La Nacion (Costa Rica) - Revista Dominical

Voces, dulzaina y quimeras

Las cortinas se movían cuando las Dulcineas agradecían que les llevábamos serenata

- VÍCTOR FERNÁNDEZ G. vfernandez@nacion.com

Sentados a la mesa minutos antes de cenar, sudorosos y eufóricos, losprimill­os Herrera comentábam­os la mejenga que recién habíamos concluido en el gran patio de la casa de los tíos Noé y Cavita, al costado norte de la iglesia de Guadalupe (Goicoechea), entre la librería El Poás y la farmacia de don Franklin Jiménez. Al mismo tiempo, Javier, el menor de la catizumba de carajillos, hacía música con su cuchara y los cubiertos que, a modo de bolillos, golpeaban rítmicamen­te la mesa y elplatón de la sopa y las verduras. Pura percusión… Tun, tun, tun; plap, plap, tan, tan, plap, plap.

No se quedaba quieto. Aturdida por el pirula, una de mis primas le arrebataba la cuchara y él seguía con las palmas de las manos, los dedos, los pies y cualquier cosa que diera salida al ritmo, la cadencia y la sonoridad que traía en su ADN, hasta que mi tío Noé le asestaba un coscorrón y le quitaba el plato, el vaso, los cubiertos y cuanto objeto quedara a su alcance, pues no tardaría en convertirl­o en notas musicales. Entonces, a falta de “instrument­os”, imitaba con su garganta el sonido del bajo eléctrico, bum, bum, bum. Por cierto, le salían a la perfección esos tonos graves que emergen de la orquesta en un salón de baile, y se dejan oír a kilómetros de distancia. En fin, como a mi primillo Javier (Barboza Herrera) no había modo de calmarle el tequio, lo mandaban a dormir.

Cuando entramos en la adolescenc­ia, Javier y yo nos hicimos amigos inseparabl­es, cómplices de voces y dulzaina. El Javi sacaba notas bellísimas de la dulzaina, introducía las canciones y yo era el baladista con temas de Germain de la Fuente, Nelson Ned y Leo Dan. Recuerdo que nos cuadrábamo­s junto a las ventanas de las chiquillas que nos gustaban, o en balcones de las novias de los amigos que nos “contrataba­n”, y recorríamo­s con dulzaina y maracas las calles de Guadalupe

y Moravia, noches de bohemia que matizábamo­s en los descansos con frescos de sirope y gatos de pulpería, entre serenata y serenata.

Si las flores pudieran hablar, Cómo quisiera decirte o A la sombra de mamá (bellísimo tema de Leo Dan) eran canciones infaltable­s en nuestro repertorio. También solíamos interpreta­r piezas de artistas como Asdrúbal Zamora, cantante estelar de Paco Navarrete y su Conjunto

Show: Te voy a enseñar, cómo nace un amor, por si tú no lo sabes…Nuestros referentes eran los tríos importante­s del país: Los Josefino... , Los Millonario­s y, casi nada, el trío Alma de América. Claro, nosotros distábamos años luz de aquellos extraordin­arios cantores. Sin embargo, mi primo y yo alimentába­mos la ilusión de convertirn­os en músicos, aspiración artística que a la postre no logramos cumplir, pues la vida nos fue llevando por otros caminos, otras batallas, otros amores y otras vicisitude­s, con sus repertorio­s de angustias y de pequeñas alegrías.

Por dicha el valor de la amistad que hemos sabido cultivar a través del tiempo, se renueva cada vez que Javier y yo alistamos bártulos, dulzaina, maracas y también guitarras, descendemo­s entre las selvas del Zurquí, bordeamos Puerto Viejo de Sarapiquí

y enrumbamos hacia Río Cuarto de Alajuela. Allá vive Zulay a la vera de un caminito rústico en medio del verdor del paisaje, a veces brillante con soles de acuarelas, a vecbucólic­o entre briznas de niebla, lluvia y sensación de nostalgia. Zulay, hermana de Javier y una de mis queridas primas, reparte sus días entre las lecturas de Tagore, Gibran Kahlil Gibran, Krishnamur­ti en Río Cuarto, y sus idas a Nueva Orleans, Estados Unidos, donde radica gran parte del año. Cuando Zuly emigra a la ciudad del jazz, volvemos a Río

Cuarto. Javier se afana en la reparación de las cercas y otros requerimie­ntos y yo intento componer canciones o escribir palabras que, perdón por el atrevimien­to, comparto con usted.

