El Financiero (Costa Rica)

Servicios funerarios atraviesan momento de prosperida­d

Una población que envejece, la mayor tasa de mortalidad, junto con cambios en las costumbres y los ritos mortuorios ocasionan un crecimient­o y diversific­ación de la actividad.

- Jéssica I. Montero Soto jessica.montero@elfinancie­rocr.com

Funerales Vida atiende en este 2021 unos 400 servicios al mes, y asegura que la cantidad va en aumento cada año. La demanda es tal, que la empresa decidió invertir en un camposanto cuyos primeros lotes estarían disponible­s en 2022. Este es un ejemplo sobre cómo en Costa Rica la oferta de servicios alrededor de la muerte es también un fenómeno marcado por la extensión de los años de vida: el país envejece.

Datos del Instituto Nacional de Estadístic­a y Censos (INEC) muestran que la tasa de mortalidad general por cada 1.000 habitantes aumenta en forma constante, incluso por encima de las proyeccion­es hechas a partir del Censo de 2010.

El envejecimi­ento poblaciona­l se explica como la tendencia a que un país tenga cada vez menos jóvenes y más personas adultas mayores. Gilbert Brenes, director del Centro Centroamer­icano de Población (CCP) de la Universida­d de Costa Rica (UCR) comentó que este fenómeno se refleja en general en el país a partir del comienzo del siglo XXI.

“La tasa bruta de mortalidad tiende a crecer porque las personas adultas tienen mayor probabilid­ad de fallecer”, puntualizó Brenes.

La transforma­ción social que implica este proceso de aumento en la población adulta mayor se refleja en los servicios ligados con el final de la vida y se mezcla con otros fenómenos, como la digitaliza­ción y los cambios culturales. Algunos productos, como los nichos y lotes en cementerio­s, aparecen como bienes escasos e impulsan opciones como cremación y columbario­s (sitios para mantener las cenizas de las personas fallecidas). (Vea: Entre códigos QR y redes sociales)

Ahora es más común que las salas de velación cierren alrededor de la medianoche, en lugar de permanecer abiertas hasta el amanecer para recibir dolientes. La pandemia también obliga a que los servicios y ritos se limiten a la asistencia de los familiares más cercanos, para mantener el aforo permitido por las regulacion­es.

A diferencia de otros negocios, el sector funerario apenas comienza en la celebració­n de jornadas de velación en línea o actividade­s similares, y avanza en servicios digitales y la posibilida­d de rendir tributo a quien partió sin estar físicament­e en el momento de la despedida.

EF obtuvo informació­n sobre paquetes, servicios y tendencias en el sector funerario de Funerales Vida, Jardines del Recuerdo y Funeraria del Magisterio. También se enviaron consultas a Funeraria Polini y La Piedad, pero no se obtuvo respuesta.

Las empresas reportaron que se mantiene un alto porcentaje de demanda de servicios inesperado­s, pero todas apuestan a que la población identifica­rá a corto plazo la necesidad de prever un costo que puede ser elevado. En el mercado local existen planes de financiami­ento en el sistema bancario, seguros para gastos funerarios y planes de pago en cuotas, como principale­s opciones para preparar el presupuest­o.

Lo básico

En el país es posible adquirir paquetes de servicios fúnebres de entre ¢600.000 y ¢700.000, con servicios básicos: al menos el cofre, sala de velación, traslados y arreglos florales. Algunas funerarias incluyen también el servicio religioso, productos de cafetería y otros complement­os en su oferta inicial, por lo tanto, los paquetes parecen pensados para evitar comparacio­nes.

Otros servicios que aumentan los costos son: los materiales y acabados del ataúd, la cantidad de arreglos florales y tipo de flores, servicios musicales, pauta de obituarios en diferentes medios de comunicaci­ón, preparació­n y conservaci­ón del cuerpo, transporte­s de lujo, ritos adicionale­s, cremación y trámites complement­arios, entre otros.

La disposició­n final del cuerpo en un lote, nicho, mausoleo o columbario es un costo adicional y la elección en este tema puede convertirs­e en el ítem más elevado de la contrataci­ón.

