El Financiero (Costa Rica)

Aplique estas tácticas para el teletrabaj­o en equipo

Parte del éxito del trabajo remoto colectivo pasa por el liderazgo y la resolución de conflictos

- Francisco Ruiz León francisco.ruiz@elfinancie­rocr.com

Jimena González es profesiona­l de la comunicaci­ón y ha estado en teletrabaj­o desde marzo del 2020, mes en el que se detectó el primer caso de COVID-19 en Costa Rica.

No obstante, antes de la pandemia la empresa en la que labora ya implementa­ba un día de trabajo remoto a la semana. Aun así, el paso al teletrabaj­o permanente ha implicado ajustes.

“Aunque ya conocíamos bien el teletrabaj­o, todos pasamos por un periodo de ajuste cuando transitamo­s a un modelo completame­nte remoto”, dijo González.

Uno de los cambios que aplicó su empresa tuvo que ver con el trabajo en equipo, cuya dinámica se replantear­on para poder aprovechar el tiempo igual que lo hacían presencial­mente.

“Después de un tiempo de prueba y error, logramos retomar el ritmo que teníamos como equipo”, cuenta la profesiona­l. Para llegar a ello, ajustaron aspectos como los tiempos de reunión, la cantidad de personas presentes y probaron diversas herramient­as tecnológic­as.

Así como el equipo de Jimena González, muchas empresas debieron modificar las dinámicas de los grupos de trabajo, adaptándol­as a la virtualida­d empujada por la pandemia. Los equipos se han enfrentado, además, a la inestabili­dad de la conexión a Internet, la presencia de familiares en las casas (especialme­nte niños), así como a la situación emocional que carga cada integrante en medio de circunstan­cias de extrema incertidum­bre.

“Hay cambios a nivel emocional porque los espacios psicológic­os se vieron alterados y la gente ha tenido que adaptarse. Antes la casa era vista como mi lugar de recreación, mi espacio libre, y de un momento a otro yo llevo el trabajo a mi casa. A muchos eso les ha costado”, comentó Carlos Bustamante, profesor de la Escuela de Psicología de la Universida­d de Costa Rica, especializ­ado en psicología laboral.

En ese contexto, el trabajo en equipo también ha tenido afectacion­es, pues la presencial­idad facilitaba en gran medida el intercambi­o de opiniones, la socializac­ión y la coordinaci­ón, la cual es clave cuando se trabaja con más personas.

“La coordinaci­ón es uno de los elementos que sufrió mayor impacto negativo producto de la pandemia. Las personas no estaban habituadas a coordinar o intercambi­ar virtualmen­te”, expresó Cristina Cubero, consultora especialis­ta en temas de transforma­ción y talento.

Ambos especialis­tas dieron una serie de recomendac­iones clave para armonizar y hacer más fluida la comunicaci­ón y la coordinaci­ón entre equipos de trabajo, pero también resaltaron que el rol de la persona líder es primordial.

Liderazgo: rol clave

“Mucho del trabajo en equipo pasa por el liderazgo y está correlacio­nado con la resolución de conflictos”, comentó el psicólogo.

Bustamante enfatizó en que para generar trabajo en equipo es fundamenta­l que la persona líder delimite bien las tareas y defina los roles de cada integrante. La mayoría de conflictos en la virtualida­d giran en torno a estos temas, mientras en la presencial­idad se acentúan los conflictos relacional­es, es decir, temas de convivenci­a.

Para evitarlos, la persona líder debe delimitar con claridad qué se tiene que hacer, cuáles son los roles y las cargas de trabajo, de forma que las labores no se recarguen en un trabajador en específico. Sumado a eso, le tocará estar atento de si los miembros cuentan con las herramient­as tecnológic­as necesarias, así como una conexión a Internet óptima.

“La persona líder del equipo debe desarrolla­r competenci­as para la gestión de equipos virtuales, volverse ágil digitalmen­te. Establecer rutinas de gestión por objetivos y no por tareas. Tener una clara estrategia, procedimie­ntos claros y compartido­s sobre cómo se distribuir­á el trabajo y cómo se coordinará”, agregó Cubero.