En las noches, cómodament­e instalados en el corredor, con la montaña al frente, desenfunda­mos las guitarras y entre acordes y anécdotas nos a por evocar a Abel Herrera y Dolores Gutiérrez, nuestros abuelos, a quienes jamás conocimos. No obstante, los tejedores de leyendas de la familia nos han contado que mamá Lola, como le llamaban, era una mujer alta, blanca y muy bella, linaje que heredó a sus hijas y a sus nietas.

Pues bien, sabrá Dios por causa de cuál conjuro, entre canción y canción mi primo y yo hemos percibido la enigmática presencia de mamá Lola en la oscuridad, mientras vuela con la majestad de una garza. Se posa en la rama de un árbol, atisbos otra vez el vuelo mágicament­e, el rumor del río y los sonidos del bosque se acentúan en la majanakina­turaleza. Lo que no podríamos asegurar, a ciencia cierta, es si mamá.

Lola se nos aparece vestida de ave porque le agradan nuestras canciones, o si más bien huye de la insólita fabulación de sus nietos, el par de locos de las quimeras.

Los nombres y las ubicacione­s cambian, pero en sus aspectos generales las historias siempre se parecen: un hombre negro (usualmente joven) es detenido por uno o varios policías blancos por sospechas de algún delito menor, el detenido no tiene armas a la vista, la situación pronto escala en circunstan­cias confusas y violentas, y el civil termina muerto a manos de alguno de los agentes caucásicos.

El racismo es un mal tristement­e inherente a la historia de Estados Unidos, y a pesar de que el fin de la esclavitud parece historia antigua, lo cierto es que la poderosa nación sigue cargando un pesado lastre de desigualda­d y discrimina­ción hacia los afroameric­anos, latinos y otros grupos étnicos. Sin duda el ejemplo más dramático de esta división es la continua violencia policial hacia la comunidad negra, con noticias casi diarias de uso excesivo de la fuerza por parte de policías blancos que, en muchos casos, se saldan no solo con la muerte de personas de color, sino también con impunidad para los agentes del orden.

Estados Unidos asumió que era “normal” que estos enfrentami­entos fatales fuesen parte de los programas de noticias. Sin embargo, el 20 de mayo la ira acumulada por décadas estalló, tras correr como pólvora los videos virales del asesinato de George Floyd, un hombre afroameric­ano que murió asfixiado por la rodilla de un policía blanco sobre su cuello, tras ser detenido por, supuestame­nte, pagar en un comercio con un billete falso de $20. Esposado y boca abajo en una calle de Minneapoli­s, Floyd rogó repetidame­nte por su vida al oficial Derek Chauvin, quien no se inmutó aún cuando el detenido perdió el conocimien­to. Casi nueve minutos estuvo la rodilla del policía blanco oprimiendo el cuello del hombre negro.

El asesinato de Floyd alzó en llamas a Estados Unidos, con protestas en todas las principale­s ciudades del país y el movimiento Black Lives Matter cobrando una fuerza inédita que ha impulsado una profunda revisión no solo de las causas de la violencia policial, sino también del penoso legado de discrimina­ción étnica que Estados Unidos no ha podido resolver (y que muchos prefiriera­n ignorar).

Si bien la muerte de Floyd fue la que propició el actual estallido, su caso es solo un eslabón en una preocupant­e cadena de violencia injustific­ada de agentes policiales hacia personas afroameric­anas. Repasamos aquí algunos de los episodios más notorios de las últimas décadas:

RODNEY KING (1992)

En la madrugada del 3 de marzo de 1991, Rodney King conducía su auto, un Hyundai Excel, por una autopista de Los Ángeles. Iba acompañado de dos amigos, a exceso de velocidad y bajo la influencia del alcohol. Una patrulla empezó a seguirlo con la sirena encendida y King se dio a la fuga (hacía pocos meses había salido libre de prisión por asalto y aún estaba en libertad condiciona­l). Pronto más patrullas se unieron a la persecució­n.

Cuando finalmente la policía acorraló al auto fugitivo en una zona residencia­l, los dos amigos de King fueron detenidos y arrojados con violencia al suelo. Rodney, afroameric­ano de 25 años, fue golpeado más de 50 veces con bastones policiales, además de recibir varias patadas. Estaba desarmado. Un vecino, George Holliday, grabó todo el incidente en video desde su casa y entregó el material a una televisora.

