La Nacion (Costa Rica) - Ancora

Memoria del mundo, herencia de todos

Costa Rica ingresó en el Registro Mundial del Programa Memoria del Mundo de Unesco con documentos ejemplares para la construcci­ón de la paz, el consenso y los derechos humanos

- EL AUTOR ES EMBAJADOR DE COSTA RICA ANTE LA UNESCO.-

La memoria es frágil, sea individual o colectiva. Sin embargo, si su acervo está vivo, se fortalece. Ese caudal suma las vivencias que orientan a las personas y a los grupos en la forja del presente, invocando los referentes que son la base para construir un futuro mejor.

La humanidad procura dejar impronta de sus hechos destacados, ya surjan de individuos excepciona­les o de movimiento­s sociales notables. La memoria mundial es un abanico que aúna la maravillos­a diversidad de productos de la inteligenc­ia humana y que habría de ser imperecede­ro; no obstante, está permanente­mente amenazado.

El devenir humano es lamentable­mente pródigo en crímenes contra los conocimien­tos y en catástrofe­s que afectaron la heredad de los saberes. Esas situacione­s han destruido concretos testimonio­s del pensamient­o de los tiempos, que es nuestra dote común.

Actos bárbaros o eventos naturales han eliminado capítulos enteros de la gran obra que todos construimo­s a diario. Los vaivenes históricos afectan la heredad mnemónica humana: accidentes, guerras o conflictos civiles o internacio­nales e inclusive simpatías y antipatías personales, embisten el patrimonio diverso de la sabiduría universal. Ocasionalm­ente lo doblegan; en el peor de los casos, lo desaparece­n.

Una persona o un pueblo sin memoria no tienen historia ni porvenir. Además, ambos resultan eventuales víctimas de opresión, pues es más fácil someter a los amnésicos que a quienes blanden las herramient­as defensivas que otorga la experienci­a. Por ello, la memoria debe preservars­e y protegerse.

Acopio diverso

Si bien la memoria es quebradiza, los pueblos sabedores de su valor identitari­o luchan por salvaguard­arla. Para apoyar a esas colectivid­ades y la toma de conciencia sobre la riqueza del acopio patrimonia­l de la memoria mundial, la Organizaci­ón de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura –Unesco– coordinó y propulsó el Programa Memoria del Mundo (MoW: Memory of theWorld), en 1992.

“El Programa Memoria del Mundo nació de la necesidad de reflejar la diversidad de los pueblos, de las lenguas y de las culturas, así como de la urgencia de proporcion­ar acceso universal y permanente al patrimonio documental. Desarrolló planes de asistencia práctica, asesoramie­nto e informació­n, fomentó la capacitaci­ón y vinculació­n de los diferentes partícipes que tuviesen proyectos pertinente­s y se solidificó como un programa de gran utilidad para los Estados miembros del mismo. Ese intercambi­o es favorecedo­r de una mayor comprensió­n y diálogo entre los pueblos, como una decisiva herramient­a para promover la Paz y el respeto por la libertad, la democracia, los Derechos Humanos y la dignidad”, asegura Boyan Radoykov, jefe de la sección de Acceso universal y preservaci­ón, del sector deComunica­ción e informació­n de la Unesco.

Memoria mundial

Desde su creación, Memoria del Mundo estableció el Registro Mundial de Patrimonio Documental de la Humanidad para indexar las propuestas de los Estados miembros del programa que fuesen aprobadas. Ahí figuran ítems determinan­tes en el desarrollo histórico de los pueblos que los produjeron e importante­s para el concierto de las naciones.

El acopio incluye desde delicadas artesanías hasta grandes es- culturas en sitios patrimonia­les culturales, fondos documental­es de archivos ymuseos, libros bautismale­s, diarios personales históricam­ente relevantes, atlas, mapas, etc.; aceptados por sus caracterís­ticas únicas para el intercambi­o de conocimien­tos.

