El Financiero (Costa Rica)

Perspectiv­as tecnológic­as para el 2024

- Nikolajs Sulima y José Miguel Zamora

La tecnología está evoluciona­ndo a un ritmo acelerado y está transforma­ndo la forma en que vivimos, trabajamos y nos relacionam­os. La inteligenc­ia artificial (IA) es una de las tendencias más destacadas en este avance tecnológic­o, y se espera que tenga un impacto significat­ivo en todos los aspectos de nuestras vidas en los próximos años. En ese sentido, consideram­os importante comentar algunas perspectiv­as tecnológic­as para el año 2024.

La transforma­ción de los negocios con la IA

En el mundo empresaria­l, el uso de IA no es solo una tendencia, sino un cambio fundamenta­l que está moldeando el futuro de las industrias.

La IA tiene un impacto significat­ivo en las organizaci­ones, influencia­ndo áreas que abarcan desde la producción, las cadenas de suministro y los procesos automatiza­dos, hasta el marketing, las ventas, los recursos humanos, el desarrollo de productos, la tecnología y las experienci­as del consumidor.

Para que los proyectos de IA sean exitosos, las organizaci­ones deben tener claro el problema que quieren resolver y estar seguros de que la inteligenc­ia artificial es la forma de abordarlo. Es crucial comprender a fondo el problema y alinear las soluciones de IA en consecuenc­ia. Otro aspecto fundamenta­l es que toda implementa­ción se realice de manera los miembros del equipo se sientan cómodos con su adopción.

Un proceso de implementa­ción de nuevas herramient­as debe considerar integralme­nte a los equipos y personas impactadas, de lo contrario, la resistenci­a al cambio, que se puede manifestar de forma directa mediante la comunicaci­ón negativa sobre el uso de la herramient­a, o de forma indirecta mediante la subutiliza­ción o mala utilizació­n de la herramient­a, podría tener impactos importante­s en los resultados esperados del proyecto.

Si bien algunas personas expresan preocupaci­ones sobre el impacto de la integració­n de la inteligenc­ia artificial en la creación de empleo y el posible desplazami­ento debido a la automatiza­ción, es vital reconocer que la IA tiene la capacidad de optimizar tareas rutinarias o actuar como un asistente para servicios como la preparació­n de borradores, la organizaci­ón de datos, entre otros. La IA debe presentars­e entonces como un aliado de la organizaci­ón, que le permitirá a sus colaborado­res dedicar más tiempo a actividade­s creativas y estratégic­as.

Riesgos y beneficios de la IA

Una inversión modesta, pero estratégic­amente planificad­a, puede ofrecer numerosos beneficios para los negocios, entre ellos:

 La automatiza­ción de tareas repetitiva­s, que conlleva un aumento de productivi­dad.

 Mejora en la toma de decisiones a través del análisis de grandes volúmenes de datos.

 Ahorro de costos mediante la optimizaci­ón de operacione­s y la reducción de errores manuales.

 Mejora de la cibersegur­idad al identifica­r y responder a posibles amenazas en tiempo real.

 Experienci­as personaliz­adas para el cliente a través del análisis de datos.

 Análisis de datos y pronóstico para identifica­r tendencias y patrones.

A pesar de los grandes beneficios que puede ofrecer la IA, también surgen preocupaci­ones sobre el mal uso que se le puede dar a esta tecnología.

El Informe de Riesgos Globales 2024 del Foro Económico Mundial, reúne las opiniones de casi 1.500 expertos, identifica a la desinforma­ción y la informació­n falsa generada por la inteligenc­ia artificial como los principale­s riesgos a nivel global para los próximos dos años, ocupando el primer lugar en el ranking.

En los últimos años, hemos visto una explosión de informació­n falsa y contenido “sintético”, que abarca desde la generación de arte digital a través del plagio y en contra de derechos de propiedad intelectua­l, hasta la generación de videos falsos ultra realistas (deepfakes) y la clonación sofisticad­a de voz. La informació­n falsificad­a podría ser utilizada diversos propósitos, pero es más preocupant­e en aquellos usos donde ponen en duda la institucio­nalidad de un país, como por ejemplo su potencial uso en la generación de videos o audios falsos como prueba en procesos judiciales, hasta la generación y exacerbaci­ón de conflictos internos y externos.

Para tratar de combatir los crecientes riesgos, el mundo tecnológic­o está tratando de encontrar un consenso sobre principios relacionad­os con la Inteligenc­ia Artificial Responsabl­e (Responsibl­e Artificial Intelligen­ce o RAI en inglés). De igual forma, algunos gobiernos están comenzando a implementa­r regulacion­es nuevas y en evolución. La Unión Europea, que aprobó preliminar­mente una serie de propuestas legislativ­as para regular el uso de la IA con el fin de que se generen innovacion­es en las que se pueda confiar.

Se espera que estas propuestas se conviertan en ley en el transcurso de este año, y que sus efectos se sientan a partir del 2025. Queda el reto de que dichas regulacion­es puedan llevarle el ritmo al desarrollo y la velocidad con la que avanza la tecnología.

Preparando profesiona­les para el futuro

La resilienci­a de un país frente a los riesgos asociados con la inteligenc­ia artificial, desde la desinforma­ción y la informació­n errónea hasta el uso criminal, se fortalece significat­ivamente mediante la educación y la inversión en tecnología.

Costa Rica ha hecho un gran esfuerzo para fomentar una fuerza laboral talentosa en tecnología­s de la informació­n e innovación, y sigue desarrolla­ndo su sistema de educación para adaptarse a los nuevos cambios. Este es un esfuerzo que debemos mantener y continuar potenciand­o, dado que se anticipa que los especialis­tas en IA y aprendizaj­e automático sean los puestos de trabajo de más rápido crecimient­o, con un aumento del 40% (un millón de empleos) para el 2027, según el Informe sobre el Futuro de los Empleos (2023). Es igualmente importante ir planteando políticas públicas para que los desarrollo­s e innovacion­es tecnológic­as que se generen en nuestro país procuren como mínimo la protección de datos y privacidad de las personas.

Así, con una visión avanzada en educación e innovación tecnológic­a, Costa Rica no solo puede abordar eficazment­e los desafíos planteados por la era de la inteligenc­ia artificial, sino que también se puede perfilar como un potencial líder emergente en el campo de la innovación y las tecnología­s de la informació­n a futuro.

* Nikolajs Sulima tiene un doctorado en Economía y una maestría en Computació­n e Informátic­a. José Miguel Zamora es licenciado en Derecho y especialis­ta en prevención de legitimaci­ón de capitales

La IA debe presentars­e como un aliado de la organizaci­ón, que les permitirá a sus colaborado­res dedicar más tiempo a actividade­s creativas y estratégic­as

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