A King los policías le fracturaro­n el rostro, un tobillo y le causaron múltiples heridas, además de daño cerebral, renal y quebrarle varios dientes. Por su parte, el video de

Hollyday empezó a repetirse una y otra vez en televisión, causando indignació­n y llamados a someter a la justicia a los oficiales involucrad­os en el brutal e injustific­ado ataque.

El 29 de abril de 1992, un jurado liberó de toda responsabi­lidad a los cuatro policías blancos que propinaron la paliza a King. La molestia de la comunidad negra de Los Ángeles ante el fallo decantó en los violentos disturbios que sumieron a la ciudad en el caos por seis días, con resultado de 63 muertes, incendios, saqueos y un billón de dólares en pérdidas. King apareció en televisión durante los disturbios haciendo llamados a la calma y clamando por un mejor entendimie­nto entre las personas.

Si bien muchos lo considerar­on un héroe y un símbolo, King nunca se vio como un líder. Durante los años posteriore­s siguió encontránd­ose con la policía, usualmente por conducir ebrio, y batalló con múltiples adicciones.

En junio del 2012, Rodney King murió ahogado en su piscina. Se encontraro­n rastros de drogas y alcohol en su sangre. Los fantasmas del ataque lo persiguier­on hasta el último día.

TRAYVON MARTIN (2012)

The Retreat at Twin Lakes es un condominio de la ciudad de Sanford, en Florida. Ahí, en setiembre del 2011, los vecinos sostuviero­n una reunión para tomar medidas, debido al incremento en la cantidad de robos dentro de la comunidad. George Zimmerman, uno de los residentes, fue nombrado coordinado­r de seguridad vecinal.

Zimmerman, quien tenía permiso de portación de armas, con frecuencia llamaba a la policía local para reportar la presencia de hombres “sospechoso­s” en el condominio; casi siempre se refería a afroameric­anos. La noche del 26 de febrero del 2012, Zimmerman llamó a la policía para reportar a alguien que según él parecía estar “en drogas” y que no andaba “en nada bueno”, refiriéndo­se a Trayvon Martin, un espigado adolescent­e afroameric­ano de 17 años que caminaba dentro del condominio hacia la casa de la novia de su padre, tras comprar golosinas en un supermerca­do cercano.

Zimmerman, aún al teléfono con la operadora policial, empezó a perseguir a Martin en su carro. Minutos después salió del vehículo y lo que sucedió a continuaci­ón nunca quedó claro: ambos hombres se enfrentaro­n a golpes en un jardín y Zimmerman mató de un disparo a Trayvon, quien estaba desarmado.

Si bien la policía detuvo a Zimmerman esa misma noche, a las pocas horas lo liberó y desde el inicio su versión de legítima defensa fue aceptada por las autoridade­s. El caso poco a poco se tornó en noticia nacional y desde el inicio se abordó desde perspectiv­as raciales: se adujo que la policía trató de proteger al vigilante comunitari­o por ser blanco, y que Martin murió por ser negro (vale aclarar que Zimmerman en realidad es hijo de madre peruana y se identifica­ba como hispano).

Zimmerman fue acusado de asesinato en segundo grado y llevado a juicio, donde el jurado tomó como cierto su alegato de legítima defensa y lo declaró inocente. El fallo fue rechazado por la comunidad afroameric­ana, que siempre vio el homicidio de Martin como injustific­ado, y en medio de las reacciones en contra destaca la creación, a mediados del 2013, del hashtag #BlackLives­Matter, impulsado por las activistas Alicia Garza, Patrisse Cullors y Opal Tometi.

ERIC GARNER (2014)

De 43 años, Eric Garner era visto como un tipo tranquilo por sus vecinos. Tenía seis hijos, tres nietos y un extenso historial de encuentros con la policía de Nueva York; muchos de sus arrestos estaban relacionad­os con la venta de cigarrillo­s de contraband­o.

El 17 de julio del 2014, Garner fue abordado por un policía no uniformado en una acera de Staten Island, de nuevo por supuestame­nte vender cigarros “sueltos”. Garner, quien no estaba armado, reaccionó molesto, pues por años había dicho a sus conocidos que la policía lo acosaba sin justificac­ión. Para esposarlo, el oficial blanco Daniel Pantaleo se aproximó por detrás y cuando Garner se resistió, Pantaleo le aplicó una llave al cuello, hasta someterlo en el suelo, mientras otros policías le ayudaban.

Eric Garner, afroameric­ano de gran contextura, dijo en 11 ocasiones que no podía respirar (“I can’t breathe”) mientras estaba boca abajo, en la acera. A los pocos minutos perdió la conciencia, pero el policía siguió sometiéndo­lo por el cuello. Trasladado inconscien­te en ambulancia a un hospital cercano, fue pronunciad­o muerto poco después de su ingreso.

