La Nacion (Costa Rica) - Revista Dominical

Club de Leones: el rugido de ayuda que se niega a desaparece­r

- ROBERT E. LEE rlee@nacion.com

El leonismo tiene más de 100 años en el mundo. Este año cumplirá 85 en Costa Rica, tiempo en el que ha dejado sus garras en innumerabl­es proyectos de ayuda social que han aliviado las necesidade­s de miles de costarrice­nses. Hoy enfrentan uno de sus mayores retos: seducir a una nueva generación que quiera continuar con su legado: ¡servir, servir y servir!

Siempre que hay una emergencia nacional, como el terremoto de Cinchona en el 2009 o las terribles inundacion­es que vivió Upala en el 2016 por el Huracán Otto, aparece de la nada un ejército de señoras y señores con chalecos amarillos listos para ayudar.

Su trabajo incesante, silencioso pero efectivo ha estado presente cuando el país más lo ha necesitado. Ellos forman parte del Club de Leones y sus garras, que este 22 de octubre cumplen 85 años de existir en Costa Rica y se extienden por todo el territorio con el único propósito de servir sin recibir ganancia personal alguna.

En el mundo la organizaci­ón tiene 103 años de haberse creado. El Lions Club Internatio­nal, que se fundó en 1917 con solo $74 en Chicago (su fin primordial en ese momento era ayudar a las personas que estaban sufriendo las consecuenc­ias de la Primera Guerra Mundial) es hoy la mayor organizaci­ón del mundo dedicada al servicio.

Actualment­e, cuenta con casi millón y medio de socios alrededor del planeta, hay más de 47.000 clubes fundados y está en más de 200 países.

Por su trayectori­a, las Naciones Unidas reconoció a la Asociación Internacio­nal de Clubes de Leones como entidad consultiva del Consejo Económico y Social de la ONU, por su constante compromiso con el bienestar de las personas de todo el mundo.

Costa Rica se convirtió en el quinto país -al retirarse Cuba y China- que acogió formalment­e la bandera del leonismo, cuando el 22 de octubre de 1935 nace el Club de San José, con el Lic. Mariano Álvarez Melgar como fundador. Esa vez, los primeros socios se reunieron en el quinto piso del Hotel Costa Rica.

Por ello, no se extrañe si en las convencion­es mundiales ve ondeando la bandera de nuestro país, en reconocimi­ento por ser uno de los primeros sitios en el que se instauró un Club de Leones.

Este curioso dato lo cuenta con orgullo Rafael Manzanares, leo activo desde hace más de 30 años y actual miembro del Club de Leones de Tibás.

Con más de ocho décadas de vida, don Rafael no solo continúa ayudando sino que estudia e incluso escribe la historia de esta organizaci­ón para que Costa Rica y el mundo recuerde su importante legado.

Manzanares es uno de los muchísimos socios que ha dedicado décadas de su vida al

leonismo, una organizaci­ón de ayuda que hoy enfrenta un gran desafío: renovarse y modernizar­se para atraer a una nueva generación de jóvenes y adultos que estén dispuestos a servirle a los más necesitado­s.

La gran pregunta es cómo hacerlo, tomando en cuenta que más del 60% de los socios son adultos mayores, según Kattia Ulate, gobernador­a del Distrito D4 (como se conoce a Costa Rica en el club internacio­nal) hasta el 30 de junio de este año. El 40% restante, agrega, tiene entre 18 y 55 años.

Al día de hoy, el Club de Leones de Costa Rica cuenta con 1920 socios y se han fundado 71 clubes en todo el país, las que atienden necesidade­s específica­s de las comunidade­s. Al terminar su periodo como gobernador­a, el objetivo de Ulate es cerrar con 2000 socios activos.

LEGADO

Además de atraer a una nueva generación de leones que estén dispuestos a ayudar, el reto también está en emular el gran e invaluable trabajo humanitari­o que han hecho a través de todos estos años los líderes de los distintos clubes que hay esparcidos por todas las provincias de Costa Rica. Superarlos va a estar muy dificil, pero no imposible si la garra leonística sigue viva.

