Las dos caras del empleo
Desempleo ha caído al ritmo de un mercado laboral más limitado.
La economía costarricense está en una situación extraña: en un año se han perdido más de 100.00 empleos y los salarios reales están en niveles de 2020, pero aun así el consumo de los hogares crece a buen ritmo, una situación un tanto paradójica.
¿Cómo es que se explica este fenómeno? Para Rodrigo Cubero, expresidente del Banco Central de Costa Rica (BCCR), la respuesta tiene que ser un aumento en el crédito.
“Sorprende que el consumo de los hogares haya aumentado tanto porque en un contexto donde los salarios reales se han deteriorado, donde tenemos menos personas ocupadas, el ingreso de los hogares tiene que haber caído. Entonces que esté aumentado el consumo sugiere que la única forma de explicar esto es deuda. Si mis ingresos caen y mi consumo aumenta, yo tengo que estar endeudado. La gente tiene que estar pidiendo más prestado, es la única forma de cuadrar ese círculo”, explicó Cubero el pasado 22 de noviembre en un taller organizado por el BAC.
Al tercer trimestre de este 2023 el consumo de los hogares creció en prácticamente un 5%, además ha venido en aceleración en los últimos cuatro trimestres. Para este mismo punto del 2022, este apartado crecía en un 3,9%.
Según detalló el Informe de Política Monetaria de octubre, en este aumento destacan particularmente el incremento en el consumo de servicios de comida, bebidas, alquiler de vivienda, de entretenimiento y de salud.
El consumo de los hogares pesa alrededor de un 60% de la economía total, así que suele tener un impacto importante en cómo se comporta el producto interno bruto (PIB). Actualmente el BCCR proyecta que el PIB crecerá en un 5% en este 2023.
Curiosamente, el crédito, como un todo, ha decrecido en este 2023. Al mes de octubre tenía una tasa de variación interanual ligeramente negativa del -0,77% y no crece desde marzo. No obstante, cuando se desagrega por actividades económicas, sí se observa un elemento que puede estar detrás del fenómeno explicado por Cubero: el crédito de consumo crece en un 6%, además ha tenido una tasa positiva desde febrero del 2022.
Aun así, Cubero considera que parte del endeudamiento que puede estar detrás del crecimiento en el consumo de los hogares no es cuantificable. “El problema es que las estadísticas de crédito no miden el crédito informal, no miden el crédito de las personas en el sector no regulado, por ejemplo en los almacenes comerciales que dan muchísimo crédito. La gente compra la de altas tasas de interés, lo que significa que a las personas les ha salido más caro cada moneda prestada.
José Luis Arce, director de FCS Capital, mencionó que también ha ayudado que la política monetaria restrictiva ha tenido un efecto más moderado sobre la demanda interna al que se preveía originalmente. Cree que una parte se puede deber a que todavía quedaban algunas hambres acumuladas del periódico prepandémico en el consumo de los hogares. “Las personas que acumularon un ahorro durante esa época mantuvieron sus niveles de consumo a pesar del aumento en las tasas de interés”, dijo.
Situaciones adversas
Si bien el desempleo ha venido a la baja en los últimos dos años, esto no se debe a la creación de más empleos, sino a una reducción en el tamaño de la fuerza laboral.
A setiembre del 2023 la tasa de desempleo se calculó en un 8,3%, ya por debajo de los niveles prepandémicos. Sin embargo, la tasa de participación pasó de un 63% en marzo de 2020 a un 54% en setiembre del presente año, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC). Solo entre octubre del 2022 y setiembre del 2023 el número de ocupados cayó en 117.000.
“Desafortunadamente el mercado laboral está muy deteriorado. Una persona puede salir del desempleo por dos razones: porque encontró empleo o porque dejó de buscarlo. Lo que tenemos en Costa Rica es que ha caído la participación y ha caído muchísimo y no solo fue con la pandemia, sino que venía recuperándose y ahora se nos desplomó nuevamente”, mencionó el expresidente del BCCR.
El pasado mes de junio el presidente de la República, Rodrigo Chaves, mencionó que la caída en la fuerza laboral se debía a un aumento en los pensionados y no en personas que decidieron abandonar su búsqueda de empleo. Sin embargo, para Cubero esa no es una explicación satisfactoria.
“Las estadísticas de desempleo sugieren que la salida de participación laboral han sido sobre todo en el sector informal, donde la gente no se pensiona. Entonces no fue porque se pensionaron”, explicó Cubero.
Además, quienes sí han permanecido en la fuerza laboral no se han visto favorecidos con mejores salarios. “Los salarios se han venido recuperando un poquito, no porque estén boyantes, sino porque la inflación está negativa. El problema es que hemos perdido mucho terreno, los niveles reales de los salarios todavía están por debajo de los niveles prepandemia”, agregó Cubero.