La Nacion (Costa Rica) - Ancora
La francesa Nathalie Heinich examina el mundo del arte.
Cofundadora de la revista Sociologie de l’art visitó el país para exponer su visión del campo del arte
A finales de marzo, la socióloga francesa Nathalie Heinich vino a Costa Rica para compartir su visión del tema donde se ha hecho de renombre: el arte. Como toda actividad humana, es mina de oro para una mirada sociológica; sus reglas, sus actores, sus sistemas y sus debates se examinan para determinar cómo surge eso que entendemos como “el mundo del arte”.
Cofundadora de la influyente revista Sociologie de l’art en 1992 y discípula de Pierre Bourdieu, Heinich participó en eventos coordinados por la Escuela de Artes Plásticas, el Instituto de Investigaciones Sociológicas de la Universidad de Costa Rica y el Museo de Arte y Diseño Contemporáneo. Como parte de su visita, conversó con Áncora para repasar algunas líneas generales de indagación.
–Vamos al inicio: ¿cómo empezó su estudio de la sociología del arte?
– Empezó con mi tesis, que hice bajo supervisión de Pierre Bourdieu a finales de los 70, una historia del estatus de los artistas: cómo los artistas pasaron del estatus de artesanos al de profesionales y, luego, al de los artistas en el sentido romántico del siglo XIX. Abarcaba entre el siglo XVII y el XIX.
”También he trabajado con públicos de museos, prácticas culturales y la capacidad de los públicos para evaluar y aceptar obras de arte. Investigo sobre arte contemporáneo y he escrito sobre la identidad de los escritores, entre otros temas”.
–¿Por qué es importante traer herramientas de la sociología al campo del arte?
– Creo que son las mismas herramientas que necesitamos para comprender cualquier cosa en la vida, nohay una especificidad del arte en cuanto a la capacidad de la sociología de iluminar lo que está pasando.
”Lo que importa primero es entender que la antigua concepción de la sociología del arte ha acabado, y este concepto anticuado es la idea de que el arte puede ser un espejo de la sociedad y que el sociólogo descifra para decirnos lo que el arte dice de la sociedad. Esto ya es una forma anticuada de poner las cosas. No hay tal cosa como arte de un lado y sociedad del otro; el arte está en la sociedad”.
– Y, sin embargo, hay una concepción popular, e incluso en instituciones, que la sostie-
nen como una visión válida.
– Sí, ese es el entendimiento popular de la sociología del arte, pero no produjo nada interesante. Lo que sí es interesante es observar y describir las formas en las que los artistas ganan su estatus en la sociedad y en el mundo del arte, la forma en que la gente percibe y evalúa el arte, y cómo las instituciones construyen relaciones entre las obras y los públicos, y la forma en que se produce y distribuye el arte.
”El arte debe ser estudiado como cualquier otro campo en la sociedad; eso sí, es particularmente interesante para la sociología porque se concibe como algo separado de la sociedad, con reglas especiales, la idea de que la artista es un individuo solitario sin determinaciones sociales. Esta idea es específica del mundo del arte y por eso interesa entender por qué la gente tiene esta concepción, y por qué puedetener razónenparte y estar errada en parte”. – ¿Por qué nos aferramos a ese mito?
– Lo que trato de entender desde mi primer libro es el origen de esa leyenda. Creo que se basa en un concepto, implementado desde la Edad Media, de los “santos”. Esta figura ha sido progresivamente cambiada hacia elmundo del arte. El primer artista que personifica esta idea es Van Gogh. Hay una necesi-
dad muy antigua, que no se limita almundo de arte, de singularizar figuras heroicas. Desde el siglo XIX no son los santos, sino, quizá, los artistas (quienes toman ese rol).
–El mundo del arte ha cambiado mucho, tal como el resto del mundo, desde mediados del siglo XX. En la era digital y de transformaciones sociales y económicas, ¿cómo ha cambiado la figura del artista?
–No creo que haya cambiado principalmente por cambios técnicos o sociales, sino que ha cambiado por parámetros específicos del mundo del arte. Ha cambiado por la emergencia del paradigma del arte contemporáneo. El cambio del paradigma del arte moderno al de arte contemporáneo ha cambiado el estatus del artista, el funcionamiento del mundo del arte, el estatus de la obra, de los intermediarios, que se vuelven más protagónicos...
– ¿Cree que esta penetración del mercado en el arte ha alterado significativamente las reglas con las que estaban jugando los artistas contemporáneos? ¿Qué sigue?
– Creo que lo ha alterado a ojos de la gente que apoya otro tipo de arte contemporáneo, más conceptual, menos de moda, menos sensacionalista. Lo que es interesante es que esta emergencia de asuntos de dinero en el arte contemporáneo es nueva, pues en los 70 ni siquiera vendía. Este es un asunto nuevo y es difícil adivinar qué ocurrirá. Al contrario de lo que mucha gente cree, esto no existía al principio del arte contemporáneo, el mercado no está intrínsecamente vinculado a él.