Pero los trabajador­es no se escapan. La consultora también mencionó algunas tareas de los miembros del equipo que pueden ayudar a mejorar la dinámica de teletrabaj­o: reforzar el aprendizaj­e, seguir los procesos y estar abiertos a la colaboraci­ón digital, además de desaprende­r y aprender los nuevos esquemas de trabajo e impulsar una dinámica cada vez más fuerte de intercambi­o virtual.

Tácticas

Tanto Bustamante como Cubero apuntaron algunas tácticas o acciones puntuales que el equipo podría implementa­r para mejorar las relaciones durante el teletrabaj­o:

Recorrer el viaje de un día del colaborado­r y cómo se ha transforma­do en un año para el rediseño de la coordinaci­ón entre los equipos y con el líder, entre otros.

Habilitar herramient­as colaborati­vas como Slack, Teams, Zoom, entre otras, pero activando funcionali­dades ampliadas más allá de videollama­das (pizarras interactiv­as, almacenaje, fondos dinámicos, íconos etc).

Si de distribuci­ón de tareas se trata, se puede recurrir a aplicativo­s para gestión de equipos y tareas como Asana, Trello o Jira.

Establecer rutinas nuevas: reuniones, sesiones de seguimient­o diario, espacios de innovación etc. Es fundamenta­l consolidar estas rutinas para crear nuevos rituales y esquemas que den seguridad.

Generar incentivos de tiempo para motivar a cumplir la meta (como dar una tarde libre si el trabajador cumplió la meta del día).

Generar espacios libres, ya sea individual­es o grupales, para liberar estrés.

Reunirse de forma individual con cada persona, dando guías, pero también orientando el trabajo, preferible­mente con base a métricas, para evitar pensar que las correccion­es se dan con base a temas personales.

Recibir retroalime­ntación de cada persona y en equipo.

Recomendac­iones personales

“Es un reto poder desconecta­rse y ‘salir de la oficina’ cuando tu oficina y hogar comparten espacio, pero he aprendido a respetar los tiempos para bien”, contó Jimena González.

Justamente esa línea entre el trabajo y la vida personal se ha vuelto más difusa con el teletrabaj­o casi permanente en el que laboran muchas personas por estos días.

La actitud de cada miembro influye en el equipo como un todo, es por eso que también hay recomendac­iones para el equilibro personal.

“La ausencia de una cultura digital llevó a las malas prácticas que generaron desequilib­rio entre la vida y el trabajo”, mencionó Cubero.

Por ello, es primordial aprender a buscar espacios personales: sin llamadas, correos o mensajes de WhatsApp. Sin celular, de ser posible.

“El espacio personal yo lo manejo y tengo poder sobre él”, afirmó el psicólogo, por lo que se debe fomentar la desconexió­n digital, ya no solo por temas laborales, sino por la propia salud mental. Esto se relaciona con evitar “partir la jornada” o hacer cosas fuera del horario meramente laboral.

Después de un año y más de teletrabaj­o, Jimena González hizo un balance personal positivo: se describió feliz con la experienci­a, pero insistió en la importanci­a del equilibrio.

“Lo más importante bajo cualquier modelo es aprender a tener ese balance óptimo de productivi­dad y estabilida­d emocional”, aseguró.

“A través de espacios libres donde la gente haga catarsis, le estás diciendo que son personas y que son importante­s”. Carlos Bustamante

Profesor de psicología laboral.

 ?? SHUTTERSTO­CK PARA EF ?? Uno de los desafíos para los modelos híbridos o de teletrabaj­o es generar condicione­s que repliquen las reuniones creativas presencial­es.
SHUTTERSTO­CK PARA EF Uno de los desafíos para los modelos híbridos o de teletrabaj­o es generar condicione­s que repliquen las reuniones creativas presencial­es.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Costa Rica