Personas + naturaleza + arquitectura
Proyecto neourbanístico Las Catalinas
El neourbanismo es una pujante corriente, que tiene como plano y perspectiva, devolver la ciudad a las personas; por eso les permite dejar de depender del automóvil para que se desplacen caminando o en bicicleta a cualquier espacio que requieran. “La sociedad ha sido explotada geográficamente y los lugares de trabajo han sido separados de los hogares, lo que ha causado la deconstrucción de las ciudades, y eso solo debe hacerse cuando las condiciones climáticas extremas lo ameriten o cuando hay algún tipo de peligro social”, indica uno de sus exponentes, el arquitecto León Krier, de Luxemburgo. El neourbanismo es un concepto que ha existido por cientos de años en las culturas civilizadas, integra comercios, trabajo, vivienda, servicios y distracción en una sola área geográfica, con el objetivo de armonizar el entorno en que se construye, dar prioridad a los recursos naturales, sacar un provecho sostenible del ambiente, explorar de manera asertiva la movilidad y las condiciones óptimas de calidad de vida de sus habitantes. Es así como surgen soluciones habitacionales como Las Catalinas, “proyecto inmobiliario inspirado y construido con los cánones del neourbanismo, en el marco de la hermosa Bahía Potrero de Guanacaste, donde el objetivo es hacer una ciudad para las personas, construir una ciudad tradicional sin muros, invitar al peatón a caminar y disfrutar de la naturaleza, reducir el uso de vehículos. Pero además, mantener las puertas abiertas a los habitantes y a los vecinos”, señala Charles Brewer, CEO del proyecto. Las Catalinas aspira ser un modelo en Costa Rica. Inspirado en la generosa naturaleza de Bahía Potrero, en el norte de Guanacaste, y promueve una visión sostenible al combinar un desarrollo inspirado en altos estándares de la arquitectura, el respeto por la naturaleza, el confort de todos los visitantes y la vinculación con las comunidades de su entorno. Uno de los detalles que más se destacan de este proyecto es que de su terreno total de 472 hectáreas, el 20% será el área máxima donde habrá construcción, de acuerdo con un plan maestro que se ejecutará a lo largo de los próximos 25 años. Todos estos elementos le dan un carácter único desde su inicio y en las etapas de desarrollo que ya son una realidad. “Somos un espacio de convivencia desde nuestra concepción original. Estamos totalmente abiertos, con áreas naturales, de juego, caminos para senderismo y otros deportes para el disfrute e interacción de todos los que quieran visitarnos”, comentó James Berry, vicepresidente ejecutivo y gerente general de Las Catalinas. Casas y áreas comunes colmadas de detalles para que los sentidos disfruten de accesorios que combinan elegancia, disfrute e identidad. Todo esto es parte de este innovador proyecto. Las Catalinas es un proyecto inmobiliario que aspira a ser un modelo en Costa Rica, tanto por ser un ejemplo de neourbanismo, como por gestionar una visión de vida sostenible al combinar vida comunal, arquitectura y naturaleza.