La Nacion (Costa Rica) - Ancora
Nuestro paisaje como una construcción
Sara Mata trabaja con una doble mentira: la fotografía y los paisajes artificiales
Las tiendas chinas son el mejor lugar para que Sara Mata compre los suplementos artísticos para sus trabajos. Con el follaje artificial made in Chinaque adquiere, la artista de 29 años construye paisajes que, luego, fotografía y pasan sin problema como una imagen de nuestra naturaleza. Usted lo puede constatar en
Trópico para llevar 1 y 2, que se exhibe en el Museo de Arte Costarricense. Parecen tan reales, pero no: son una doble mentira. Ni la naturaleza es real ni la fotografía es garantía de veracidad; lo que sí hayuna mirada diferente sobre nuestro paisaje.
Con este trabajo, a Sara Mata se le reconoció en la categoría de obra bidimensional del Salón Nacional de Artes Visuales. “En el instante que la obra evade los límites del canon, jugando entre la dialéctica permanente y la sutileza de breves intervenciones no pic- tóricas, la obra resulta efectiva. Es, a partir de ahí, donde podría ampliarse, buscando una dislocación más ambiciosa”, comentó el jurado en el acta.
Y es que, efectivamente, esta artista subvierte y dialoga con la tradición paisajística costarricense. Sin embargo, a ella no le interesa la reproducción, mas sí la representación.
“Trabajo la representación de lo natural por medio de lo artificial. A mí me cuesta reconocerme en esas imágenes de calendario de Costa Rica, en esa idea de que eso es lo natural. El paisaje y la naturaleza están en constante redefinición”, asegura Mata, quien se graduó de la carrera de Fotografía de la Universidad Veritas.
¿Qué es, entonces, el paisaje? “Una definición del otro, una mirada”, asegura. Por lo tanto, es una creación, una construcción y ella juega con esto.
“Hay un conflicto en el paisaje costarricense, en la representación de lo natural. Tenemos una imagen como país, pero, a la vez, está lo que vemos todos los días: la ciudad, el medio ambiente, el cambio climático, el calentamiento global, lo que está pasando... ¿De dónde surge esa idealización?”, reflexiona esta artista, quien tuvo su primera exposición individual, titulada Diversidad, el año pasa-
Tan lindo que es mentira
Además, hay otro tema ligado que a Sara le interesa: cuando vemos en la naturaleza algo muy bello lo comparamos con lo artificial, con lo creado. “Mucho demitrabajo está detonado por frases que oigo y que son muy comunes. Por ejemplo, una vez una señora dijo: ‘Qué lindas flores hasta parecen de mentira’”, cuenta.
Así, ella le agrega varias capas a sus fotografías.
“Creemos que tenemos el paisaje asumido y que ese es. Y no. Hay una constante redefinición de los que vemos y de lo que hay alrededor; por eso, no podemos seguir viendo de la misma forma”, agrega la artista.
Comenzó a explorar lo natural/artificial desde que estudiaba en la universidad y allí empezó a trabajar en el paisaje como una construcción, con una estética kitsch .
De esta forma, ella dialoga con los artistas que han representado el paisaje costarricense en otros tiempos y, por tanto, en otros contextos. “Este Salón propicia la conversación entre generaciones y temáticas. Esto es lo más valioso”, expresa.
La suya es una nueva voz en esta discusión. do en el Museo de Arte y Diseño Contemporáneo (MADC).
Hay una constante redefinición de los que vemos y de lo que hay alrededor; por eso, no podemos seguir viendo de la misma forma.