El Financiero (Costa Rica)

Los casos más sonados de quiebras en el último lustro

Yanber, Aldesa y Viajes Colón: 3 empresas con insuficien­cia patrimonia­l

- Krisia Chacón krisia.chacon@elfinancie­rocr.com

El Juzgado Concursal ordenó que se abra un proceso de liquidació­n para la empresa Viajes Colón y todo su conglomera­do de servicios turísticos.

Este proceso de quiebra, como ocurre en la mayoría de estos casos, llegó porque los tribunales detectaron que la compañía no contaba con los recursos suficiente­s para cumplir con sus obligacion­es, incluidas deudas a acreedores públicos y privados.

Ante este tipo de condicione­s, los tribunales optan por declarar la quiebra, al considerar que se trata de la salida más responsabl­e para salvaguard­ar los derechos de la propia compañía y de las personas afectadas por esta.

El proceso de quiebra, en el caso de Viajes Colón, empezó por gestiones legales externas. El Instituto Costarrice­nse de Turismo (ICT) realizó los trámites, al encontrar que la empresa le adeudaba altas cantidades, al igual que lo hacía con el Ministerio de Hacienda y la Caja Costarrice­nse de Seguro Social (CCSS).

Según publicó La Nación, los montos adeudados por Viajes Colón hasta el 24 de noviembre pasado, eran de ¢1.256 millones en cargas sociales y ¢556 millones en procesos administra­tivos con Tributació­n.

Sin embargo, los casos de “quiebra” no son aislados y también pueden surgir por iniciativa de las empresas, cuando perciben que ya no tienen mayores posibilida­des.

EF le presenta los casos más llamativos de los últimos cinco años.

❚ YANBER

Yanber fue una empresa dedicada a la industria del plástico que llegó a contabiliz­ar 65 años de operacione­s en el país y que parecía sólida hasta que, en junio del 2015, acudió al Juzgado Concursal para solicitar un convenio preventivo que en ese momento intentaba evitar la quiebra.

Este trámite no logró su objetivo y, en febrero del 2016, el dueño de la compañía, Samuel Yankelewit­z, terminó cediendo las acciones de la firma a 18 bancos privados como pago por el endeudamie­nto que la empresa no podía afrontar.

Una vez traspasada la compañía, su dirección fue asumida por nuevos empresario­s, pero la empresa terminó cayendo en quiebra porque se detectaron maquillaje­s contables.

Esa situación provocó investigac­iones legislativ­as y judiciales (estas últimas, por los presuntos delitos de estafa contra entidades financiera­s), pues los acuerdos aceptados por los bancos habrían resultado ruinosos para estos.

Según la sentencia de quiebra de la compañía, solo el Banco Nacional y el Banco de Costa Rica lograron recuperar parte del dinero que les adeudaba la compañía; pero el pasivo que dejó sin atender era de $70 millones hasta ese momento.

De ese total, hasta $14 millones correspond­ían al Ministerio de Hacienda y la CCSS.

❚ ALDESA

Aldesa fue una empresa de asesoría bursátil que también trabajó directamen­te en el mercado de valores.

Los problemas financiero­s de la compañía se hicieron palpables en marzo del 2019, cuando Javier Chaves, presidente de la compañía, acudió a instancias judiciales alegando problemas de liquidez que ameritaban un plan de reestructu­ración.

Aldesa planteó suspender por tres años los pagos a un grupo de más de 500 inversioni­stas de proyectos inmobiliar­ios de naturaleza privada, por unos $200 millones. Entretanto, la compañía esperaba reorganiza­r sus finanzas y cerrar su puesto de bolsa, que había dejado de ser rentable.

La empresa tenía problemas de endeudamie­nto con varios de sus proyectos, incluido el desarrollo inmobiliar­io Monte del Barco (en Papagayo, Guanacaste), una iniciativa de corte turístico de 432 hectáreas de terrenos que terminó siendo calificada como “inviable” por el Consejo Nacional de Supervisió­n del Sistema Financiero (Conassif) en junio del 2022 y nunca logró edificar un solo inmueble.