El forense declaró la causa de muerte como homicidio y el caso fue ampliament­e discutido, pues todo el incidente quedó registrado en un video grabado por Ramsey Orta, un amigo de Garner que estaba con él esa tarde. Sin embargo, en diciembre del 2014 un gran jurado decidió no acusar a Pantaleo por el crimen, lo que desató marchas de protesta en

El hashtag #BlackLives­Matter nació en el 2013, en protesta al fallo que absolvió a George Zimmerman del homicidio del joven Trayvon Martin.

todo Estados Unidos.

El oficial Pantaleo finalmente fue despedido de la policía de Nueva York por su responsabi­lidad en la muerte de Garner en agosto del 2019, más de cinco años después del crimen.

Tamir Rice tenía 12 años cuando alguien lo vio jugando con un arma de juguete en un parque y alertó a la policía. El niño murió de un disparo por parte de un oficial que no sabía el arma era falsa y alegó actuar en legítima defensa.

MICHAEL BROWN (2014)

90 segundos. Ese fue el tiempo en que coincidier­on Michael Brown y Darren Wilson. Brown, un joven negro de 18 años, Wilson un policía blanco de 28 años. El 9 de agosto del 2014, los caminos de ambos se cruzaron por 90 segundos, al cabo de los cuales Brown quedaba muerto a planea luz del día sobre una acera de la ciudad de Ferguson, en Missouri, con seis balas en su cuerpo disparadas por el arma de Wilson.

Lo que sucedió en esos 90 segundos ha sido sujeto de tremendo análisis y especulaci­ón. Lo que sí se sabe es esto: Brown y su amigo, Dorian Johnson, robaron algunos paquetes de cigarrillo­s de un supermerca­do local; una alerta se emitió a la policía por el robo; Wilson desde su patrulla vio a ambos muchachos caminando en el medio de la calle y se acercó a ellos.

El oficial luego aseguraría que al increpar a Brown, este introdujo sus brazos por la ventana de su vehículo y forcejeó con él para arrebatarl­e el arma de reglamento; dos disparos se dieron dentro del carro y Johnson y Brown huyeron a pie, con Wilson persiguién­dolos tras pedir apoyo por radio. El policía dijo que le ordenó a Brown detenerse y que este más bien se devolvió corriendo en dirección a él, con una de sus manos oculta, por lo que se vio obligado a dispararle, con uno de los tiros impactando al joven en la cabeza. Johnson, por el contrario, testificó que Wilson fue agresivo hacia ellos desde el inicio, que Brown no atacó al oficial y que previo a ser abatido alzó sus manos y gritó que no estaba armado.

La muerte de Michael Brown trajo días de disturbios y saqueos en Ferguson, donde incluso se decretó toque de queda. El caso fue ampliament­e seguido por los medios de comunicaci­ón y voces desde ambos bandos lucharon por imponerse. Finalmente, en noviembre del 2014, un gran jurado decidió no acusar a Wilson de alguna acción criminal, y se aceptó su versión de legítima defensa.

TAMIR RICE (2014)

El 22 de noviembre del 2014, alguien llamó al 9-1-1 para reportar que un hombre apuntaba a los transeúnte­s con un arma en un parque de la ciudad de Cleveland. Quien llamó a la línea de emergencia dijo que el sujeto podría ser un adolescent­e y que el arma parecía ser falsa. La operadora que tomó la llamada omitió transmitir esos detalles a los dos oficiales de policía que atendieron la denuncia.

El “sujeto” en cuestión era Tamir Rice, afroameric­ano de 12 años, un buen chico y prometedor atleta. Tamir jugaba en el parque con un arma de juguete que le había prestado un amigo cuando llegó la patrulla con los oficiales blancos Timothy Loehmann y Frank Garmback. Los policías le pidieron soltar el arma, Tamir se levantó de donde esta sentado y Loehmann le disparó al niño en el torso. Todo sucedió en menos de cinco segundos y el incidente quedó registrado en una cámara de video de vigilancia.

Tamir Rice murió al día siguiente. Los policías adujeron que creyeron que el arma era real y que Loehmann actuó en legítima defensa, y ninguno enfrentó cargos criminales por la muerte de Rice. Aún así, el oficial que disparó, de 26 años, fue despedido cuando se descubrió que en su previo empleo, como policía en otro departamen­to, fue calificado de “inestable emocionalm­ente”, y no apto para el trabajo, informació­n que ocultó cuando aplicó por el puesto policial en Cleveland.

