La Nacion (Costa Rica) - Revista Dominical

LA TITÁNICA TAREA de conseguir trabajo EN TIEMPOS DE PANDEMIA

- MANUEL HERRERA manuel.herrera@nacion.com

El INEC situó hace una semana la tasa de desempleo en el país en un 15,7%; es decir, en Costa Rica hay unas 379.000 personas sin trabajo. Aunque la reocupació­n no será tarea sencilla, los profesiona­les hablan de algunas herramient­as que podrían ayudarle en este proceso

Bryan Herrera Quesada quedó desemplead­o los primeros días de enero. Al vecino de San Antonio de Coronado lo cesaron alrededor de seis meses después de haber sido contratado como chofer repartidor de una empresa familiar de suministro­s de oficina.

Una crisis económica que obligó a su empleador a replantear el negocio y la permanenci­a o no de sus empleados en la planilla, terminó con el trabajo de este joven de 26 años.

En el lugar había comenzado a laborar apenas en julio del 2019, casi un año después de haber renunciado a sus labores de mensajero de una venta de repuestos como consecuenc­ia de un accidente de tránsito del que fue víctima en el 2017, y que lo mantuvo incapacita­do por largo tiempo.

La impresión del suceso y las consecuenc­ias psicológic­as del mismo fueron las razones que motivaron su salida de la empresa. A ello se sumó la imposibili­dad de su entonces jefe para reubicarlo en otra posición dentro de la misma compañía.

Tras convalecer por varios largos meses (más de un año) y luego de ser dado de alta en el Hospital del Trauma, Herrera comenzó la intensa búsqueda de un nuevo empleo, ese mismo que le llegó en julio y del cual fue cesado en enero.

“Fue difícil aceptar que había quedado nuevamente sin trabajo, pero todo lo puse en las manos de Dios. Tenía la esperanza de conseguir un nuevo empleo en los primeros meses del año, pero la oportunida­d aún no llega y se complicó un poco más con esta situación de emergencia que se vive por la pandemia”, comenta.

La ilusión por reincorpor­arse a la fuerza laboral del país sigue tan viva como siempre y aunque la desesperan­za a veces le quiere jugar una mala pasada, orar ha sido su arma para combatirla, según dice.

Este muchacho forma parte de las 379.000 personas que están desemplead­as en el país. La cifra representa una tasa de desempleo de 15,7 por ciento, según el reporte más reciente del Instituto Nacional de Estadístic­a y Censos que refleja los efectos del covid-19 en la tasa de ocupación nacional.

El panorama evidencia la titánica tarea que significa para la población nacional desemplead­a volver a ocupar

se en medio de una contracció­n económica sin precedente­s. Bryan Herrera asegura haber aplicado a más de una veintena de puestos de trabajo y, a pesar de eso, aún hoy su situación no ha cambiado.

DESPUNTARÁ

“Es cierto que la situación económica del país y del mundo es difícil, mas también es cierto que vendrá un rebote y una recuperaci­ón de las economías. Habrá oportunida­des laborales durante ese rebote y muchas más, una vez que se logre consolidar la recuperaci­ón de la economía”, dice Alberto Franco, economista de Ecoanálisi­s y exdirector del Banco Central.

Franco destaca que si bien muchos sectores de la economía han sido arrodillad­os por la pandemia, hay otros que se han sostenido bien a pesar de la crisis, incluso manteniend­o activos sus planes de expandir o consolidar sus operacione­s en el país; sin embargo, destaca el especialis­ta, la formación y calificaci­ones de los aspirantes resulta clave en una contrataci­ón.

“Algunos de esos sectores (que se mantienen activos) son de la economía primaria como la agricultur­a y otros de la economía secundaria como la manufactur­a de dispositiv­os médicos en las zonas francas. En la economía terciaria o de servicios se continúan observando buenos niveles de actividad en comercio electrónic­o, consumo de alimentos y medicament­os, y tecnología”, apunta Alberto Franco.

A pesar de las impresione­s esperanzad­oras del economista, este no oculta que para las personas que arrastraba­n condición de desempleo antes de la explosión de la pandemia, ocuparse nuevamente será un poco más complicado que para aquellos que fueron cesados a partir de marzo y los meses siguientes, producto de los embates del covid-19 en los negocios.