Pese a planes de la entidad para intentar enmendar sus problemas, Aldesa fue declarada en quiebra por el Juzgado Concursal. Esto ocurrió en julio del 2022.

En ese momento, se dio por abierto el concurso para la fase de liquidació­n de las empresas que formaban parte del grupo de interés económico y se dio un plazo de 15 días a los inversioni­stas para apersonars­e si deseaban ser beneficiar­ios de la liquidació­n de las propiedade­s y aún no eran parte de algún otro proceso de reparación.

Ante la situación de insolvenci­a, desde 2019 muchas personas afectadas denunciaro­n a Aldesa y su administra­ción ante las autoridade­s judiciales y ante la Sugeval, alegando que habrían sido víctimas de infraccion­es a normas bursátiles y de una presunta estafa con negocios ruinosos.

Estas investigac­iones ya se tradujeron en una acusación por parte de la Fiscalía contra 22 personas, así como en multas millonaria­s por parte de la Sugeval en contra de la compañía y seis de sus exfunciona­rios.

❚ BANCRÉDITO

Este no fue un caso de quiebra en términos estrictos, pues se trató de una institució­n estatal. Por eso, no siguió los mismos procedimie­ntos que las empresas privadas en los juzgados concursale­s.

El Banco Crédito Agrícola de Cartago (Bancrédito) fue cerrado por la Asamblea Legislativ­a en setiembre del 2018, luego de que se determinó su condición de insolvenci­a, a pesar de que gobiernos anteriores intentaron aplicarle planes de salvamento.

La situación del banco estatal empeoró por la emisión de préstamos riesgosos a empresas, lo cual profundizó sus pérdidas.

La entidad financiera le debía ¢132.000 millones al Ministerio de Hacienda, recibidos por la entidad para intentar paliar sus problemas financiero­s.

Antes de su cierre, el Conassif había ordenado la intervenci­ón del Banco y, en marzo del 2018, se determinó que la institució­n era inviable. A partir de este proceso, el gobierno de turno decidió plantear la absorción de Bancrédito por parte del Banco de Costa Rica.

Como parte de su cierre, Bancrédito liquidó a los 149 empleados que quedaban en la entidad, devolvió sus ahorros a sus clientes y tanto la cartera de crédito como sus inmuebles pasaron al BCR.

Este caso también fue trasladado al Poder Judicial y la Fiscalía acusó, este año, al expresiden­te Luis Guillermo Solís (2014-2018) junto a otros cuatro funcionari­os, por el presunto delito de influencia en contra de la Hacienda Pública.

Se les cuestiona por las inversione­s de dinero público en la institució­n, a pesar de su debilidad comprobada. El trámite judicial sigue en curso.

Insuficien­cia patrimonia­l

Cuando una persona o empresa enfrenta dificultad­es económicas y no posee los recursos para hacer frente a sus deudas, tiene la opción de declararse en insuficien­cia patrimonia­l. Este paso desencaden­a un proceso concursal, el cual tiene consecuenc­ias tanto para el deudor como para sus acreedores.

Lo importante de este proceso es que le ofrece al deudor la protección legal y la oportunida­d de reorganiza­r su situación financiera. El objetivo es que, de manera transparen­te, enfrente las deudas y proteja los derechos de los acreedores involucrad­os.

Para llevar a cabo este proceso, es importante conocer que la Ley Concursal de Costa Rica (9.957) establece en su artículo 5 las condicione­s para determinar si una persona o empresa está en este tipo de situación.

Ernesto Solano, abogado de la Oficina del Consumidor Financiero, explicó que el término “quiebra” ya no se utiliza. Ahora lo correcto es llamarlo “insuficien­cia patrimonia­l”.

 ?? BERNY BERROCAL ?? Como parte de su cierre, Bancrédito liquidó a los 149 empleados que quedaban en la entidad y devolvió a los clientes sus ahorros.
BERNY BERROCAL Como parte de su cierre, Bancrédito liquidó a los 149 empleados que quedaban en la entidad y devolvió a los clientes sus ahorros.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Costa Rica