La Nacion (Costa Rica) - Revista Dominical
Sarah York : la niña amiga de Manuel Antonio Noriega
En octubre de 1988, una niña de diez años llamada Sarah York, y su familia, visitaron Panamá. La gran particularidad de esta historia, es que los York llegaron al país centroamericano por una invitación del exgeneral Manuel Noriega, quien murió el 29 de mayo pasado, a los 83 años.
De acuerdo con el periódico La Vanguardia, “el general retirado copó los titulares internacionales el 20 de diciembre de 1989, cuando unos 28.000 soldados estadounidenses tomaron por asalto la Ciudad de Panamá para derrocar a su brutal régimen (1983-1989) que espió para la CIA, trabajó con los narcotraficantes y torturó a sus enemigos”.
Pero entonces, cómo fue posible para York acercarse a este hombre. La respuesta es simple: con una carta escrita a mano. Según cuenta la BBC, mientras los padres de Sarah estaban viendo una edición especial del programa 60 Minutos, en el cual discutían los vínculos entre Noriega y el tráfico de drogas, Sarah observó que el hombre tenía un lindo sombrero. Esto le llamó la atención a la niña porque su papá coleccionaba sombreros. Entonces, Sarah se planteó una hazaña algo inusual: quería escribirle a ese hombre de la televisión, para preguntarle sí le podría enviar ese sombrero. “Pregúntale”, le dijo su padre, según la BBC. Y eso fue lo que Sarah hizo.
Le envió a Noriega una carta escrita en papel con una foto de una perdiz, un tipo de ave. Unas semanas después, llegó un sobre con una bandera panameña estampada en el frente.
El sobre, por supuesto, no contenía el sombrero, pero el remitente era el general Noriega. Así como lo relató la BBC, la carta estaba firmada y tenía el sello oficial. Y no sólo eso: Noriega le pedía a Sarah que mantuviera la correspondencia.
“Querida Sarah, me siento honrado por tu carta, agradezco tu mensaje de fe y amistad, espero que sigas enviando cartas y me cuentes de ti y de tu ciudad. Con amistad y aprecio. General Manuel Antonio Noriega”.
Se intercambiaron correspondencia por varios meses. Luego de la visita de la familia estadounidense a Panamá, la gente los acusó de falta de patriotismo y de apoyo a un régimen brutal; sin embargo York resumió la visita como “una extraña experiencia de vida”.