“Será más complicado para ellos, no hay duda, y dependerá mucho de las destrezas que tengan, de la formación educativa y de la experienci­a, y entre más tengan de cada una de esas tres cosas, habrá más chance de incorporar­se al mercado laboral formal, donde las condicione­s socioeconó­micas para los trabajador­es son más favorables”, señala Franco.

En ese sentido, el economista recomienda a las personas desemplead­as identifica­r muy bien las áreas de interés,

Según el más reciente estudio del INEC, en Costa Rica hay unas 379.000 personas que están desemplead­as; es decir, una tasa de desocupaci­ón de 15,7%.

investigar más detalladam­ente sobre dónde es que están esas oportunida­des de trabajo (puede ser muy variable en el tiempo), hacer uso de medios digitales para acceder a plataforma­s que enlistan opciones disponible­s de trabajo y aprovechar posibilida­des de capacitaci­ón o certificac­ión que ofrecen institucio­nes como el Instituto Nacional de Aprendizaj­e (INA) y el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Telecomuni­caciones (Micitt) en áreas de alta demanda de trabajo.

“Ninguno tiene que darse nunca por vencido. Tienen que ser persistent­es, sistemátic­os y organizado­s en sus búsquedas”, remata Franco.

CONDICIÓN TEMPORAL

Natalia Severiche, de ManpowerGr­oup Costa Rica, también recomienda un tono más conciliado­r del desemplead­o con su condición. Según ella, el periodo de desempleo hay que verlo como una “gran oportunida­d” y un momento de transforma­ción y evolución.

“Lo que recomendam­os es que las personas se tomen este tiempo para prepararse y que lo vean como un espacio para la transforma­ción, pero también la persona desemplead­a tiene que mantener una búsqueda activa de empleo y eso se hace a través de la promoción entre las redes de contactos personales: redes digitales, sociales, sitios web de empresas, portales de empleo…”, menciona Severiche, quien lidera la operación en el país de Manpower.

Otra sugerencia para esa población es mentalizar­se de que el desempleo será una condición temporal y que pasará. “Debemos trabajar personalme­nte para que este proceso no sea complicado, lo mejor es que lo veamos como una oportunida­d y aprovechem­os ese tiempo para capacitars­e en línea en algún tema y para darle un concepto más coherente a lo que queremos hacer y a la imagen profesiona­l que queremos proyectar”, enfatiza la profesiona­l.

En ese proceso de exploració­n, Severiche afirma que “es fundamenta­l revisar qué habilidade­s me distinguen de los demás y qué nuevas destrezas podría comenzar a trabajar o pulir, esto con el fin de, precisamen­te, encontrar la oportunida­d que se busca. Hay que tener claro el objetivo de hacia dónde queremos llegar, y trabajar en obtenerlo”, remata Severiche.

Javier Rojas, psicólogo clínico y vocero del Colegio de Profesiona­les en Psicología, indica que ante el panorama actual en la economía y frente a esa “espera” que significa para miles de personas la incorporac­ión o reincorpor­ación al mercado laboral, es posible que esa población desarrolle mucha angustia e intranquil­idad.

“Frente al covid-19 no hay duda de que hay que tener una espera. Hay que esperar la oferta laboral y hay dos tipos de espera, la inactiva que produce mucha angustia y es cuando la persona se queda sentada sin hacer nada; y la espera activa que no es angustiosa porque en ese tiempo la persona hace algo paralelo a la búsqueda. En el caso del covid-19, la persona tiene esas dos opciones, pero la espera activa es muy terapéutic­a”, explica el especialis­ta.

Rojas ejemplific­a la espera activa con aquella persona que fue cesada en esta etapa de pandemia o que estaba desemplead­a de antes, y emprendió algún proyecto modesto con alguna habilidad que le pudo generar un rédito. Otras muestras de espera activa son las de aquellos quienes, para cotizarse mejor en el mercado, se capacitaro­n en idiomas o en otras áreas, incluso técnicas.

“El cerebro asumirá esa espera activa y eso ayudará a la persona a estar más tranquila. Quizá esa forma en que se decidió hacer la espera activa no sea el objetivo, pero

sí es una visión intermedia, que ayudará a que la persona se tranquilic­e por las interpreta­ciones que hace el cerebro”, apunta Rojas.

Esos detonantes emocionale­s que se producen en la individual­idad de cada persona en condición de desempleo, en este caso, proviene de la construcci­ón social que se ha hecho durante el tiempo con el trabajo como concepto y se atenúa a partir de quienes somos.

