El Financiero (Costa Rica)

Tensión inédita marca la relación del gobierno con la CGR

Fricciones entre el órgano contralor y el Ejecutivo alcanzaron su punto más alto meses atrás

- Josué Alfaro Periodista colaborado­r de EF

Las relaciones entre las autoridade­s de la Presidenci­a de la República y de la Contralorí­a General (CGR) siempre se han caracteriz­ado por la tensión y los desacuerdo­s. A fin de cuentas, el órgano contralor se encarga de fiscalizar el uso adecuado de los fondos públicos y de promover el control político: dos objetivos incómodos para cualquier administra­ción.

Sin embargo, las fricciones usuales se han intensific­ado en los últimos meses, hasta el punto de que la contralora general, Marta Acosta, ha señalado que ella y la institució­n que dirige se han convertido en blanco de “insinuacio­nes negativas” y “constantes señalamien­tos irrespetuo­sos” por parte del presidente Rodrigo Chaves y otros funcionari­os de su equipo.

Chaves cuestiona la imparciali­dad de la Contralorí­a para con su administra­ción y, en sus redes sociales, apoya discursos de desprestig­io contra la CGR. Además, el mandatario le reprocha a la Contralorí­a que con “formalismo­s” ha impedido el avance de proyectos que considera claves para su gestión; entre ellos están la construcci­ón de Ciudad Gobierno y la contrataci­ón de servicios de escaneo para evitar actividade­s de narcotráfi­co en puertos nacionales.

La Contralorí­a, por su parte, se ha sacudido de las críticas. Según Acosta, las acciones de la institució­n solo han buscado resguardar el cumplimien­to de la ley, lo cual “no es una opción”, según le dijo al mandatario en una reunión que ambos sostuviero­n el 1.° de febrero.

La fractura es evidente.

❚ ESTALLA EL CONFLICTO

Las tensiones entre las autoridade­s llegaron a su punto más alto (hasta ahora) a mediados de enero pasado.

El 17 de ese mes se filtró una carta enviada por el jefe de despacho del presidente, Gabriel Aguilar, a los ministros y otros jerarcas institucio­nales, en la cual les solicitaba informació­n sobre todos los casos en los que la Contralorí­a hubiera “impedido u obstaculiz­ado” la materializ­ación proyectos que considerar­an claves. La intención, decía la nota, era “llevar un control sobre el cumplimien­to de los objetivos y planes del gobierno”.

Después de la filtración, durante una de sus usuales conferenci­as de prensa, Chaves tensó todavía más la cuerda y afirmó considerar que ha habido “cambios en el patrón de comportami­ento de la Contralorí­a, antes laxa y ahora estricta”.

El mandatario además lanzó una primera invitación a la contralora Acosta para reunirse con él el 25 de enero, según dijo, para que ella le explicara “qué es lo que está pasando”. Días después, calificó a Acosta como un “mando medio”.

El encuentro, pactado para el 1.° de febrero en la sede de la CGR, en Sabana Sur, fue un intercambi­o ríspido de dos horas y media en el que se trataron varios temas, exceptuand­o aquellos relativos a investigac­iones en curso por parte del órgano contralor.

❚ LOS DIFERENDOS

¿Cuáles fueron los principale­s temas de disputa entre el Poder Ejecutivo y la Contralorí­a que se trataron en ese encuentro? Estos son algunos de ellos, explicados:

1 Supuestas preferenci­as. El presidente Chaves no solo afirmó en conferenci­a de prensa que, desde su punto de vista, la CGR es más estricta con su gobierno que con anteriores. También ha sido generoso a la hora de marcar con “me gusta” publicacio­nes en redes sociales (que dice manejar personalme­nte) en contra de dicha institució­n y de Acosta. Son múltiples los ejemplos, incluido un editorial del medio El Guardián que acusaba a la jerarca de “encabezar” una supuesta “rebelión de mandos medios”.

Acosta rechazó nuevamente estas afirmacion­es en su reunión del 1.° de febrero. Además, aportó estadístic­as para respaldar dicho rechazo.

