Maritza Solano: “Pasé de emprendedora a ser CEO”
EN 2023 COLIDERÓ Y GANÓ, JUNTO CON OTROS PRODUCTORES, LA PUJA JUDICIAL POR LA DENOMINACIÓN DE ORIGEN ‘QUESO TURRIALBA’ FRENTE A GRANDES COMPAÑÍAS DE LÁCTEOS. ADEMÁS, SU EMPRESA TURRIALBA GOURMET LOGRÓ ASOCIARSE CON GRUPO AMÉRICA PARA IMPULSAR SUS MARCAS DE QUESO LE CHAUDRON Y DEL GUAYABAL, CON UNA INVERSIÓN CERCANA A LOS $6 MILLONES
Tatiana Soto Morales tatiana.soto@elfinancierocr.com
Las especias, la maduración y el sabor son características que resaltan en los quesos de especialidad
Le Chaudron, mientras que la frescura es sinónimo de Del Guayabal. Una marca gourmet y la otra más tradicional, pero ambas a cargo de la misma amante del queso y ahora CEO de una empresa que no teme con soñar alto: Maritza Solano.
Tal es la pasión de Solano por este producto y su historia que se unió con la Asociación de Productores Agropecuarios de Santa Cruz de Turrialba (Asoproa) para que el queso de la zona tuviera su propia Denominación de Origen (DO).
Asoproa, con el empuje de Solano y otros líderes de Turrialba, les ganó en los tribunales a la Cooperativa de Productores de Leche Dos Pinos y otras marcas como Del Prado, la pelea por la DO Turrialba, razón por la que esas empresas y cualquier otra que no produzca quesos con leche 100% de vacas que se encuentran en las faldas del volcán Turrialba no pueden poner en su etiquetado el anuncio de ‘queso Turrialba’.
Maritza Solano dio sus primeros pasos en la producción de quesos cuando era una adolescente e iba a la finca de su papá a ayudarle los fines de semana. Hoy hace quesos de especialidad en esa misma propiedad, donde pasó de lo empírico a lo gourmet en medio de idas y vueltas a Suiza.
Este año llegó un nuevo aire para la empresa, que se cobija bajo la razón social Turrialba Gourmet: se asoció con el grupo empresarial Grupo América que está desarrollando un proyecto agroturístico en San José de la Montaña, en Heredia. Ahora, esas dos empresas conforman Barvak Foods, que acoge las marcas fundadas por Solano, quien a su vez pasó de emprendedora a CEO de la nueva sociedad.
“Esta alianza con Grupo América es un hito para mí. Este gupo tiene la estructura que una pyme necesita para ir más rápido”, dijo Solano. Y agregó que esta unión los acerca más a la exportación, aunque es consciente de que la planta actual no tiene la capacidad para cumplir con una eventual demanda internacional.
Grupo América prevé invertir $5,75 millones en la alianza que también brindaría una nueva planta de producción a Turrialba Gourmet.
En el corto plazo, Turrialba Gourmet proyecta ingresar a más supermercados sin dejar de lado los tours y la venta física y en línea de los productos que maneja.
Además, se preparan para la entrada del ‘arancel cero’ hacia las importaciones de lácteos en el país, situación que pone a los productores de leche a competir en las mismas condiciones que las grandes marcas de lácteos internacionales.
Tropicalizar el sueño suizo
La idea de Solano de profesionalizarse en el queso nació en Suiza, país donde vivió del 2004 al 2009 debido al trabajo de su esposo. El cambio de país implicaba aprender un nuevo idioma; el francés, y dedicarse 100% a la crianza de sus hijos, que eran menores de cuatro años.
“En esta etapa me pregunté: ‘¿Qué pasará?, ¿qué nos deparará el futuro?’. Pero siempre tuve una idea clara y era que yo quería un negocio propio”, recordó Solano.
El cambio no limitó a Solano, más bien le brindó un mejor panorama de la industria quesera y le dio las herramientas para profesionalizarse en la creación de ese subproducto de la leche. La tica logró ampliar su mundo referencial, pero para hacerlo de la mejor manera, tuvo que tomar sus espacios libres para entablar coversación con trabajadores de tiendas de quesos y hasta trabajar en esos locales que quedaban cerca de su casa.
“Llegué a Suiza y lo primero que dije fue ‘wow, ¡qué es esta variedad de quesos!’. Entonces empecé a analizar y a averiguar, me fui al norte de Francia e hice un curso que se llama ‘El mundo del queso’, y ahí conocí más sobre la historia y formas de fabricarlo”, contó.
En una cena en un restaurante junto a su familia, Solano quedó maravillada con la manera en la que un quesero del lugar manipulaba el producto. Esa persona es Pierre Weistroffer, especialista en quesos.