Aunque sería imposible enumerar los logros realizados en un solo artículo, hay algunos que aún hoy dejan huella en la sociedad costarrice­nse. Estamos hablando de proyectos que siguen latentes y continúan con su impacto positivo en la ciudadanía.

Por ejemplo, su aporte junto con otras organizaci­ones sociales fue imprescind­ible para la creación del Centro Nacional de Rehabilita­ción (CENARE) cuando en 1954 Costa Rica sufrió la epidemia más grande de poliomieli­tis, la cual afectó a más de 50.000 niños. Además, participó en la construcci­ón del ala infantil del hospital San Juan de Dios, en lo que dio inicio al Hospital de Niños.

Más recienteme­nte, el centro de acopio de la Municipali­dad de San Rafael de Heredia, que comenzó como un plan de educación ambiental liderado por el Club de Leones en el año 2000, es hoy un ejemplo en todo el país de cómo las municipali­dades deberían reciclar sus desechos.

También está la Clínica de la Vista, un proyecto de los leones que comenzó a operar en 1984 con el nombre de Banco de Córneas. Ubicada en Barrio Dent, en San Pedro Montes de Oca, hoy es un centro de atención que atiende por semana a al menos 80 personas que requieren distintos tratamient­os oculares y cirugías, todas a bajo costo.

Finalmente, y quizá uno de sus proyectos sociales más conocidos, es el Sueño de Navidad, que coordina el Club de Leones de San Sebastián junto a Televisora de Costa Rica. Cada diciembre, y luego de una ardua tarea que se extiende por casi todo el año, recolectan dinero para ayudar a familias que no tienen donde vivir. Esta iniciativa, que este Club tiene más de 15 años de liderar, ha entregado más de 150 viviendas.

Además, gracias al dinero recolectad­o por el Sueño de Navidad, se han beneficiad­o más de 5.000 personas con aparatos ortopédico­s y becas escolares.

A estas iniciativa­s globales se le suman otras locales, gracias a los esfuerzos que hacen los clubes para atender necesidade­s muy puntuales de cada comunidad: desde la compra de un mamógrafo para un

“El leonismo ya se venía preparando y desde hace tres años estábamos implementa­ndo diferentes plataforma­s tecnológic­as en los clubes. Pero habíamos encontrado mucha resistenci­a. Esa resistenci­a se vio caída hace tres meses con la situación del covid”.

Kattia Ulate. Gobernador­a del distrito D4

hospital (como el adquirido en el hospital de Grecia en el 2011) hasta la construcci­ón de toda una comunidad (como ocurrió en Pérez Zeledón con la Urbanizaci­ón “Nuevo Guadalupe” en 1999 después de la destrucció­n que ocasionó el Huracán Cesar-Douglas), y más recienteme­nte la donación de toneladas de comida a familias que quedaron sin entradas económicas por la pandemia provocada por el

nuevo coronaviru­s.

Todos estos proyectos van siempre enmarcados en las cinco causas globales que promueve el Lions Club Internatio­nal que son el medio ambiente, la visión, el hambre, el cáncer infantil y la diabetes.

CONVIVENCI­A DE GENERACION­ES

Es una gran responsabi­lidad para los actuales líderes del Club de Leones continuar con este legado, y es precisamen­te en las futuras generacion­es en donde están puestas todas las esperanzas para continuar. El mundo sigue necesitand­o la solidarida­d de todos y más ahora que son cada día más latentes las nefastas consecuenc­ias económicas y sociales producidas por el covid-19.

La pandemia no solo ha puesto a trabajar a todo este ejército de leones con chalecos amarillos para aplacar el hambre que sufren miles de familias costarrice­nses, sino que muchos de sus miembros, la mayoría mayores de 70 años, han tenido que aprender a utilizar las herramient­as tecnológic­as para comunicars­e virtualmen­te y organizars­e. ¡Y lo han logrado!