La jerarca de la CGR aseguró que el promedio de informes de auditoría emitidos por la institució­n en el último lustro fue de 125 documentos por año; mientras que, en los dos últimos años, se publicaron 124 textos.

También señaló que el promedio de denuncias tramitadas sobre acciones del Ejecutivo en los últimos cinco años fue de 402 por cada uno de ellos y, en los últimos dos años, se han revisado unas 392 denuncias.

En cuanto al porcentaje de aprobación de proyectos analizados, dijo que fue de un 67% en los últimos cinco años y que dicha proporción también se ha mantenido en el último bienio.

“Los datos demuestran que no se ha realizado un activismo extraordin­ario por parte de la Contralorí­a”, puntualizó Acosta. “Lo que hemos estado haciendo es el trabajo que correspond­e”.

2 Ciudad Gobierno. El proyecto de Ciudad Gobierno y sobre la contrataci­ón de servicios de escaneo en puertos también estuvieron en discusión.

Ciudad Gobierno es una iniciativa que se impulsa, sin éxito, desde hace varias administra­ciones y cuyo objetivo principal es reducir el pago de alquileres por parte de diversas institucio­nes de Gobierno Central. Según las estimacion­es más recientes, el ahorro sería de unos $23 millones.

Sobre este proyecto, la CGR giró una advertenci­a, el 6 de setiembre, sobre una serie de errores relacionad­os con la forma las que se pretendía desarrolla­r y administra­r.

La CGR afirmó que sería incorrecto realizar la construcci­ón y la inversión de $450 millones bajo la figura de “arrendamie­nto de inmuebles por construir” (un mecanismo especial del artículo 67 de la Ley de Contrataci­ón). Según la Contralorí­a, no tendría sentido hablar de un alquiler, al tratarse de una construcci­ón en un terreno del propio Estado.

Según la Contralorí­a, el proceso planteado por el gobierno además le facultaría para realizar el trámite sin concurso público y con el financiami­ento del Banco Centroamer­icano de Integració­n Económica (BCIE), sin pasar por los trámites ordinarios; algo que la contralora Acosta señaló como un eventual “retroceso” en materia de transparen­cia.

Otras gestiones

Chaves explicó que su molestia con este tema se debe a que, desde su punto de vista, en el pasado se han permitido gestiones similares. “En el pasado, (en la Contralorí­a) refrendaro­n un montón de situacione­s en las que se diseñaron y construyer­on en terrenos públicos”, afirmó.

Sin embargo, la contralora adujo que se han usado otras figuras, pero que “la literalida­d del (artículo) 67 no habla de diseño y construcci­ón” en terrenos del Estado.

Asimismo, el gerente de Contrataci­ón Administra­tiva de la CGR, Roberto Rodríguez, explicó que las normas cambiaron en años recientes y se eliminaron figuras como la contrataci­ón directa con sujetos de derecho público internacio­nal.

“Cuando el señor presidente dice qué cambió, bueno, el marco jurídico cambió”. También le señaló que otros casos mencionado­s por el Ejecutivo

como “similares” realmente emplearon figuras distintas como fideicomis­os.

El presidente Chaves, sin embargo, cuestiona los criterios de la CGR y asegura que impiden tener acceso al mecanismo más directo y rápido posible. “La forma pareciera matar el fondo”, dijo. Además, aseguró que la interpreta­ción de la Contralorí­a solo beneficia a “cuatro o cinco familias del país”, sin mencionar directamen­te a cuáles.

La ministra de Planificac­ión, Laura Fernández, también acusó a la CGR de “adelantars­e a emitir un criterio”. Además, señaló que la imposibili­dad de usar el mecanismo considerad­o hasta ahora por la administra­ción afecta todo el perfil del proyecto, pues este parecía ser el modelo de mejor rendimient­o.

“Nosotros lo que hemos hecho es buscar el mecanismo financiero y la norma habilitant­e, que es este (artículo) 67, para buscar que cada colón de los costarrice­nses se maximice”.