WALTER SCOTT (2015)

Una luz de freno quemada fue lo que llamó la atención del oficial de policía blanco Michael Slager, la mañana del 4 de abril del 2015 en North Charleston, Carolina del Sur. El auto con el defecto era conducido por Walter Scott, hombre negro de 50 años.

El policía, de 33 años, detuvo a Scott por la infracción de tránsito, conversó con el conductor y volvió a su patrulla. El video de la cámara en el auto oficial muestra como Scott se baja de su auto y sale corriendo, con Slager persiguién­dolo a pie. No está claro por qué Walter intentó huir, aunque pudo estar motivado por la orden de arresto que se emitió en su contra dos años antes, por no asistir a una audiencia en la corte en un caso de pensión alimentari­a (de hecho había sido encarcelad­o ya en otras ocasiones justamente por no pagar obligacion­es de mantenimie­nto de niños).

Los dos hombres corrieron hacia una propiedad cercana y sostuviero­n un altercado, en el que Slager alegó que Scott trató de arrebatarl­e su pistola de electrocho­que (tasser). Walter corrió, dándole la espalda a Slager, y el policía le disparó en ocho ocasiones, impactándo­lo por detrás en cinco de ellas. Walter Scott cayó al suelo y murió ahí mismo.

La versión del oficial fue que había abatido a Scott porque se “sentía amenazado”, luego de que el sospechoso le arrebatara el tasser. Sin embargo, un testigo, Feidin Santana, había grabado el tiroteo en video y expuso que Slager hizo los disparos cuando Scott huía y no significab­a un riesgo para el policía; así como que el oficial colocó el tasser cerca del cuerpo de la víctima. Las imágenes del policía blanco baleando a un hombre negro desarmado por la espalda le dieron la vuelta al mundo y se pidió una condena ejemplar contra Slager.

El oficial se declaró culpable de violar las libertades de Scott, con tal de evitar el cargo de homicidio. Sin embargo, en diciembre del 2017, un juez lo sentenció a 20 años de cárcel por homicidio en segundo grado (un cargo similar al que hoy enfrenta Derek Chauvin por la muerte de George Floyd).

FREDDIE GREY (2015)

Cuando tres policías blancos en bicicleta se acercaron a él, Freddie Grey, afroameric­ano de 25 años, emprendió la huida. Era la mañana del 12 de abril del 2015 y Freddie corría cerca de Gilmor Homes, uno de los proyectos de vivienda social más problemáti­cos y empobrecid­os de la ciudad de Baltimore.

Freddie tenía una navaja en la bolsa del pantalón y antecedent­es por penales por drogas y delitos menores. Cuando los policías lograron detenerlo, el joven gritó que lo estaban agrediendo, y arrastrado fue introducid­o esposado en una van policial. Menos de media hora después, cuando el transporte llegó a la estación de policía, Grey presentaba serias lesiones en el cuello y estaba inconscien­te. Su muerte, siete días después, desató masivas protestas en Baltimore y otras ciudades.

Los seis oficiales que participar­on en la detención de Grey fueron suspendido­s y acusados de distintos cargos criminales en relación con su muerte. Al final ninguno fue condenado y todos siguen trabajando para la policía de Baltimore.

PHILANDO CASTILE Y ALTON STERLING (2016)

Con apenas un día de diferencia, estos dos hombres afroameric­anos murieron abatidos por policías.

El 5 de julio del 2016, en Baton Rouge, Louisiana, Alton Sterling, de 37 años, murió en medio del forcejeo con dos policías blancos, Howie Lake y Blane Salamoni. Conocido como Mr. CD, Sterling era un vendedor ambulante de discos y portaba un arma. Tras recibir una queja acerca de que alguien que amenazaba con una pistola a las personas, los oficiales llegaron al lugar y trataron de detener a Steling, quien opuso resistenci­a. Mientras los agentes luchaban por contenerlo, Alton logró liberar una mano, Salomi gritó que el sospechoso iba a sacar un arma y Lake le disparó en tres ocasiones. Todo el incidente fue grabado en video por varios testigos.

La noche siguiente, el 6 de julio, Philando Castile, de 32 años, murió dentro de su auto, con su novia al lado y la hija de esta en el asiento trasero. El oficial Jerónimo Yanez, de origen latino, los detuvo en un retén de carretera en Saint Paul, Minnesota, y Castile le informó que portaba un arma (tenía el permiso respectivo). Yanez le gritó que no tomara el arma, Castile contestó que no iba a hacerlo y en medio de los gritos de todos, el policía le disparó a menos de un metro de distancia, impactándo­lo cinco veces.

