La Nacion (Costa Rica) - Ancora
Grabado en la memoria
La Universidad de Costa Rica ofrece un exposición múltiple en homenaje al profesor emérito de arte Luis Paulino Delgado
E l secreto de la vida es hacerse querer: secreto, sí, pero también un arte que domina Luis Paulino Delgado Jiménez, maestro vinculado durante 64 años a la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad de Costa Rica (UCR). Ahora, su almamater, sus colegas y discípulos le ofrecen un reconocimiento mediante una exposición colectiva.
Por decisión de la Vicerrectoría de Acción Social, la artista y profesora emérita Grace Herrera Amighetti organizó la exposición de un centenar de piezas bidimensionales y tridimensionales. Tamara Ávalos desempeñó la labor operativa.
“Pedagogo, artista nato, dibujante, orfebre, maestro de la estampa y el pincel... No seríamos lo que somos de no haber contado con la ayuda de alguien tan especial como Luis Paulino. Hoy hacemos manifiesto nuestro gran aprecio hacia él”, afirma Herrera.
A su vez, Eric Hidalgo, director de la Escuela de Artes Plásticas, manifiesta: “Le ofrecemos este homenaje al maestrocomo un pequeño agradecimiento a su trayectoria. Hoy es el consejero que nos orienta como capitán jubilado leyendo el horizonte. Le agradecemos ser parte esencial de nuestra Escuela”.
Vida de artista
“Aún estoy sorprendido y ag radecido”, expresa el artista mientras recorre la galería y lee los nombres de los expositores como un maestro rural (y lo es) que pasa lista en un salón de clase. La gratitud común se bifurca en nombres propios. Dibujos, grabados, acuarelas, esculturas...
El viaje que trajo a don Luis Paulino Delgado Jiménez (Puriscal, 1941) a esta galería comenzó en 1953, cuando lo descubrió Danilo Aguilar Luna, maestro graduado en artes que había sido exiliado en Puriscal como represalia tras la guerra civil.
Aguilar animó al niño de 12 años, de grandes aptitudes para el dibujo, a inscribirse en los cursos para jóvenes que ofrecía la Facultad de Bellas Artes de la UCR en 1954. Más tarde, al terminar su bachillerato en Puriscal, Luis Paulino entró en el Instituto Profesional del Magisterio yobtuvo el título demaestro rural. Volvió a la UCR y se recibió como profesor de Segunda Enseñanza en Bellas Artes en 1968.
Después, en 1972, Delgado logró una beca en el StateUniversity College at Buffalo (Nueva York), donde alcanzó la Maestría en Ciencias de la Educación con énfasis en Grabado y Orfe- brería. En 1973, Delgado concluyó la Licenciatura en BellasArtes en Pintura en la UCR, y en el 2009 se licenció como abogado.
En la UCR fue profesor de orfebrería y métodos para la enseñanza de las bellas artes. También fue director de la Escuela de Artes Plásticas y decano de la Facultad de Bellas Artes. Ya pensionado, se lo nombró profesor emérito de la Escuela deArtes Plásticas de la UCR en el 2007. Como asesor de Artes Visuales de la Vicerrectoría de Acción Social en Extensión Cultural, Delgado organiza exposiciones en muchos lugares de Costa Rica.
Dos amores
Delgado cultiva diversas técnicas, pero guarda predilección por el grabado y la acuarela. “Recuerdo mucho a don Francisco Amighetti y a doña Margarita Berteau porque aúnmetienen enamorado las técnicas que me enseñaron: el uno en graba-
do, la otra en acuarela. Ambos fueron muy exigentes, pero también muy humanos”, rememora Delgado.
¿Hubo otros maestros? Sí; don Luis Paulino añade a Luis Dael en serigrafía; a Néstor Zeledón, Ólger Villegas y Ángela Pacheco en escultura en arcilla; a Cecilia Fonseca, César Valverde y John Portuguez en escultura y anatomía artística, y a Dinorah Bolandi en dibujo y pintura al óleo.
“En los campos de la pintura y la acuarela, Luis Paulino se definecomoun cultor del color intensoydel contraste de superficies. Se caracteriza también por la presencia de un singular mundo de imágenes vinculadas al paisaje, al desnudo, al retrato y a la visión intimista de espacios domésticos”, opina Efraín Hernández Villalobos, historia- dor del arte.
La tarde de la inauguración se acerca a las 6, y estudiantes, amigos y colegas ya viajan por la galería entre acuarelas y esculturas, entre el pasado y el presente. Cada uno guarda un recuerdo del artista, y algunos lo han estampado en el catálogo de la exhibición.
“Conocer a don Luis Paulino es conocer a un artista, a un maestro, pero, lo más importante, es conocer a una persona que siempre está feliz, que siempre allana el camino que lo lleva a uno mismo”, expresa la magíster Marjorie Jiménez Castro, vicerrectora de Acción Social. “Don Luis Paulino, maestro y persona humilde, destaca por su actitud altruista. Esta exposición revela nuestro agradecimiento por su labor desinteresada”, manifiesta Ólger Arias, subdirector de la Escuela de Artes Plásticas.
Consejos
Algunas personas conocieron a Delgado en su época de estudiante, como la artista Gisela Stradtmann, quien recuerda: “Las enfermedades se han ensañado con él: envarias ocasiones ha estado muy grave; sin embargo, su espíritu luchador le ha permitido responder a los tratamientos y volver a la universidad. Enseñar es su mejor medicina”.
“Su obra lo hace merecedor de uno de los principales lugares en la historia del arte costarricense. Su labor se ha destacado en la pintura al óleo, la acuarela, la orfebrería, la escultura, la cerámica, el grabado en metal, la xilografía y la cromoxilografía y el papel hecho a mano”, detalla el escultor Domingo Ramos.
“Luis Paulino Delgado es un filántropo invaluable que ha impreso el sello del arte en el campus como nunca se había logrado. El maestro Delgado es incansable y fiel a su afán de visibilizar a creadores jóvenes y establecidos”, sostiene el artista Eugenio Murillo.
Manuel Zumbado resume la gratitud muchos discípulos: “Luis Paulino nos abre sus brazos con gran humildad, y sus aportes nos enseñan el camino hacia el quehacer del arte. Él es un vínculo generacional con quienes han forjado su trayectoria sin más recompensa que ser felices gracias a la creación artística. ¡Mil gracias, maestro!”.
¿Qué consejos daría don Luis Paulino a los alumnos de arte? “Sean auténticos: desarrollen sus ideas, aunque no estén de acuerdo a las modas. Compartan sus inquietudes pues hacerlo enseña mucho. Aprendan también historia, filosofía; conozcan otras expresiones artísticas, como la música y la literatura”.
Tres jóvenes sonríen para el selfi de rigor con don Luis Paulino, y el flash es un sol que retorna al paisaje de una acuarela.