NUEVO EROTISMO
Muebles símbolo del goce desinhibido en pareja colmada de curiosidad dan apertura a la fantasía sexual, más allá de la cama en toda la casa
Los diseñadores mexicanos Xanath Lammoglia y Andrés Amaya decidieron en 2000 fundar el estudio de diseño Bala, cuyo fin es crear diversos objetos, desde joyas y accesorios para la casa, hasta juguetes.
Sin embargo, el logro innovador de estos creativos ha sido materializar el sueño de muchas mentes fantasiosas, crear muebles eróticos más allá de la cama, con los que un dúo pueda dar rienda suelta a sus deseos sexuales, ambos como protagonistas activos.
La meta de esta original aventura es ofrecer formas de doble uso, definidos por sus gestores como “muebles ideológicos sin rayar en la vulgaridad; su función no acaba con el coito”. Piezas “hermosas de galería” posibles de colocar en diversos espacios, dentro o fuera de la habitación, como estímulo a diversas posiciones de la anatomía humana.
Una inquietud emergente de la relación sentimental que la pareja inicia en 2003, de la que salta una de sus tantas fantasías materializada en el primer elemento de su serie Barbarella, presentada en Italia en la Feria del Mueble de Milán. Luego crearon Felatio, Falcón, Montao y la más reciente, La Adela, inspirada en las mujeres de la Revolución Mexicana.
El minucioso proceso creativo inicia siempre con una serie de estudios antropométricos para garantizar la ergonomía, el vocablo griego que se refiere al estudio de los datos biológicos y tecnológicos que permiten la adaptación entre el ser humano y los objetos, en este caso, sus productos de apoyo y estímulo al máximo placer erótico.
Precisamente en el trabajo artesanal detrás de cada pieza, y en su reducido número de ejemplares con reconocimiento en el diseño internacional, reside la exclusividad de los sofisticados muebles con alma fogosa.