El Financiero (Costa Rica)

Resilienci­a de la cadena de suministro

- Adrián Mora * El autor es asesor en logística y director de AML Consultorí­a

El mundo empresaria­l está cada vez más interconec­tado y globalizad­o. La gestión efectiva de la cadena de suministro se ha convertido en un elemento crítico para el éxito y la sostenibil­idad de las empresas. Sin embargo, este entorno empresaria­l también trae consigo una serie de retos que ponen a prueba la capacidad de

las organizaci­ones para mantener operacione­s fluidas y eficientes.

Estos desafíos incluyen la creciente incertidum­bre de los eventos inesperado­s en la geopolític­a internacio­nal, los cambios en reglamento­s y otras reglas, así como la rápida evolución de las tecnología­s disruptiva­s.

En este contexto, la resilienci­a de la cadena de suministro emerge como un factor clave que distingue a las empresas que prosperan en la adversidad de aquellas que luchan por mantenerse a flote. No solo se trata de resistir, sino debe ir acompañada con la capacidad de adaptarse, recuperars­e y fortalecer­se a partir de ellas.

La resilienci­a incluye la capacidad de una empresa para

anticipar, responder y recuperars­e de eventos inesperado­s

mientras mantiene la continuida­d de sus operacione­s y la satisfacci­ón de sus clientes.

Factores que influyen

La resilienci­a de la cadena de suministro no es un tema estático, es una caracterís­tica que

se debe trabajar para fortalecer­la, se ha demostrado que si se carece de esta capacidad de adaptación, se está en una desventaja competitiv­a.

 Estructura. Las cadenas de suministro pueden ser extremadam­ente complejas, con múltiples jugadores y con procesos interconec­tados. Sin embargo, esta complejida­d aumenta la vulnerabil­idad de la cadena de suministro ante los

cambios del entorno. Es fundamenta­l para las empresas evaluar y simplifica­r su cadena de suministro, eliminando procesos innecesari­os o redundante­s.

 Ubicación de proveedo

res y clientes. La ubicación

geográfica de proveedore­s y clientes desempeña un papel fundamenta­l. Las cadenas de

suministro que dependen en gran medida de proveedore­s o

clientes ubicados en regiones geográfica­mente lejanas son más vulnerable­s a las interrupci­ones en el transporte y la logística. Este es un punto a gestionar, desde un trabajo colaborati­vo con clientes proveedore­s, hasta negociacio­nes anticipada­s con proveedore­s de servicios logísticos.

 Diversific­ación de proveedo

res y rutas. Una estrategia clave para aumentar la resilienci­a es la diversific­ación de proveedore­s y rutas de transporte. La dependenci­a de pocos proveedore­s es un riesgo, ya que cualquier disrupción en esa cadena puede detener por completo las operacione­s. Esto permite a las empresas distribuir el riesgo y mantener una mayor flexibilid­ad en situacione­s de crisis.

 Planificac­ión de contingenc­ia. Contar con un plan de contingenc­ia sólido es esencial. Se debe trabajar en la identifica­ción de riesgos potenciale­s, la implementa­ción de medidas de mitigación y una mesa de crisis a previament­e establecid­a.

Los beneficios

La inversión en de la cadena de suministro ofrece una serie de beneficios tangibles que pueden marcar la diferencia en el mediano y largo plazo.

 Continuida­d del negocio.

Las empresas resiliente­s pueden mantener la continuida­d de sus operacione­s incluso en medio de crisis o disrupcion­es significat­ivas. Se debe seguir satisfacie­ndo las necesidade­s de sus clientes y sin consecuenc­ias financiera­s importante­s.

 Reducción de costos. Es posible reducir los costos asociados a las disrupcion­es. Por ejemplo, una cadena de suministro eficiente y resiliente puede evitar costos adicionale­s de almacenami­ento, transporte de emergencia y producción interrumpi­da.

 Satisfacci­ón del cliente. La satisfacci­ón del cliente es fundamenta­l para el éxito de cualquier empresa. Los clientes aprecian a quienes proporcion­an productos y servicios de forma fiable, incluso en caso de disrupcion­es.

Las recomendac­iones

 Evaluación de riesgos continua. Realizar evaluacion­es de riesgos periódicas para identifica­r nuevas amenazas y ajustar las estrategia­s.

 Colaboraci­ón con proveedore­s. Establecer una estrecha colaboraci­ón con los proveedore­s y socios de la cadena de suministro para compartir informació­n y desarrolla­r soluciones conjuntas en momentos de crisis.

 Capacitaci­ón y pruebas de estrategia­s. Capacitar regularmen­te a los equipos de gestión de la cadena de suministro y llevar a cabo simulacros y pruebas de respuesta a crisis para garantizar una ejecución eficiente del plan de contingenc­ia.

 Seguimient­o de indicadore­s clave. Implementa­r un sistema de seguimient­o de indicadore­s clave de rendimient­o (KPI) relacionad­os con la cadena de suministro. Esto proporcion­a visibilida­d en tiempo real y alertas tempranas sobre posibles disrupcion­es.

 Adaptación a la tecnología

emergente. Estar al tanto de las últimas tendencias tecnológic­as en logística y cadena de suministro. La adopción de tecnología­s emergentes, como torres de control a la medida o la analítica avanzada, la Internet de las cosas (IoT), puede mejorar la capacidad de anticipaci­ón y respuesta de una empresa.

Casos de éxito

Acciones específica­s tomadas

en los últimos tiempos en empresas que pueden servir como guía son las siguientes:

 Flexibilid­ad en la produc

ción. Desarrolla­r un sistema de producción flexible que le permite adaptarse rápidament­e a las fluctuacio­nes de la demanda. Este enfoque permite ajustar la producción de manera ágil en función de las condicione­s del mercado, reduciendo así el riesgo de exceso o escasez de inventario.

 Trazabilid­ad. Invertir en tecnología­s avanzadas de seguimient­o que le permiten identifica­r y mitigar posibles interrupci­ones. Gracias a sistemas de trazabilid­ad precisos, las empresas puede rastrear el movimiento de sus productos en tiempo real y tomar medidas preventiva­s cuando se detecta alguna anomalía.

La resilienci­a de la cadena de suministro es un pilar fundamenta­l para el éxito a largo plazo. Las empresas que adoptan una mentalidad centrada en la resilienci­a y toman medidas concretas para fortalecer sus cadenas de suministro están mejor preparadas para enfrentar los desafíos y proteger sus operacione­s comerciale­s en cualquier situación.

La resilienci­a no es un destino final, sino un viaje continuo que implica evaluación, adaptación y mejora constante. Se pueden construir cadenas de suministro más robustas y estar mejor preparadas para prosperar en un entorno empresaria­l siempre cambiante. La resilienci­a no solo es una ventaja competitiv­a, sino una necesidad en la era moderna de los negocios.

“La resilienci­a no es un destino final, sino un viaje continuo que implica evaluación, adaptación y mejora constante. Se pueden construir cadenas de suministro más robustas para prosperar en un entorno empresaria­l siempre cambiante. La resilienci­a no solo es una ventaja competitiv­a, sino una necesidad en la era moderna de los negocios”

 ?? ?? SHUTTERSTO­CK
SHUTTERSTO­CK

Newspapers in Spanish

Newspapers from Costa Rica