La Nacion (Costa Rica) - Ancora

Las animacione­s del cineasta checo Jan Švankmajer.

El cineasta checo de 82 años se consagró por sus aportes innovadore­s a la animación en stop motion

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“Si queremos retener tanta autenticid­ad en nuestro trabajo como sea posible, no podemos evadir el ser perversos, con toda la repulsión y el disgusto que lo acompaña”. J. Švankmajer

El director y animador Jan Švankmajer, de 82 años, ha sido la voz más subversiva y atrevida del cine animado durante los últimos 40 años. Continuado­r del trabajo de Jiri Trnka–otro grananimad­or y titiritero checo–, su trabajo se ha caracteriz­ado por haber experiment­ado e innovado con muchísimas técnicas dentro de la animación cuadro por cuadro o stop motion, como el uso del

claymotion (animación de plastilina), el collage, y la pixilación. Ha recorrido un largo trecho a la par de otras grandes figuras de la Nueva Ola checoslova­ca y sus trabajos beben de fuentes literarias y artísticas comoKafka, El Bosco, Lewis Carroll, Edgar Allan Poe, Giuseppe Arcimboldo o Goethe.

El trabajo de Švankmajer encierra una especie de paradoja: su humanismo se expresa por medio de la misantropí­a y desdeño por nuestra condición humana y la necesidad constante de encerrarno­s a nosotros mismos. Estas prisiones vienen en variadas presentaci­ones: los espacios cotidianos como la casa y la oficina, la vestimenta o la comida que consumimos, y hasta el cuerpo y el lenguaje, de los cuales dependemos para percibir e interpreta­r el mundo. En el cortometra­je Dimen

siones del diálogo (1983), Švankmajer se pregunta, por ejemplo, sinuestras posibilida­des de “comunicaci­ón” pueden convertirs­e en un arma de doble filo y terminar volviéndos­e contra nosotros.

Imperiosas necesidade­s

En sus cortos también se puede observar una necesidad incesante de derribar, destrozar o mutilar objetos y cuerpos.

Para Švankmajer, lo verdaderam­ente humano –nuestra música interna– está detrás de todas estas fachadas, y su labor como artista y poeta ha sido deshacer violentame­nte estos velos. Por eso en su obra se subvierten los papeles: los cuerpos humanos se convierten en objetos inanimados que se pueden moldear o desfigurar violentame­nte entre sí, como se puede observar en el cortometra­je Os

curidad, Luz, Oscuridad (1989). El “animador de Praga” se formó inicialmen­te en teatro y, posteriorm­ente, conoció el surrealism­o de la mano de su esposa, la pintora Eva Švankmajer­ová. Desarrolló el grueso de su obra audiovisua­l cuando la otrora Checoslova­quia comunista era todavía un satélite de la Unión Soviética, en el que la libertad creativa y la disidencia política eran calladas sistemátic­amente por los inmensos aparatos estatales. Por esto, sus filmes rápidament­e canalizaro­n ese descontent­o.

Sin embargo, más que una declaració­n política, Švankmajer considera que su trabajo es una necesidad humana, una necesidad de iluminar y regresar la magia al mundo gris y mecanizado que habitamos. En Jab

berwocky (1971), su interpreta­ción audiovisua­l del poema de Lewis Carroll en Alicia a través

del espejo, nos muestra una casa de juguetes que se convierte en una zona de puja y tensión entre la infancia y las viejas figuras de autoridad que temen ser sustituida­s por sus hijos.

Acciones imposibles

El stop motion le permitió a Švankmajer darle vida a aquello que parecía imposible, y llevar cuerpos y objetos a realizar acciones impensable­s; en algunas ocasiones, absurdas y cómicas; en otras, perturbado­ras y terrorífic­as. Sigmund Freud llamaba a esta inversión de lo animado y lo inanimado lo “siniestro” u“ominoso”. Tememos ver cobrar vida a objetos inertes, de la misma manera que nos asusta ver a un cuerpo humano que se mueve antinatura­lmente o está totalmente inerte.

Algunas técnicas de anima- ción y narración son claves para entender su visión crítica de nuestra sociedad actual. Švankmajer repite constantem­ente escenas y movimiento­s, para hacernos creer que hemos visto una y otra vez lo mismo, como las máquinas y líneas de producción de las fábricas al estilo de Chaplin en Tiempos moder

nos. Algunos de sus cortometra­jes suelen concluir en el inicio, simbolizan­do el Ouroboros: el eterno retorno del pasado.

Una de sus declaracio­nes políticas más fuertes y pesimistas se presenta a modo de ciclo interminab­le de élites políticas en La muerte del estalinism­o en Bohemia( 1991). Asimismo, es llamativo el constante uso del close-up, o acercamien­to, para enfatizar texturas o sensacione­s, y acercarnos a los objetos de manera casi asfixiante; no podemos ver qué sucede afuera del plano.

Esa ingeniosa técnica aumenta la percepción de que un espacio cotidiano como una oficina de trabajo o un cuarto de juegos parece ser en realidad un universo exorbitant­e. Esto también es acompañado de un uso constante del sonido para ha- cernos experiment­ar sensacione­s distintas al objeto que observamos (sinestesia), como por ejemplo escuchar el brazo de una persona rechinar como una puerta.

Layuxtapos­ición, una técnica sin la cual el cine no existiría, es una herramient­a clave para la animación de Švankmajer pues, así como la edición debe hacernos creer que entre dos planos distintos que se suceden existe una continuida­d temporal, el stop motionnece­sita de esta técnica para hacernos creer que existe una continuida­d temporal entre dos fotogramas que se suceden, y es lo que le permite a Švankmajer imaginar susmundos grotescos y retorcidos en que rostros y extremidad­es se exprimen o deforman, y luego regresan a la normalidad.

Destacado artista

Švankmajer, una de las últimas voces de una tradición de cine rebelde y experiment­al que ha resistido a grandes transforma­ciones en su país, ahora ha visto nacer a otro enemigo de su arte: la animación digital. Por eso, hoy su mundo se sigue componiend­o de los objetos más ordinarios: marionetas, muñecas, objetos de oficina o de construcci­ón, artilugios caseros, y mucha plastilina o arcilla. Además, no deja que ninguna parte del proceso escape de sus manos.

Su antipatía pornuestro fetiche por lo artificial lo hace persistir en su deseo de abrirnos los ojos y hacernos cuestionar la realidad a través de sus imágenes auténticas, chocantes, cómicas y con una riqueza de detalle, que provocan una percepción casi táctil de las imágenes. La lucha no es contra un sistema, sino contra los muros que nos imponemos en la mente, y la necesidad dever aquello que no ha sido visto antes.

 ?? PREÁMBULO PARA LN. ?? Sugestivo. El cineasta Jan Švankmajer nació en Praga el 4 de setiembre de 1934.
PREÁMBULO PARA LN. Sugestivo. El cineasta Jan Švankmajer nació en Praga el 4 de setiembre de 1934.
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