La Nacion (Costa Rica) - Revista Dominical
LAS PAGINAS QUE relataron NUESTRA MODA
ES COMUN ENCONTRAR A DISEIADORES Y MODELOS COSTARRICENSES EN LOS MEDIOS, PERO NO SIEMPRE FUE AS1. LCOMO CAMBIO LA HISTORIA QUE CUENTAN NUESTRAS PAGINAS SOBRE LA MODA EN NUESTRO PATS?
!n julio de 1971, los periódicos eran más gruesos que ahora. Es una tendencia de la industria a nivel mundial. Muchas de las páginas que formaban parte del foliaje de La Nación eran dedicadas a la publicidad, que en aquella época encontraba su principal megáfono en la prensa escrita.
En una de las ediciones de aquel mes, que ahora parece tan distante en el tiempo,
aparecióta un dedicada,La anuncio publicidaduna publicitario. precisamente,páginala pagaba comple-a una cionalesde las de tiendasropa en más San tradi- José: el Palacio de Modas, ubicado en la Avenida Central. El anuncio era sencillo, minimalista incluso –lo cual nunca ha sido la norma en la publicidad impresa–, y mostraba solo dos fotografías acompañadas por un breve texto.
“Tricosa París lanza la moda femenina 1971. Recibimos la nueva colección de los originales estilos para esta temporada”, rezaba la pieza. “Esta línea ofrece los más elegantes vestidos para toda ocasión, en Maxi, Midi y Chanel”.
Nada más. No había información extra. Tampoco hacía falta.
Tanto Tricosa como el Palacio de Modas eran nombres consolidados en el consumo de textiles elegantes para en-
tonces: solo su oferta bastaba para tentar a los consumidores. Las fotografías, por su parte, mostraban dos prendas largas y elegantes; lo que entonces se llamaba moderno y hoy catalogaríamos como vintage (en efecto, las viejas prendas de Tricosa son hoy un preciado ítem para coleccionistas e historiadores de la moda).
Pero hay un detalle más importante aún en esa pieza publicitaria, y es la razón por la que este artículo comienza detallando el anuncio. El elemento, que bien podría pasar desapercibido, es la corona de toda esa publicidad. “París”. Si algo caracterizó no solamente al consumo de moda en nuestro país, sino a cómo esta aparecía en los medios nacionales, fue la influencia de los países industrializados y de las grandes capitales del planeta. París, por supuesto, siempre fue una de las más importantes.
Sucede que, a lo largo de las siete décadas que ha existido el periódico La Nación, la moda en Costa Rica y su influencia en la cultura y la cotidianidad en nuestro país ha experimentado una transformación interesante.
Hoy, el diario informa constantemente sobre el trabajo de modelos y diseñadores que se desempeñan tanto dentro como fuera de nuestras fronteras.
Costa Rica tiene sus propias semanas de la moda, distintas universidades ofrecen carreras de diseño de textiles y una creciente oleada de marcas criollas: modelos nacidos de la creatividad y la mano de obra de artistas nacionales. Y los medios, en cuenta este, hacen eco de ese trabajo.
Pero la historia no siempre fue así.
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Desde su construcción, el Teatro Nacional ha sido el mayor símbolo de opulencia y prestigio de San José. Durante los años 40, el Teatro Nacional seguía siendo el epicentro de la vida social para las familias más privilegiadas del país.
En esas congregaciones de personalidades adineradas y poderosas, el buen vestir y la moda estaban presentes siempre. La influencia europea y estadounidense era latente en las ropas que se lucían en aquellos exclusivos círculos.
La publicación del periódico La Nación, a partir de octubre de 1946, tomó esa influencia y la llevó a las masas lectoras.
Las ediciones del diario se llenaron de páginas sociales,