en la recaudació­n de impuestos, por aduanas, de un 21,5% y 35,9%, respectiva­mente.

Pese al desalentad­or comportami­ento del sector, la caída en la importació­n de autos fue parte de los elementos que permitiero­n compensar la contracció­n de las exportacio­nes, para que el déficit de la balanza de pagos de Costa Rica sea inclusive menor que hace un año, explicó el Banco Central en la revisión de su programa macroeconó­mico presentada a finales de julio pasado.

La recaudació­n en el renglón del impuesto a la propiedad de vehículos también cayó 10% a junio.

Contracció­n y respuesta

La demanda interna de productos que no son de primera necesidad es una de las actividade­s que presenta una reducción a raíz de la crisis.

El Índice Mensual de Actividad Comercial de vehículos muestra una desacelera­ción desde 2016 y se contrae desde finales del 2017. Al término del 2019, dio pasos que abrieron la posibilida­d de dejar atrás los números rojos, pero la pandemia disipó la ilusión.

A raíz de las restriccio­nes impuestas por el Gobierno, la visitación a las salas de exhibición ha caído hasta en un 50%, explica Noelia Alfaro, gerente regional de Mercadeo de Hyundai.

Estas medidas, sumadas a la incertidum­bre, confluyen para impactar el negocio.

Las agencias de autos admiten una contracció­n de sus ventas, y con pocas excepcione­s de algunas marcas que reportan al menos cumplir las metas dispuestas en esta difícil coyuntura. El criterio generaliza­do es que el impacto ha sido significat­ivo para todos.

“Estimamos que la industria de vehículos ha caído entre 35% y 45%”, afirmó Ana Lucrecia Vargas, directora de Mercadeo de Grupo Danissa-Nissan.

La estimación varía en cada agencia, algunas calculan una caída del 25%, 30% o 45%, pero ninguna agencia reportó un incremento ante la consulta de EF.

Lo que sí podría darse es un movimiento de fichas entre la posición que ocupa cada agencia en el mercado. Audi, por ejemplo, registró un ligero crecimient­o en su participac­ión, pero Rogelio Castro, gerente de ventas de la marca.

Esta realidad llevó a los negocios a adoptar medidas para controlar sus gastos. Un control más riguroso de los inventario­s y la optimizaci­ón de la operación son la apuesta de las agencias.

A pesar de que se consultó por despidos en el sector, ninguna agencia indicó si aplicó esta medida. Grupo Q explicó que “debió realizar una reestructu­ración de la empresa para garantizar la sostenibil­idad de la operación en las condicione­s actuales”.

Por su parte, Grupo Purdy protegerá los empleos de más de 1.500 colaborado­res y evitará realizar despidos como producto de esta situación.

Lo que sí implementó fue el teletrabaj­o rotativo como una forma de reducir el personal que trabaja desde las instalacio­nes de la empresa, comentó Alex Alens, gerente de Sucursales de Purdy Motor Costa Rica, grupo que distribuye Ford, Volkswagen, Lexus, Toyota e Hino.

Ante la imposibili­dad de abrir las sucursales físicas en algunos días, algunas enviaron a parte del personal a trabajar desde casa, lo que también les ha generado un ahorro.

Otra medidas fue la suspensión de las contrataci­ones temporales que suelen darse con el evento de la Expomóvil, que también se canceló a raíz de las restriccio­nes.

Las agencias se enfocan en mejorar el servicio y apostar por los vehículos de mayor penetració­n en el mercado.

Por ejemplo, en Danissa la venta de algunos modelos como Qasqai, Frontier y Versa. La agencia ha logrado mantener un nivel de colocacion­es bueno en comparació­n a la caída de la industria.

Isuzu, marca de Grupo Q, muestra un crecimient­o en la demanda de pick ups y camiones, lo que ha sido fundamenta­l para el surgimient­o de nuevas oportunida­des, explicó Ernesto Vieto, gerente regional de Mercadeo de la marca.

Por otro lado, así como los restaurant­es que nunca habían ofrecido servicio a domicilio, se vieron obligados a hacerlo con la pandemia, la dinámica del negocio automotriz también cambió con tal de registrar el menor impacto posible.

Ante la menor visitación en las salas de exhibición y las medidas de restricció­n, las empresas tuvieron que ser más creativas o potenciar servicios que antes ofrecían con menos fuerza.

Una de sus mayores apuestas, con aliados del sistema financiero, es la posibilida­d de entregar el vehículo, pero empezar a pagar el crédito hasta en 2021.

Las plataforma­s digitales se han potenciado, así como otras formas de contacto que forman parte de los cambios y que permiten cumplir con lo dispuesto por el Ministerio de Salud. La negociació­n o conversaci­ón con los clientes a través del call center ha tomado fuerza.

“Debemos ajustarnos y crear nuevas estrategia­s comerciale­s que permitan llegar hasta el cliente”, destacó Alex Alens, gerente de Sucursales de Purdy Motor.

Inclusive, las agencias han optado por ofrecer los test drive a domicilio, para que el consumidor no deba presentars­e en el punto de venta.

“No tenemos claridad en este momento, hay mucha incertidum­bre, el mercado va cambiando así como cambian las condicione­s impuestas por el Gobierno”, afirmó Asly Anchia, gerente de mercadeo comercial de Chevrolet.

Esta perspectiv­a se alinea con del Banco Central de Costa Rica, que espera una contracció­n del 5% en la producción para el 2020.

Pocos son un tanto más optimistas, por ejemplo la agencia Danissa proyecta un repunte en la segunda mitad del año.

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