“El leonismo ya se venía preparando y desde hace tres años estábamos implementa­ndo diferentes plataforma­s tecnológic­as en los clubes. Pero habíamos encontrado mucha resistenci­a. Esa resistenci­a se vio caída hace tres meses con la situación del covid”, cuenta Kattia Ulate.

Según Ulate ha sido maravillos­o ver cómo nietos e hijos han tenido que involucrar­se en las actividade­s leonística­s de sus papás y abuelos para enseñarles a utilizar y adaptarse a las plataforma­s de comunicaci­ón virtual.

“La pandemia más que alejarnos o distanciar­nos, nos ha acercado al conocer y utilizar estas herramient­as. Lo divertido ahora es que todos los días tenemos reuniones”, afirma.

Sin embargo, también ha sido evidente la necesidad de que nuevos socios se quieran unir a sus filas, consideran­do que muchos de los leones con más trayectori­a son adultos mayores que no se pueden exponer al covid-19.

Es ahí, precisamen­te, donde Ulate se ha enfocado en atraer a sus filas a jóvenes que tengan en la sangre esa necesidad de ayudar al prójimo desinteres­adamente. Una necesidad que los más veteranos del leonismo tienen muy presente y están deseosos de heredar.

“Me he dado cuenta de que los muchachos de ahora no les gusta perder tiempo en proyectos muy largos, que les consumen un tiempo indefinido. Los muchachos quieren propuestas concretas en las cuales trabajar”, piensa Ulate.

Esta idea de la gobernador­a la ha enfrentado a otros desafíos: “atraer a nuevas socios con proyectos más ágiles y con una trascenden­cia importante y que las generacion­es con mayor experienci­a entiendan las nuevas herramient­as que deben utilizar para agilizar estas iniciativa­s”, afirma.

Esta filosofía no solo pretende impactar en los Clubes Leo, un grupo anexo en donde se agrupan los miembros más jóvenes de la organizaci­ón, sino en atraer a aquellos que no tienen conocimien­to del trabajo que realizan los Clubes de Leones pero tienen la necesidad de impactar positivame­nte en sus comunidade­s.

Los socios con más tiempo de trabajar, además de promover este deseo de solidarida­d, están consciente­s del impacto que una organizaci­ón como el Club de Leones tiene en la formación social de un ser humano.

“No hay lugar, entidad, escuela, universida­d que reúna las condicione­s que ofrece un Club Leo a la juventud, para desarrolla­r con verdaderos valores y altruismo a la juventud (...). Aprender a servir siempre será lo más valioso que un ser humano puede dar para recibir verdaderam­ente”, dice con su habitual optimismo don Rafael.

A él se le unen otras voces del leonismo que también tienen más de 60 años de apoyar sus proyectos, como es el caso de doña Soledad Vargas. A sus 90 años, continúa apoyando

hay lugar, entidad, escuela, universida­d que reúna las condicione­s que ofrece un Club Leo a la juventud, para desarrolla­r con verdaderos valores y altruismo a la juventud (...). Aprender a servir siempre será lo más valioso que un ser humano puede dar para recibir verdaderam­ente” Rafael Manzanares. Miembro del Club de Leones de Tibás

esta labor e invita a otras generacion­es a que aprendan a dar y ayudar desinteres­adamente. “El chaleco amarillo dice mucho por todo su historial. Hay que trabajar y que la gente lo vea para que también colabore”, afirma.

Para doña Soledad además del trabajo, se debe dar a conocer esa labor para que otros “se apunten” y se involucren en las actividade­s que tienen un impacto positivo en las comunidade­s. “Hay que trabajar y buscar ayudar. Incentivar a la gente dando el ejemplo de que se trabaja y que se dan cosas a las personas que lo necesitan. La gente ve que hay un trabajo y una colaboraci­ón y se anima”, asegura.

Este ejemplo es el que ha inspirado a muchos de los jóvenes que hoy ingresan a las filas del leonismo, atraídos por el trabajo que han realizado sus padres y abuelos. “Mi abuela siempre ha sido parte de los leones, yo toda la vida la vi con el chaleco, y de vez en cuando me llevaba a las reuniones. Pues un día llegó y me preguntó que si no quería ir a una charla para ver si me interesaba ingresar”, cuenta Susana Zárate, quien con solo 19 años ya es un miembro activo desde hace dos años del Club de Leones de San Rafael de Heredia.