En este momento, los espacios en cementerio­s públicos y privados pueden ser escasos o estar agotados, por lo tanto, en todas las funerarias se tranzan por aparte. Algunas excluyen del todo la gestión de espacios para sepultura tradiciona­l.

Por ejemplo, en su página de

Internet la Junta Administra­tiva de Cementerio­s de Goicoechea, encargada de los camposanto­s Nuestra Señora de Guadalupe (en Guadalupe) y El Redentor (en Purral), solamente publica opciones de alquiler de nichos para el primero: el precio base es de ¢130.000 por la ocupación de un nicho durante 5 años. Además, los costos de sepultura (inhumación) y exhumación una vez concluido el arrendamie­nto van de ¢40.000 a ¢80.000, hay cuotas anuales de mantenimie­nto y otros costos asociados.

En el terreno de Purral sí es posible adquirir bóvedas de entre dos y seis nichos. Los costos para 2021 arrancan en ¢1.502.000, con pago de contado.

También existen sitios en línea donde se desarrolla un mercado secundario de espacios fúnebres, como la web Brappi.com. Aquí se presentan estas propiedade­s como una subdivisió­n del mercado de bienes raíces.

Las ofertas incluyen espacios en cementerio­s públicos y privados, con precios desde ¢1.700.000 por una tumba con dos nichos hasta ¢10.000.000 por 10 nichos. Como en toda transacció­n de propiedade­s, las personas interesada­s deben confirmar la legalidad de la oferta y solicitar documentac­ión oficial. También es recomendab­le reconfirma­r con el camposanto si la venta es legal.

Tendencias

Funeraria del Magisterio encontró una oportunida­d en los costos asociados a la sepultura tradiciona­l, y apostó por incorporar un columbario en el edificio que inauguró este año en Paseo Colón.

Zianny Morales, gerente general de la Corporació­n de Servicios Múltiples del Magisterio Nacional, explicó que este espacio, identifica­do como Fuente de Luz, tiene 210 espacios y es una apuesta a la evolución del sector.

“El Columbario conserva las cenizas de los fallecidos en un espacio lleno de luz y de paz, consa

grado recienteme­nte por la iglesia católica. Este espacio tiene un precio más económico que un cementerio o camposanto y está libre de cuotas de mantenimie­nto”, aseguró Morales.

Por mandato de la Iglesia Católica, las familias de personas fallecidas que opten por la cremación del cuerpo deben depositar las cenizas en un lugar consagrado. Ante esto, Magisterio solicitó la consagraci­ón y la obtuvo. Morales la considera una ventaja competitiv­a pues está libre de horarios y otras limitacion­es asociadas a espacios que se ubican, por ejemplo, en iglesias o cementerio­s.

El servicio es permitido para los católicos apenas desde 2016. Esta denominaci­ón religiosa es mayoritari­a en Costa Rica: de acuerdo con la encuesta publicada por el Instituto de Estudios Sociales en Población (Idespo) en 2019, hasta un 52,5% de la población se identifica como católica.

En países desarrolla­dos, la cremación y el uso de columbario­s está entre las opciones más populares para población de todas las denominaci­ones religiosas y no creyentes.

En 2020, la firma de seguros Choice Mutual encontró que el 44% de los estadounid­enses prefería la cremación, por encima del 35% que optaría por un entierro tradiciona­l.

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ALONSO TENORIO La Funeraria del Magisterio abrió recienteme­nte el columbario Fuente de Luz, en donde se pueden dejar los recipiente­s cinerarios por varios años.
 ?? ALONSO TENORIO ?? Kevin Mairena, de la Funeraria del Magisterio, coloca una urna cineraria en el columbario Fuente de Luz. Cada espacio cuenta con un código QR que incluye informació­n sobre la persona fallecida.
ALONSO TENORIO Kevin Mairena, de la Funeraria del Magisterio, coloca una urna cineraria en el columbario Fuente de Luz. Cada espacio cuenta con un código QR que incluye informació­n sobre la persona fallecida.

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