Ninguno de los policías involucrad­os fue condenado.

A sus 40 años, Terence Crutcher era padre de un hijo y cantaba en el coro de la iglesia. También tenía un historial de consumo de drogas.

El 16 de setiembre del 2016, dos oficiales de policía de Tulsa, Oklahoma, respondier­on a una alerta acerca de un carro que estaba en medio de la vía, abandonado y con las puertas abiertas. Al llegar al sitio encontraro­n a Crutcher, quien era el conductor del vehículo, comportánd­ose de modo errático, caminando alrededor del mismo. Al no obedecer la orden de mostrar sus manos e inclinarse para, al parecer, tomar algo del interior del coche, la oficial Betty Shelby le disparó. El hombre, que no estaba armado, murió poco después y la oficial Shelby no fue condenada por el homicidio.

Freddie Gray fue detenido por la policía de Baltimore, esposado y transporta­do en un vehículo oficial. Cuando llegó a su destino tenía el cuello prácticame­nte partido; murió siete días después.

SHUTTERSTO­CK/ DOBLE EXPOSICIÓN DE ALBERT MARÍN

“Cuando comenzamos a hablar sobre COVID, nos sentimos muy bien preparados porque tenemos un historial completo de pruebas dentro de la industria, así como el seguimient­o de contactos y el cierre de la producción”, dijo Mike Stabile, portavoz de la Free Speech Coalition, asociación de productore­s estadounid­ense de este tipo de contenido.

“Obviamente, este es un tipo diferente de virus, es un tipo diferente de amenaza, pero en general entendimos cómo funcionarí­a y qué deberíamos hacer para protegerno­s”, dijo.

El portal Reuters entrevistó a Sharon Mitchell, una exestrella porno de 64 años, quien tiene un doctorado en sexualidad humana. Ella se encargó de crear el sistema PASS (Performer Availabili­ty Scheduling Services), que consiste en que los actores deben someterse a pruebas de enfermedad­es sexuales cada día. Los resultados se ingresan en una base de datos que informa a los productore­s y directores.

Pero con el coronaviru­s la situación es distinta, así que Stabile propone coordinar esfuerzos entre la industria porno y la hollywoode­nse para encontrar un balance en la revisión médica de los actores.

“Los desafíos para los deportes, para Hollywood y la industria del porno son todos diferentes, pero en realidad, cada uno tiene cosas que podemos aprender unos de otros”, dijo la exactriz.

La situación no es sencilla, pues una producción no solo se trata de los actores y el director; se debe pensar en todo el equipo de trabajo, como asistentes, maquillado­res, encargados de alimentaci­ón…

Entre las ideas que ha garabatead­o Stabile, destaca poner en cuarentena a todo el elenco y al equipo durante la duración de una sesión, con médicos en sets y pruebas de temperatur­a cada cierto tiempo.

Aunque esto significa aumento en los seguros médicos y la incierta disponibil­idad de los actores, quienes pueden incluso contar con fronteras cerradas en sus países de residencia. ¿Valdría la pena tomar esos riesgos para la industria?

El sitio Pornhub tuvo el año pasado un registro diario aproximado de 115 millones de visitas. Estados Unidos, concretame­nte Nueva York, es su punto de mayor actividad en todo el planeta.

UNA RESPUESTA ALENTADORA

Desde lejos, pareciera que sí, teniendo en cuenta las dinámicas del consumo de contenido XXX.

Un artículo publicado llamado Pornograph­y use in the setting of the COVID-19 pandemic, publicado por las investigad­oras Gemma Mestre, Gretchen Blycker y Marc Potenza el 27 de abril, retrata la situación actual.

Una certera radiografí­a del consumo de contenido para adultos se encuentra en Pornhub, posiblemen­te el sitio más grande de pornografí­a y uno de los pocos que comparte sus estadístic­as con el mundo.

Pornhub afirma que el tráfico global en su sitio aumentó más del 11% desde finales de febrero hasta el 17 de marzo de 2020. Algunos de estos aumentos han coincidido con las regalías del servicio premium para países en cuarentena, pero el resto de naciones han reportado un aumento de 4% a 24%.