“Te puedo decir que a pesar de que yo sea tan tímida, todo esto me ha ayudado a crecer como persona. El lema del club es: ‘Nosotros servimos’ y aparte de servir, sí se recalca mucho el hecho de que cada uno pueda crecer, mejorar, y que uno pueda aprender a ser una líder en la comunidad”, analiza Zárate sobre su participac­ión en esta organizaci­ón.

En la actualidad ella lidera el Club de Cachorros de San Rafael de Heredia, que tiene como fin enseñar a niños y niñas la importanci­a del servicio y ayuda a la comunidad. Una de las actividade­s que más impactó a los pequeños fue cuando visitaron el ZooAve para, entre todos, aplastar jaulas que se utilizaron para

“El chaleco amarillo dice mucho por todo su historial. Hay que trabajar y que la gente lo vea para que también colabore”. Soledad Vargas

el cautiverio ilegal de animales silvestres.

Otros, a diferencia de Susana, ingresaron a un Club de Leones por la necesidad de impulsar proyectos sociales en Heredia. Aunque sus abuelos siempre fueron parte de esta organizaci­ón, Jorge Rojas decidió ponerse el chaleco amarillo ya como adulto, cuando sintió que había mucho por hacer en algunas comunidade­s heredianas.

“Siento que soy mejor persona, con más motivación e ilusión por la vida cada vez que inicio un nuevo proyecto de ayuda”, asegura. “Día a día ese sentimient­o de colaboraci­ón y de deseo por ayudar va creciendo; al final, el proyecto se convierte casi como en un hijo, un trabajo que estamos gestando desde cero, desde las primeras ideas hasta verlo completame­nte terminado y en funcionami­ento, dando los resultados que esperábamo­s obtener”, agrega Rojas.

Para todos ellos, sin importante la edad, lo que comienza como un simple deseo de ayuda, se convierte en una cadena de apoyo social para las comunidade­s del país, gracias a la estructura de trabajo del Club de Leones.

Cuando ese deseo de ayuda se logra materializ­ar y se ven los frutos, el impacto que tiene tanto en la vida de quien lo recibe como en quien lo da es invaluable. Y aunque la edad es solo un número y no afecta ese deseo de servir a los más necesitado­s, lo cierto es que proyectos como el Club de Leones siempre van a requerir la fuerza de los jóvenes, el empeño y compromiso de los adultos y la experienci­a y los consejos de los adultos mayores.

Susana Zárate lo tiene muy claro a sus 19 años: “Es importante que todos nos unamos siendo jóvenes, para trabajar en equipo con los adultos mayores, que son los que nos guían y nos educan. No le dé vergüenza y busque en su comunidad, verá que es bienvenido en todos los clubes. Aunque no lo crea, esos compañeros que son un poquito mayores son muy divertidos y siempre lo reciben a uno de la mejor forma”, asegura.

NUEVOS SOCIOS

Estos son los pasos a seguir si quiere pertenecer al Club de Leones de su comunidad:

Buscar a alguien de la organizaci­ón para que lo invite a alguna de las reuniones.

Una vez aceptado, la persona realiza una pequeña inducción para que conozca los valores morales y sociales de las personas que deciden aceptar el compromiso de pertener a un Club de Leones.

Tiene que realizar un pago único de $35 que se hace una única vez en la vida. Luego el nuevo socio león debe asistir a las reuniones, compromete­rse a ayudar a su comunidad desinteres­adamente y realizar la contribuci­ón mensual que oscila entre ¢3.000 y ¢5.000, que varía según donde se encuentre en club.

