“Hay gente que le va bien y gente que le va mal (sic) con el tipo de cambio”
En entrevista con ‘EF’, el jerarca del BCCR dijo que ‘es parte de la vida económica’ y afirma que ‘la solución no es del Central’
Róger Madrigal, jerarca del Banco Central de Costa Rica (BCCR) es consciente de las dificultades que vivirán algunos sectores debido a la caída del tipo de cambio. Aun así, sostiene que sería irresponsable mover el precio del dólar para subir la productividad de los afectados cuando ese precio, a criterio del BCCR, responde a las fuerzas de la oferta y demanda de divisas.
Es decir, menciona que lo correcto es que sea el mercado el que dicta los ganadores y perdedores y no una persona en el Banco Central.
Este es un extracto de una larga conversación de El Financiero conversó con Madrigal sobre diferentes temas.
–¿Considera que el nivel del tipo de cambio actual responde a un precio de equilibrio?
–Puedo decir que responde a fuerzas económicas que son claramente observables: El crecimiento que ocurre con turismo, con exportaciones, con inversión directa. Hay un efecto de estacionalidad en el tipo de cambio, tal vez de enero a marzo (meses de abundancia de divisas) no va a ser el mismo tipo de cambio que de julio a septiembre (meses de menor cantidad de divisas), pero lo que el banco trata de hacer es distorsionar lo menos posible ese mercado cambiario, para que se manifiesten las fuerzas del mercado y el tipo de cambio sea coherente con esas fuerzas.
–De ser un precio de equilibrio, ¿le preocupa que haya un sector más grande de lo esperado que tenga costos por encima de este? –Definitivamente, sí, pero eso siempre ha sido así. Si usted se pone a ver, el café de los años 50 y 60 pasaron por un proceso como este. Igual cuando hubo todo el fenómeno de sustitución de importaciones, de propiciar cierto tipo de actividades y entonces ahí era una intervención estatal en que se decía “deje de producir esto y dedíquese a producir esta otra cosa”. Pero esos fenómenos se dan siempre en todas las economías. Hay un costo en la transición, tal vez ahí es algo que nos ha faltado como sociedad: planear mejor esa transición, pero no le corresponde al Banco Central.
–¿Entonces, habrá empresas y actividades económicas que no sobrevivirán a este proceso? –No lo sé. Se ha hablado de una empresa productora de banano (que cerró dos fincas y despidió empleados). El banano creció 8,3% en el 2023. La información que tengo es que eran fincas que tenían alguna situación con su productividad desde hacía varios años y la empresa internacionalmente ha tenido fluctuaciones en el valor de sus acciones, no por lo que ocurre en Costa Rica. Entonces, es parte de la vida económica: hay gente que le va muy bien, gente que le va muy mal y entonces la idea del Banco Central ha sido que no haya distorsiones para que las personas tomen las decisiones con el mejor conocimiento y que no haya una distorsión adicional por política pública.
–¿Habrá un proceso de inevitable dolor?
–Hay un proceso de ajuste y es ver cómo nos preparamos mejor como sociedad, pero para prepararnos mejor, lo primero que había que hacer era poner en orden la casa, que es el ajuste macroeconómico y fiscal.
–¿Estamos en un punto donde los generadores de política pública tienen que preguntarse qué vamos a hacer con estos sectores que pueden quedar fuera? –Es una discusión nacional y es una decisión de la sociedad. El año pasado un grupo de exportadores me decía: “¿Pero qué vamos a hacer?”. La solución no es del Banco Central. Ustedes perfectamente podrían plantear que haya algún tipo de apoyo fiscal y es la sociedad la que va a decidir, son los diputados. Entonces lo que usted le tiene que decir a una parte de la sociedad es: “Usted pague más para que estos sufran menos”, y eso en general es parte de la política pública, es el rebalanceo de cargas, pero (el responsable) no es el Banco Central y no es el tipo de cambio.
–Lo que se dice en la calle, y economistas de renombre también lo dicen, es que el Banco Central se siente más cómodo con un tipo de cambio que baja, ¿siente que eso le ha jugado en contra? –No, el Banco Central se siente más cómodo con un mercado que responda a las fuerzas del mercado. No más iniciando esta gestión (mayo del 2022), la situación era muy incómoda, era de presión (al alza) y las decisiones fueron en buena medida (dejar) que se manifiesten las fuerzas del mercado. Cuando empezamos a ver que había fuerzas que no respondían a eso, que había presiones, entonces eso era lo que podía justificar una intervención.
–Los clientes de un economista le decían “dólar que tengo, dólar que vendo”. Sienten que mientras esté esta presidencia (del Banco Central y de la República), el tipo de cambio seguirá cayendo, ¿esa idea se ha multiplicado? –Puede ser, pero recuerde que esta política está anunciada desde el 2005. Esto se dijo: el Banco va hacia un control de la inflación y para eso vamos a adoptar un régimen de metas de inflación y lo que se quiere es que el tipo de cambio deje de ser la variable ancla de la economía y que sean las expectativas de inflación. Para la gente informada, esta es la política que el Banco dijo hace 20 años. Pero hace 20 años era muy difícil que nos creyeran. En el imaginario colectivo, no importa qué pasara con las variables económicas costarricenses, lo único que podía ocurrir es que el tipo de cambio subiera. Y lo que ha ocurrido es que hay variables que sí intervienen en el precio del dólar, como las exportaciones, el turismo, las ganancias de productividad, las diferencias de inflación con nuestro principal socio, y todo esto tiene un efecto en el largo plazo en el tipo de cambio.
–Pero, repito la tesis: pareciera que la gente no le cree eso. ¿Hoy siente que el mercado le cree? –Eso no lo puedo responder, tendría que preguntarles a otras personas si me creen o no. Puedo decir que los anuncios que el Banco ha hecho, cómo se ha comportado desde que la división económica inició este camino hacia metas de inflación, ha sido todo muy coherente.
“El año pasado un grupo de exportadores me decía: ‘¿pero qué vamos a hacer?’. La solución no es del Banco Central”