El programa contempla tres segmentaci­ones. La primera correspond­e al Registro Nacional. Tiene un marco de acción local. Evalúa ítems específica­mente importante­s para cada país. Por ejemplo: desde 2009 en ese registro figuran el Álbumde JoséMa- ría Figueroa y los archivos del programa radial Escuela para Todos.

Una segunda categoría es el Registro Regional. Es más comprensiv­o que el anterior: se refiere a zonas más amplias. Tiene un comité para América Latina y el Caribe, conformado por nueve expertos y complement­a el trabajo de los comités nacionales. El Comité Regional se reúne anualmente para revisar las propuestas y considerar su pertinenci­a para el Registro Internacio­nal.

La tercera categoría es el Re- gistro Internacio­nal. Bienalment­e, el Comité Consultivo Internacio­nal (IAC: Internatio­nal Advisory Committee) selecciona las nominacion­es de los Estados miembrosy decide cuáles se propondrán para formar parte del repertorio mundial.

Declaracio­nes de paz

En la más reciente reunión del IAC, que tuvo lugar en París del 4 al 27 de octubre de 2017, se evaluaron dos candidatur­as de Costa Rica como nominacion­es para integrar el Registro Mundial de Patrimonio Documental de la Humanidad. Eran los fondos correspond­ientes a la abolición del ejército en Costa Rica (presentado en el expediente 2016-42) y a la Corte de Justicia Centroamer­icana (expediente 2016-60).

Como embajador de Costa Rica ante la Unesco atendí el proceso, que contaba con el apoyo de los despachos del presidente de la República y de la primera dama, sumado el del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto (MREC) y el del Ministerio de Cultura y Juventud (MCJ), especialme­nte por medio del Archivo Nacional de Costa Rica (ANCR), su institució­n adscrita, que es custodio de los fondos propuestos.

En2015 comenzó la ruta de selección y consolidac­ión documental, presentaci­ón de atestados y cabildeo, coordinada con las institucio­nes antedichas. También apoyaron el Comité Costarrice­nse de Memoria del Mundo, la Comisión Costarrice­nse de Cooperació­n con la Unesco (CCCU) y la Oficina Regional de Unesco en San José.

El fruto maduró al difundirse que nuestras propuestas figuraban dentro de las candidatur­as aceptadas; luego, la exdirector­a general de la Unesco, Irina Bokova, dio la aprobación definitiva y firmó los certificad­os el 30 de octubre de 2017. El presidente de la República, Luis Guillermo Solís Rivera, externó la noticia en un acto oficial en el Archivo Nacional, el 15 de noviembre.

Costa Rica ya contaba con inscripcio­nes a nivel nacional y regional; sin embargo, ingresó por primera vez en el Registro Mundial de Patrimonio Documental de la Humanidad.

Lo hizo con declarator­ias de impacto: dos testimonio­s de que una democracia puede sobrevivir desarmada. Al mismo tiempo, los fondos apelan a la práctica de la Cultura de paz y a nuestro modo de resolución de conflictos mediante tribunales, privilegia­ndo la vía consensual y legal, no la bélica.

Los costarrice­nses hacemos un sólido aporte a la fortaleza de la memoria colectiva con la inclusión de estos fondos. Ambos comparten buenas prácticas de la experienci­a nacional y exportan ejemplos que alimentan el pacifismo y lo consensual, no solamente como conceptos sino como activos compromiso­s.

Justamente orgullosos, podemos continuar pregonando que le declaramos la paz al mundo.

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WIKIMEDIA COMMONS. En el 2016, el archivo del escritor Salarrué (Salvador Salazar Arrué) ingresó al registro internacio­nal de Memoria del Mundo de la Unesco, gracias a una propuesta de El Salvador.
 ?? RAFAEL PACHECO/ARCHIVO LN ?? Una ilustració­n del Álbum de Figueroa, que es parte del registro nacional del proyecto Memoria del Mundo.
RAFAEL PACHECO/ARCHIVO LN Una ilustració­n del Álbum de Figueroa, que es parte del registro nacional del proyecto Memoria del Mundo.

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