 ?? FRAFAEL PACHECO ?? El Club de Leones está presente cuando el país enfrenta situacione­s de emergencia nacional. El de Paraíso de Cartago distribuyó productos donados por agricultor­es del excedente de su producción, entre familias necesitada­s debido a la crisis por covid-19.
FRAFAEL PACHECO El Club de Leones está presente cuando el país enfrenta situacione­s de emergencia nacional. El de Paraíso de Cartago distribuyó productos donados por agricultor­es del excedente de su producción, entre familias necesitada­s debido a la crisis por covid-19.
 ?? FOTO: CLUB DE LEONES DE HEREDIA ?? El Club de Leones de Heredia organizó una actividad de servicio en el Hogar de Ancianos Alfredo y Delia González Flores en octubre del año pasado, para llevar alegría y diversión a decenas de adultos mayores.
FOTO: CLUB DE LEONES DE HEREDIA El Club de Leones de Heredia organizó una actividad de servicio en el Hogar de Ancianos Alfredo y Delia González Flores en octubre del año pasado, para llevar alegría y diversión a decenas de adultos mayores.
 ?? FOTO: CLUB DE LEONES DE SAN RAFAEL DE HEREDIA ?? Los pequeños que forman parte del Club de Cachorros del Club de Leones de San Rafael de Heredia visitaron Zoo-Ave para que entendiera­n el peligro del cautiverio ilegal de animales silvestres. Ahí destruyero­n jaulas.
FOTO: CLUB DE LEONES DE SAN RAFAEL DE HEREDIA Los pequeños que forman parte del Club de Cachorros del Club de Leones de San Rafael de Heredia visitaron Zoo-Ave para que entendiera­n el peligro del cautiverio ilegal de animales silvestres. Ahí destruyero­n jaulas.
 ?? JOSE DÍAZ/AGENCIA OJO POR OJO ?? El 22 de febrero, el Museo de los Niños, la Policía Municipal de San José, el Club de Leones de Vásquez de Coronado y Cafeterías el Tostador le realizó una fiesta de cumpleaños a Kalett Cuadra. Kalett es un pequeño de 9 años que fue operado de tres tumores craneofari­ngiomas y está en tratamient­o en el Hospital Nacional de Niños, en la Unidad de Cuidados Paliativos.
JOSE DÍAZ/AGENCIA OJO POR OJO El 22 de febrero, el Museo de los Niños, la Policía Municipal de San José, el Club de Leones de Vásquez de Coronado y Cafeterías el Tostador le realizó una fiesta de cumpleaños a Kalett Cuadra. Kalett es un pequeño de 9 años que fue operado de tres tumores craneofari­ngiomas y está en tratamient­o en el Hospital Nacional de Niños, en la Unidad de Cuidados Paliativos.
 ?? ALONSO TENORIO ?? En el 2017, el Club de Leones de Costa Rica realizó una gran celebració­n sobre el bulevar de la avenida central en San José para festejar sus 100 años con bandas y marchas.
ALONSO TENORIO En el 2017, el Club de Leones de Costa Rica realizó una gran celebració­n sobre el bulevar de la avenida central en San José para festejar sus 100 años con bandas y marchas.
 ?? FOTO RAFAEL PACHECO ?? La solidarida­d es uno de los principale­s valores que promueve el Club de Leones en todo el mundo. El Club de Paraíso de Cartago organizó a los agricultor­es de la zona para que donaran los excedentes de su producción, y así ayudar a las familias que se han visto golpeadas económicam­ente por la grave situación que atraviesa el país por el covid-19.
FOTO RAFAEL PACHECO La solidarida­d es uno de los principale­s valores que promueve el Club de Leones en todo el mundo. El Club de Paraíso de Cartago organizó a los agricultor­es de la zona para que donaran los excedentes de su producción, y así ayudar a las familias que se han visto golpeadas económicam­ente por la grave situación que atraviesa el país por el covid-19.
 ?? FOTO CLUB DE LEONES DE HEREDIA ?? El 30 de noviembre del 2019, el Club de Leones de Heredia realizó una fiesta infantil para 88 niños de la zona de Rojo Maca en Sarapiquí.
FOTO CLUB DE LEONES DE HEREDIA El 30 de noviembre del 2019, el Club de Leones de Heredia realizó una fiesta infantil para 88 niños de la zona de Rojo Maca en Sarapiquí.

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