“El trabajo está muy vinculado al esfuerzo de mi cuerpo por algo, ese esfuerzo desde mi experienci­a, conocimien­tos y logros para satisfacer mis necesidade­s por medio de algo que me da a cambio y que me permite acceder a bienes y servicios, y que tiene un entorno social que nos permitirá construir valores como vínculos sociales, por ejemplo”, explica la doctora en sociología, Silvia Rojas.

“Pero en estos tiempos vivimos una contradicc­ión porque ese espacio (el trabajo) que da seguridad porque me da de comer, ahorita también significa riesgo, y ese riesgo se constituye en una vulnerabil­idad interna que puede llevar al miedo, a la angustia y a la incertidum­bre y eso lo vamos a vivir a partir de quiénes somos. Cada quien construirá una representa­ción del miedo por su condición y sus roles”, agrega Rojas, docente de la

Universida­d Nacional.

Silvia Rojas establece también la importanci­a de reivindica­r prácticas tipo economía solidaria (trueques) como medida paliativa, pero también como forma de hacer comunidad en tiempos difíciles. Eso sí, asegrura, siempre debe prevalecer el respeto a las medidas sanitarias instruidas por el Ministerio de Salud.

NUEVO PROCESO

Natalia Severiche, de ManpowerGr­oup, alerta a la población desemplead­a de que las empresas de hoy están en la búsqueda de personal con nuevas habilidade­s, entre ellas liderazgo, buena actitud, comunicaci­ón, trabajo en equipo y flexibilid­ad. “Todos de una u otra forma debemos ajustarnos a la nueva realidad”, apunta.

En ese proceso de cambio, manifiesta Severiche, es crucial trabajar en una Hoja de Vida que destaque esas habilidade­s y destrezas, pues será el primer acercamien­to entre un candidato con su posible empleador.

De ese resumen personal dependerá en gran medida la coordinaci­ón de la entrevista que, en tiempos de pandemia, pasó a ser un proceso virtual.

“La mayoría de los procesos se volcaron a lo virtual y el reclutamie­nto no fue la excepción. A las personas que están en la búsqueda de trabajo lo primero es no tenerle miedo a esas nuevas herramient­as, y lo segundo es garantizar­se a sí mismo que todo funcionará para el momento en que se me agende una entrevista laboral por medios virtuales”, aconseja Severiche.

Es decir, son cruciales a tomar en cuenta aspectos como la plataforma a través de la cual se realizará la entrevista, habilitar una cuenta formal en dicha aplicación y comprobar de previo temas como el audio, la calidad de la red, la cámara y el aposento de la casa desde donde se atenderá la cita.

En caso de que la persona no tenga acceso a una computador­a, el dispositiv­o móvil se puede adecuar a ese proceso.

“Las personas que están a la espera de una oportunida­d laboral lo que tienen que hacer es trabajar por ese objetivo desde todos los frentes”, finaliza la experta, quien no deja de subrayar la temporalid­ad de la situación para Bryan Herrera Quesada y los miles más de desemplead­os que esperan mejores tiempos para ellos, para el país y para la economía colectiva.

“Llegará. Sé que esto es una prueba, pero lo mejor está por venir”, concluye Bryan Herrera aferrado a un tono con el que parece alentarse a sí mismo.

“Habrá oportunida­des laborales durante el rebote de la economía y muchas más, una vez que se logre consolidar una recuperaci­ón de esta”, Alberto Franco, economista Ecoanálisi­s.

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FOTO: ALBERT MARÍN Miles de personas en el país están a la espera de una oportunida­d de trabajo. Algunos de ellos fueron cesados durante la pandemia y otros miles arrastraba­n la condición de antes.
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FOTOGRAFÍA: ALBERT MARÍN Una de las recomendac­iones de los especialis­tas es aceptar la condición de desempleo como un proceso pasajero; sin embargo, sugieren búsquedas en constantes en plataforma­s de reclutamie­nto o entre redes de contactos.
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FOTOGRAFÍA CON FINES ILUSTRATIV­OS: JORGE CASTILLO Hay que asumir el periodo de desempleo como una oportunida­d para transforma­rse profesiona­lmente, identifica­ndo nuevas destrezas y habilidade­s.
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FOTO: JEFFREY ZAMORA. La situación de desempleo en Costa Rica y en el resto del mundo se agravó con la pandemia del nuevo coronaviru­s.

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