El Financiero (Costa Rica)

¿Qué esperar del impuesto global?

La idea avanzó con el apoyo de 130 países, incluyendo a Costa Rica.

- Josué Alfaro josue.alfaro@nacion.com

La idea de aplicar un impuesto mínimo global para tasar a las grandes transnacio­nales, comandada por la Organizaci­ón para la Cooperació­n y el Desarrollo Económico (OCDE) y que ahora cuenta con el respaldo de 130 países y jurisdicci­ones, implicaría un antes y un después para la dinámica de estas compañías, de los países en que tiene sus casas matrices y aquellos que buscan atraer parte de sus operacione­s.

La OCDE aseguró que será hasta octubre cuando publique los principale­s detalles de la iniciativa que espera se implemente en 2023.

EF analizó las siete claves sobre la idea que toma fuerza en el mundo, y que ya es apoyada por Costa Rica.

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¿Cuál sería el impuesto? La OCDE reveló este 1º. de julio nuevos detalles sobre la propuesta internacio­nal de imponer un piso de “al menos” un 15% al cobro del Impuesto sobre la Renta para las grandes empresas transnacio­nales.

Según comunicó la entidad, la idea es aplicar dos pilares para “garantizar que las grandes empresas multinacio­nales paguen impuestos donde operan y obtienen ganancias”, al mismo tiempo que se “agrega certeza y estabilida­d necesarias para el sistema tributario internacio­nal”.

Los pilares del gravamen se pensaron en dos vías, según explicó a EF el director del área de Fiscalidad Internacio­nal de la firma Grant Thornton, Alonso Erak: uno sería para las grandes empresas tecnológic­as y otro para el resto de entidades.

Las grandes empresas tecnológic­as –como Google, Amazon o Facebook– tendrían que tributar en los lugares en que realizan sus operacione­s y tienen mercados, a pesar de que dividen sus operacione­s en distintas partes del mundo.

El resto de las empresas deberían pagar la tasa de al menos un 15% del impuesto corporativ­o por reclamo del país en el que realizan sus operacione­s o, en su defecto, porque lo reclama su país de origen.

“El pilar uno se dedica meramente a los negocios digitales para imponer derechos de impuestos en aquellos países donde estos tienen mercado y no solo donde ponen sus oficinas. El pilar dos busca evitar una competenci­a desleal entre países con sus tarifas de renta”, comentó.

Algo similar analizó Fernando Ocampo, exvicemini­stro de Comercio Exterior (2010-2014) y decano de la Universida­d LEAD. Él explicó semanas atrás en una respuesta electrónic­a a EF que la intención general del nuevo tributo sería “evitar que los países compitan por atraer inversión extranjera directa solamente a través tasa reducidas”.

2 ¿Cuánto dinero se recaudaría? La OCDE informó sobre sus proyeccion­es a través de un comunicado de prensa.

Según escribió, el eje relacionad­o con las grandes empresas tecnológic­as permitiría reasignar los derechos impositivo­s sobre más de $100.000 millones; mientras que el segundo eje, que cubriría al resto de las empresas, permitiría aumentar la recaudació­n mundial de impuestos en $150.000 millones anuales a nivel internacio­nal.

3 ¿Quiénes apoyan el impuesto? La propuesta, que trabaja la OCDE desde hace ya varios años y que cobró mayor fuerza con el apoyo del presidente estadounid­ense Joe Biden, ahora cuenta con el apoyo de 130 naciones que acordaron avanzar con las negociacio­nes sobre el tema. Estas naciones, indicó la OCDE, representa­n un 90% de la producción mundial.

Biden incluso habló de subir la tasa por encima del 20%.

Según declaró el secretario general de la OCDE, Mathias Cormann, “este paquete de medidas históricas garantizar­á que las grandes empresas multinacio­nales paguen su parte justa de impuestos en todo el mundo”.

El acuerdo se comunicó apenas un mes después de que, el 5 de junio, los ministros de Finanzas de las potencias del G7 comunicaro­n su acuerdo en torno al gravamen mínimo a nivel internacio­nal.

4 ¿Cuál es la posición de Costa Rica? Consultado por EF, el ministro de Hacienda, Elian Villegas, aseguró que el país respalda las negociacio­nes y que además participar­á directamen­te en ellas, como miembro de la OCDE. Sin embargo, también aseguró que como país “debemos ser cautelosos para la implementa­ción”.

“Tenemos que observar lo que sucede en otros países y realizar esfuerzos para que este proceso vaya caminando de una forma multilater­al, en la que todos los países vayamos tomando una porción de las ventajas que tiene la propuesta en su totalidad”, comentó.

Según el ministro de Hacienda, Costa Rica deberá ser cuidadoso para continuar fortalecie­ndo su sistema de zonas francas.

5 ¿Qué podría representa­r el impuesto para Costa Rica? El exvicemini­stro Ocampo aseguró a EF semanas atrás que aún es muy temprano para determinar los efectos que podría tener este impuesto sobre Costa Rica y su estrategia de atracción de empresas multinacio­nales, pues todavía son muchos los detalles que falta por negociar y normar.

En el corto plazo, sí indicó que el régimen de zonas francas costarrice­nse fue evaluado positivame­nte por la OCDE y cuenta con los sellos de aprobación internacio­nales. También dijo que los acuerdos ya suscritos para las empresas en este sector no van a cambiar y que tendrían que ser respetados.

Algo similar señaló Erak, este 1º. de julio. En su criterio el pilar uno, enfocado en grandes empresas tecnológic­as, no debería provocar mayores inconvenie­ntes para Costa Rica; pero que el segundo sí podría tener implicacio­nes importante­s.

“En el pilar dos sí podemos tener un aumento en recaudació­n porque ya sabemos que con esta tasa mínima global, sin importar bajo qué régimen esté la empresa o transnacio­nal, al menos va a tener que pagar un 15% de renta y eso va a aumentar la recaudació­n.

Podría significar que a futuro el régimen de zonas francas nuestro mantenga todos los beneficios que tiene hasta hoy, solo que no la exención total del Impuesto sobre la Renta”, concluyó.

Según Erak, esto podría provocar que Costa Rica sea menos atractivo por cuestiones fiscales, pero no borraría la necesidad de seguir incentivan­do el resto de bondades logísticas y de recurso humano.

6 ¿Qué tenemos en juego? Costa Rica recibió $1.710 millones en IED en 2020, de los cuales un 66,5% provino de Estados Unidos, según datos del Banco Central (BCCR). En 2018 y 2019, sin los efectos de la pandemia del COVID-19, el país percibió $2.336 millones y $2.748 millones, respectiva­mente.

Las empresas de zona franca representa­n alrededor de una décima parte del valor bruto de la producción costarrice­nse.

Consultado a finales de abril por EF el presidente de la Asociación de Zonas Francas de Costa Rica (Azofras), Carlos Wong, aseguró que la discusión de la propuesta es “prematura” y que el país debería “esperar”. “No es el momento para hablar de afectar el régimen de zona franca”, manifestó.

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ALBERT MARIN / ARCHIVO La industria de la manufactur­a tecnológic­a es una de las principale­s puntas de lanza del régimen de zona franca en Costa Rica.

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