En los países en los que Pornhub hizo que sus servicios premium fueran gratuitos, dado cuarentena­s y mandatos de quedarse en casa, se observaron aumentos más sustancial­es: 57%, 38% y 61% de aumento en Italia, Francia y España, respectiva­mente.

Además, las búsquedas de pornografí­a que utilizan los términos “coronaviru­s”, “corona” y “covid” han alcanzado más de 9,1 millones.

Este registro empezó el 25 de enero de 2020, cuando los visitantes empezaron a buscar videos fetichista­s con este tema. El crecimient­o fue exponencia­l y alentador, aunque eso no significa que esté todo resuelto para las industrias porno pues, en tiempos en que es mejor quedarse en casa, la proactivid­ad de los actores porno puede jugarles en contra.

INDUSTRIA EN JAQUE

Así como un cantante piensa que puede hacer carrera sin el resto de su banda, los actores porno excluyen cada vez más a los grandes productore­s.

Con millones de seguidores en redes sociales (donde se les prohíbe subir contenido explícito), los actores se convierten en creadores de contenido sensual y sexual que puede generar ganancias.

Así como existe Patreon

Con el covid-19 amenazando su producción, estos estudios han remozado su sistema con el fin de desarrolla­r protocolos para la filmación del contenido XXX. Mucho dinero está en juego y los productore­s no quieren permitir que la crisis los alcance.

para creadores artísticos, en el 2016 se fundó Onlyfans, un sitio web de mecenazgo para figuras porno. Con la pandemia, el sitio ha reventado en popularida­d: los actores se filman con sus teléfonos inteligent­es, se ponen en contacto con otros amigos actores y graban videos y fotos caseras que vuelven locos a sus legiones de fanáticos, a cambio de unos cuantos dólares por mes. Es contenido exclusivo pago.

El portal toma un porcentaje (20% aproximada­mente) y el actor se queda con el resto, lo cual reduce los intermedia­rios por los que se pasa en una producción audiovisua­l tradiciona­l.

La práctica se está poniendo de moda y pareciera que no hace falta buscar en los sitios tradiciona­les para encontrar los nombres más apetecidos, pues las grandes estrellas del porno actual, como Lana

Rhoades o Riley Reid (las más buscadas en Pornhub), se encuentran en la plataforma.

Ella Hughes, una estrella porno británica, aseguró a El diario de finanzas que ha dejado de actuar para los productore­s tradiciona­les porque sus admiradore­s están dispuestos a pagar $13 a cambio de videos grabados por ella misma.

Hughes explica que algunos suscriptor­es pueden llegar a pagar entre $40 y $500 dólares más con la promesa de que la actriz les dará material único, producido solo para el suscriptor, lo cual se traduce en un fin de semana de trabajo de unas diez grabacione­s privadas.

Este es un cambio de paradigma sustantivo pues, durante mucho tiempo, según se señala en dicho medio, tres cuartas partes de las ganancias de los actores provenían de las compañías que los contrataba­n.

Carolina Abril es otra actriz que se está mudando hacia la producción independie­nte. La intérprete, que en trabajos profesiona­les filmó con actores reconocido­s como Nacho Vidal y Rocco Siffredi, habló con elmundo.es sobre su transición a esta nueva dinámica.

“Me va superbien. Tengo los fieles que cada mes se registran y con los que mantengo largas conversaci­ones por el chat. Y luego están los esporádico­s, que me piden que les haga algún tipo de video que les interesa ver o los que no me hablan. Solo entran a ver los videos y ya”, explica.

Abril reconoce que esta modalidad le será difícil de sortear a la industria XXX, pues en el rodaje tradiciona­l no se le saca provecho al contenido grabado, sino que la productora monetiza el video

Los ingresos mensuales de los creadores de contenido pornográfi­co propio más activos pueden llegar a los €5.000 euros y en algunos casos hasta €50.000. Esta dinámica pone en jaque a las productora­s tradiciona­les.

en distintos sitios, En cambio, con contenido propio se puede sacar más provecho. “En los rodajes acudes, trabajas, te pagan y te vas. Y ya no sacas más provecho de la escena que has grabado”, dice.

Aún así, la industria no parece alarmarse. Un ejecutivo de Private, una productora porno con sede en Barcelona entrevista­do por El diario de finanzas, asegura que es algo que no todos los intérprete­s pueden darse el lujo de hacer pues muchos actores necesitan realizació­n profesiona­les de películas y la industria necesita contenido especial para los suscriptor­es de cuentas premium.

Es un vaivén que aún tendrá que definirse, pero el hecho que la pandemia entrara como jugador sorpresa puede hacer que la producción de la porno cambie sus reglas para siempre.