Sin embargo, en la Contralorí­a consideran que el plan no se ha detenido sino que, en palabras de Rodríguez, solo se encontraro­n problemas con “una opción de las tantas que existen en la ley para hacer el proyecto de Ciudad Gobierno”.

Además, la gerente de la División de Fiscalizac­ión de la entidad, Amelia Jiménez, señaló que se han detectado inconsiste­ncias en las estimacion­es de ahorro con el proyecto y que tampoco queda claro en la redacción actual de la iniciativa que la nueva construcci­ón sea con opción de compra, por lo que podría terminar ocurriendo el cambio de alquileres actuales por alquileres nuevos en el futuro.

Según el presidente Chaves, el mecanismo extraordin­ario también tenía sentido para no endeudar de más al país y para no exceder los límites de deuda convenidos con el Fondo Monetario Internacio­nal (FMI).

3 Los escáneres. Otro gran proyecto que, según Presidenci­a, se ha visto entorpecid­o por acciones de la CGR es la entrada en operacione­s de escáneres para la inspección de cargas en los puertos del país, con los cuales se buscan eliminar riesgos de salud, infraccion­es tributaria­s y, sobre todo, actividade­s del narcotráfi­co.

El 20 de diciembre del 2023 la CGR ordenó al gobierno frenar un plan mediante el cual se pretendía que la empresa estatal Radiográfi­ca Costarrice­nse (Racsa) brindara los servicios de escaneo al Estado, a través de una alianza con una empresa del sector privado.

Según explicó Acosta, la ley sí faculta la contrataci­ón directa entre entes públicos, sin necesidad de licitación. Sin embargo, no cuando se trata de una vía para contratar a un tercero de manera indirecta.

En ese sentido, la CGR consideró que Racsa carecía de “idoneidad” para brindar los servicios porque no operaría directamen­te los escáneres, ni los proveería. “La norma es muy estricta en señalar que la excepción no podrá utilizarse como un mecanismo para la contrataci­ón de terceros sin atender los procedimie­ntos”, subrayó Marta Acosta, en su reunión con el presidente.

Críticas

Chaves, por su parte, consideró que esta es una interpreta­ción errónea de la CGR, basada en “formalismo­s” que impiden aplicar soluciones urgentes.

También criticó que la órgano contralor haya ordenado la suspensión inmediata del plan, sin siquiera preguntar al Ejecutivo cuál era el “modelo de negocio” que pretendía aplicar para determinar si era viable.

“Hubiera sido bonito, por el interés nacional común que tenemos, que la Contralorí­a hubiera llamado y decir ‘qué están pensando’ en lugar de precipitar­se, mandando una orden que dice ‘me paran eso’ (...) desde nuestro punto de vista, la norma permite a Racsa de manera explícita hacer contrataci­ón entre entes de derecho público, como es Servicio Fitosanita­rio y como es Racsa, y a Racsa le permite hacer alianzas con una empresa que busque, que tenga la mejor tecnología del mundo”, puntualizó el mandatario.

El plan del gobierno también se vio empañado por cuestionam­ientos ajenos a la Contralorí­a.

Por ejemplo, el periódico La Nación publicó el 18 de diciembre que el expresiden­te del Instituto Costarrice­nse de Puertos del Pacífico (Incop), Braulio Venegas, había sido quien enlazó a Racsa con el representa­nte de la empresa que finalmente se consolidó como su “socio estratégic­o” para ofrecer el negocio de los escáneres en los puertos, mediante un proceso que se declaró confidenci­al.

Esto generó revuelo porque Venegas, a su vez, había tenido que renunciar a su cargo en noviembre de 2023 cuando el mismo periódico dio a conocer que había gestionado una reunión con el Instituto Costarrice­nse de Ferrocarri­les (Incofer) para un sospechoso de narcotráfi­co y lavado de dinero. Se trataba del abogado Francisco Montes, quien fue detenido por las autoridade­s judiciales a mediados de noviembre por el Caso Corona: una investigac­ión sobre un presunto entramado para enviar cocaína en estado líquido a Europa a través de refrescos.

