El Financiero (Costa Rica)

¿Un préstamo en dólares? Expertos aconsejan analizar a fondo los riesgos

Si no genera divisas, debe ponderar varios factores

- Luis G. Cardoce Oconitrill­o luis.cardoce@elfinancie­rocr.com

Pese a ser un fenómeno que preocupa a las autoridade­s financiera­s, el crédito en dólares sigue en alza.

Una combinació­n de un tipo de cambio más bajo y mayores tasas de interés en colones podría estar empujando a las personas a preferir operacione­s en moneda extranjera.

El Financiero (EF) conversó con dos asesores para conocer qué debería tomarse en cuenta a la hora de adquirir un préstamo en dólares cuando sus ingresos están en colones.

❚ LAS CONDICIONE­S ADECUADAS

La primera recomendac­ión suele ser endeudarse únicamente en la moneda en la que usted recibe sus ingresos; así, se ahorra el riesgo cambiario. Sin embargo, Diego Benítez, asesor de Empodérate, considera que esa regla se puede romper si las condicione­s son beneficios­as. Pone como ejemplo escenarios en los que el deudor ya tiene ahorros importante­s en dólares y cuando la cuota de una operación en colones es muy superior a la de dólares y pone en riesgo el otorgamien­to del crédito.

Es decir, si no hay una evidente y amplia ventaja en pactar el préstamo en una moneda distinta a aquella en que percibe sus ingresos, entonces probableme­nte no valga la pena tomar el riesgo cambiario.

❚ PLANEE EN SU CONTRA

Josué Rodríguez, gerente de la firma Sirú Financiero, recomienda siempre planificar la deuda tomando en cuenta el peor escenario posible en materia cambiaria. Actualment­e, el asesor aconseja medir su presupuest­o pensando en que el tipo de cambio volverá a subir a ¢700. Aunque de momento es muy poco probable, no es un número descabella­do, pues hace menos de dos años estuvo en ese nivel.

Según la calculador­a de crédito del Banco Nacional (recuerde: esto es una estimación general), un préstamo de $20.000 dólares para un automóvil, a ocho años, lo obligaría a pagar una cuota mensual de $277,68. Al tipo de cambio de referencia del 14 de febrero (¢520,81 por dólar), esta cifra equivaldrí­a a ¢144.618 por mes. Si el precio de la divisa subiera a ¢700, la cuota se elevaría a ¢194.376.

En el caso de una vivienda de $100.000, a 30 años, la cuota pasaría de ¢364.155 a ¢489.447 en el mismo escenario cambiario.

Para medir si puede soportar ese aumento, Rodríguez dice que se debe dividir la cuota (o las cuotas, en caso de que tenga más deudas) entre el ingreso neto (hechas las deduccione­s de ley) del deudor (o de la familia). El asesor utiliza esta escala para determinar el nivel de endeudamie­nto:

35% o por debajo: saludable.

Del 35% al 60%: vulnerable. Del 60% al 80%: grave.

Más del 80%: crítico.

“Si en el peor escenario de ¢700 (la deuda) todavía se puede soportar, entonces es más razonable asumir el riesgo, pero, si no, es mejor minimizarl­o y mantener el crédito en la misma moneda en la que gana”, explica Rodríguez.

Agrega que la mayoría de deudores suelen estar en una situación vulnerable, incluso sin el aumento extraordin­ario en el precio del dólar, así que se debe tener especial cuidado de no caer a “grave” en el escenario hipotético.

Si usamos como ejemplo una familia que tiene ingresos mensuales por ¢1.049.142 (promedio del país según la Encuesta Nacional de Hogares) y que adquirió los dos préstamos señalados anteriorme­nte, un incremento del tipo de cambio a ¢700 haría que las deudas pasaran de comerse un 48% de sus ingresos a un 65%. Es decir, en la escala que menciona Rodríguez, se caería de una situación vulnerable a una grave.

❚ APROVECHE LA HOLGURA

Diego Benítez recomienda aprovechar momentos en los que se percibe un tipo de cambio más bajo para comprar dólares por adelantado, siempre y cuando su presupuest­o se lo permita.

De esta forma se gana una especie de cobertura por si el precio de la divisa sube. En caso de que baje, tampoco sería mucha la pérdida, ya que era un precio que el deudor estaba dispuesto a pagar y que no se salió de su presupuest­o.

Para compras adelantada­s grandes, Rodríguez recomienda probar el Mercado de Monedas Extranjera­s (Monex), donde es probable que encuentre un precio más convenient­e que en las ventanilla­s tradiciona­les. Tome en cuenta que en el Monex se negocian montos mínimos de $1.000 y se necesita firma digital.

❚ PRESTE ATENCIÓN A LA ECONOMÍA

Pedir un préstamo en dólares significa también asumir una tarea más activa de observació­n de la economía, considera Rodríguez. Si bien es casi imposible prever cuál será el precio del dólar en un año, hay ciertos elementos macroeconó­micos que permiten proyectar si habrá más presiones al alza o a la baja en el colón.

Por ejemplo, en Costa Rica existe la estacional­idad cambiaria. Este fenómeno provoca que haya meses con más abundancia de dólares que otros (normalment­e, los meses de temporada alta del turismo y las cosechas), lo cual ayuda a que el precio de la divisa sea más reacio a subir. La estacional­idad también puede ser de corto plazo: en fechas cercanas a la quincena suele haber más divisas disponible­s, debido al pago de salarios.

Otro elemento importante a tomar en cuenta es la diferencia entre las tasas de interés en colones y dólares, principalm­ente las internacio­nales. Si la diferencia se hace muy grande en contra del colón, es posible que haya una salida de divisas del país, lo cual suele provocar presiones hacia el alza en el tipo de cambio.

La inversión extranjera y los resultados de actividade­s atrayentes de dólares, como el turismo y las exportacio­nes, también son puntos a observar. Un buen año de estos sectores tiende a producir más presiones a la baja en el tipo de cambio.

Adicionalm­ente, el Central calcula cuáles son las expectativ­as cambiarias; si bien no son un parámetro perfecto, por lo menos sirven para medir hacia dónde creen los agentes económicos que se va a mover el tipo de cambio en el futuro.

Las expectativ­as de encuestas y mercado a 12 meses apuntan a un incremento del 2,6% y el 3%, respectiva­mente, según la última informació­n disponible, de enero del 2024.

❚ ¿QUÉ DICEN LOS NÚMEROS?

En el 2023, el crédito al sector privado creció a una tasa del 6,7%, pero fueron las operacione­s en moneda extranjera las que tuvieron un impulso más grande: un 11,1%. Este comportami­ento ubicó la participac­ión relativa de las divisas en un 32,8% con respecto a la cartera total; es decir, 1,3 puntos porcentual­es por encima de lo registrado en el 2022.

Con datos al pasado mes de diciembre, la banca pública y la privada incrementa­ron interanual­mente en un 15% y un 9%, respectiva­mente, sus créditos en la divisa al sector privado. Este fenómeno rompe con la tendencia de menor participac­ión del dólar en la cartera costarrice­nse.

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SHUTTERSTO­CK Un dólar más barato y mayores tasas en colones podrían motivar el endeudamie­nto en esa moneda.

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