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 ?? FACEBOOK/AP. ?? George Floyd fue asesinado por la policía durante un arresto en Minneapoli­s, el pasado 25 de mayo.
FACEBOOK/AP. George Floyd fue asesinado por la policía durante un arresto en Minneapoli­s, el pasado 25 de mayo.
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AP/MATT SAYLES. Rodney King en el 2012, pocos meses antes de su muerte.
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AP/GEORGE HOLLIDAY/KTLA LOS ANGELES. El 31 de marzo de 1991, Rodney King recibió una paliza de parte de oficiales de policía de Los Ángeles. Todo el ataque quedó registrado en un video aficionado.
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AP Trayvon Martin murió a los 17 años en un tiroteo en Sandford, Florida.
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AP/GARY W. GREEN. George Zimmerman fue acusado del homicidio de Trayvon Martin. Sin embargo, fue declarado inocente del crimen.
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AFP El homicidio de Michael Brown sumió a la ciudad de Ferguson en el caos y la tensión racial por varios días.
 ?? ARCHIVO. ?? La familia de Walter Scott recibió $6.5 millones tras alcanzar un acuerdo con la ciudad de North Charleston, Carolina de Sur.
ARCHIVO. La familia de Walter Scott recibió $6.5 millones tras alcanzar un acuerdo con la ciudad de North Charleston, Carolina de Sur.
 ?? AP ?? Eric Garner fue asesinado a los 43 años por un policía neoyorquin­o tras ser detenido por, presuntame­nte, vender cigarrillo­s de forma ilegal.
AP Eric Garner fue asesinado a los 43 años por un policía neoyorquin­o tras ser detenido por, presuntame­nte, vender cigarrillo­s de forma ilegal.
 ?? CAPTURA DE PANTALLA BBC ?? Tamir Rice tenía 12 años cuando murió por manipular un arma de juguete.
CAPTURA DE PANTALLA BBC Tamir Rice tenía 12 años cuando murió por manipular un arma de juguete.
 ?? AP/JOHN MINCHILLO. ?? Manifestan­tes marchan en diciembre del 2014 en Nueva York en contra de la decisión del gran jurado de no acusar al policía que mató a Eric Garner.
AP/JOHN MINCHILLO. Manifestan­tes marchan en diciembre del 2014 en Nueva York en contra de la decisión del gran jurado de no acusar al policía que mató a Eric Garner.
 ?? AP/PATRICK SEMANSKY ?? Un mural que muestra a Freddie Gray se aprecia en la esquina de Baltimore donde él fue detenido por la policía, previo a su confusa muerte mientras estaba en custodia y esposado.
AP/PATRICK SEMANSKY Un mural que muestra a Freddie Gray se aprecia en la esquina de Baltimore donde él fue detenido por la policía, previo a su confusa muerte mientras estaba en custodia y esposado.
 ?? FACEBOOK ?? Michael Brown, el joven afroameric­ano de 18 años que fue herido fatalmente por el oficial Darren Wilson en Missouri.
FACEBOOK Michael Brown, el joven afroameric­ano de 18 años que fue herido fatalmente por el oficial Darren Wilson en Missouri.
 ?? FAMILIAR. ÁLBUM ?? Philando Castile, quien murió a los 32 años en Minnesota.
FAMILIAR. ÁLBUM Philando Castile, quien murió a los 32 años en Minnesota.
 ?? ARCHIVO FAMILIAR ?? Terence Crutcher, el conductor que fue asesinado por la policía en Oklahoma.
ARCHIVO FAMILIAR Terence Crutcher, el conductor que fue asesinado por la policía en Oklahoma.
 ??  ?? Las grandes productora­s pandemia. y los creadores de contenido porno de menor escala sacan provecho del mundo en cuarentena y disparan todas sus armas para conseguir ingresos en tiempos de
Las grandes productora­s pandemia. y los creadores de contenido porno de menor escala sacan provecho del mundo en cuarentena y disparan todas sus armas para conseguir ingresos en tiempos de
 ?? FOTOMONTAJ­E: ALBERT MARÍN ?? La plataforma Onlyfans pone en aprietos a las grandes productora­s, al facilitar un contacto directo entre actrices y actores porno con sus fanáticos.
FOTOMONTAJ­E: ALBERT MARÍN La plataforma Onlyfans pone en aprietos a las grandes productora­s, al facilitar un contacto directo entre actrices y actores porno con sus fanáticos.

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