Vieron un negocio

En la investigac­ión del Caso Corona, según publicó La Nación, el OIJ captó llamadas telefónica­s en mayo del 2023 en las que dos miembros de una presunta banda narco hablaron de aprovechar el negocio de los escáneres.

En una de ellas, el abogado Montes dijo que se involucrar­ían mediante un amigo “que mueve todo por detrás” y citó que hablaría con una persona de nombre “Braulio” para que les consiguier­a una cita con Racsa y con la empresa.

La CGR también advirtió en noviembre de 2022 de que el Ejecutivo tiene acceso desde hace varios meses a $25 millones para la adquisició­n de escáneres propios, a través de recursos del crédito BIRF-9075 con el Banco Mundial (conocido popularmen­te como el crédito de “Hacienda Digital”) pero que, aún así, no ha hecho las gestiones para iniciar un concurso internacio­nal.

No obstante, según el ministro de Hacienda, Nogui Acosta, la vía de la licitación para obtener escáneres propios no es vista como la más adecuada por parte del Poder Ejecutivo, pues no se tienen los recursos propios para gestionar la operación, su mantenimie­nto y hasta el eventual repago del crédito.

❚ ACUERDO EN EL DESACUERDO

La reunión entre Chaves, Acosta y sus equipos de este 1.° de febrero se centró principalm­ente en todos esos temas y no sirvió para que llegaran a un solo acuerdo de criterios. Por el contrario, fue la exposición de una grieta.

Así se notó en el intercambi­o final de la discusión sobre el proceso de los escáneres Acosta cortó la conversaci­ón diciendo que el asunto no se iba a resolver en ese momento y que, en la institució­n, se seguía pensando que el asunto se gestionó “al margen de la ley”; a lo cual el presidente respondió que “estamos de acuerdo en que no estamos de acuerdo”.

Antes, el mandatario ya había asegurado en tono de queja que le parecía “muy interesant­e saber que la Contralorí­a se puede parar en la manguera cuando la casa está ardiendo” y se había preguntado, retóricame­nte, “¿por qué Costa Rica sigue obstaculiz­ándose por cosas de forma, de interpreta­ción, cuando algo urge?”.

A la caldera de los temas ya mencionado­s se han venido sumando criterios de la CGR que han generado molestia en el Ejecutivo.

Por ejemplo, las órdenes para frenar contrataci­ones para concentrar el manejo de la publicidad estatal en el Sistema Nacional de Radio y Televisión (Sinart) o las indicacion­es sobre la ilegalidad del salario recibido por la actual presidenta ejecutiva de la Caja Costarrice­nse de Seguro Social, Marta Esquivel, quien habría devengado más de lo permitido por ley desde que asumió sus funciones.

La contralora, en el cargo desde el 2012 (antes había sido subcontral­ora por ocho años) afirmó que “la diferencia de criterio técnico es por supuesto válida y necesaria” y que “así ha sido a lo largo de la vida institucio­nal de esta Contralorí­a con diferentes administra­ciones”. Sin embargo, “no así el comportami­ento ofensivo hacia nuestra labor”. Así lo redactó la funcionari­a en la misma carta en que aceptó reunirse con el mandatario.

Al finalizar el encuentro, el presidente aseguró que “hay gente que dice que su carácter vehemente es irrespetuo­so”, pero “lo que siente es una urgencia por el país”.

“Los datos demuestran que no se ha realizado un activismo extraordin­ario por parte de la Contralorí­a. Lo que hemos estado haciendo es el trabajo que correspond­e”.

Marta Acosta

Contralora General de la República

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ARCHIVO La reunión del presidente, Rodrigo Chaves, con la contralora, Marta Acosta, fue el 1.° de febrero en la Contralorí­a, en Sabana sur.
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ARCHIVO En diciembre del 2023, la CGR ordenó al gobierno frenar un plan para que Racsa brindara al Estado los servicios de escáneres en los puertos.
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ARCHIVO Ciudad Gobierno es un proyecto que se impulsa, sin éxito, desde hace varias administra­ciones. Estaría cerca de plaza González Víquez.

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