La Nacion (Costa Rica) - Revista Dominical
¿Qué es la transmisión comunitaria que podría tener Pavas?
Costa Rica pasó de sumar 337 casos nuevos de covid-19 en el mes de mayo, a sumar 1.459 en 24 días de junio. El distrito de Pavas, en San José, es susceptible de tener transmisión comunitaria, según el Ministerio de Salud.
En junio del 2020, el notorio incremento de casos positivos de covid-19 en Costa Rica volvió a poner en alerta a un país que hasta mayo había sido ejemplo mundial de cómo gestionar la pandemia.
Con medidas ágiles y fuertes, tomadas cuando había 41 casos y cero fallecidos; con un sistema de salud centralizado que trabaja junto a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), la curva de contagios se llegó a aplanar al punto que en la semana del lunes 20 al domingo 26 de abril, únicamente hubo 35 casos nuevos. Y en todo el mes de mayo, el país registró 337 casos positivos.
No obstante, en los primeros 24 días de junio, Costa Rica sumó 1.459 casos nuevos. ¿A qué se debe esta alza significativa de contagios? ¿Significa que hay transmisión comunitaria, como la que tienen Nicaragua y Panamá? Tras semanas de repetir que no había evidencia de que ya hubiese transmisión comunitaria, el ministro de Salud, Daniel Salas, dijo el 23 de junio en conferencia de prensa que el distrito de Pavas entra entró “alerta naranja” por la fuerte circulación del coronavirus.
En los últimos tres meses, este distrito capitalino registró 22 casos totales, pero en los primero tres días de esta semana contabilizó 42 casos nuevos.
“Por esas consideraciones es el distrito donde se ha encontrado mayor peligro de evidencia transmisión comunitaria. Estamos haciendo una investigación amplificada, un muestreo en diferentes zonas”, dijo Salas.
En este Explicador detallamos qué es la transmisión comunitaria y qué medidas conlleva su gestión.
TRANSMISIÓN COMUNITARIA
La Organización Mundial de la Salud (OMS) categoriza el estado de la pandemia en los países en cuatro fases:
Fase 1: No hay personas contagiadas en el país, pero se exhorta a las autoridades a tomar medidas preventivas y se prepara a la población para la llegada de casos.
Fase 2: Comienzan a llegar casos de personas contagiadas al país, de forma esporádica. Son casos importados; personas infectadas que ingresan al país por vía terrestre, aérea o marítima, provenientes de otros países donde ya hay circulación del nuevo coronavirus.
Fase 3: Hay ‘clusters’ o grupos de contagio, pero se logra identificarlos y aislarlos. El país gestiona conglomerados de personas con covid-19 que comparten una ubicación geográfica y una exposición común. Para controlar esta fase e impedir que se pase a una fase cuatro, las autoridades deben trabajar con agilidad para aislar y hacer pruebas covid-19 a todas las personas que tuvieron o pudieron tener contacto con los ciudadanos de esos ‘clusters’. Se habla de transmisión local, pero se tiene conocimiento de aproximadamente un 90% del origen de todos los casos.
Fase 4: Transmisión comunitaria. Hay brotes mucho más grandes de transmisión dentro del país, y las autoridades pierden el rastro de la cadena de contagios. Hay transmisión constante y sostenida. El porcentaje de casos con origen conocido disminuye, y el covid-19 se expande hacia todo el país. El último riesgo es la posible saturación de los sistemas de salud.
Oficialmente, al cierre de esta edición el jueves 25 de junio, Costa Rica todavía se encontraba en la Fase 3 descrita por la OMS. Pavas era hasta ese día el único distrito sobre el cual el Ministerio de Salud ha manifestado la posibilidad de que haya transmisión comunitaria.
Sin embargo, en las conferencias de los mediosdías, Daniel Salas ha advertido en el pasado que si bien no hay evidencias de que Costa Rica esté en la fase 4, no se puede descartar que haya una “transmisión comunitaria silenciosa”.
El país en el mundo que ha realizado más pruebas covid-19 a su población es Islandia. Hasta el 23 de junio, ese país obtuvo 70.072 muestras para análisis. Esto es el 19.2% de su población total, que es de apenas 364.000 habitantes. Uno de los aprendizajes más relevantes que Islandia puede enseñarle al mundo es que la mitad de sus casos positivos por covid-19 no presentaron síntomas. Es decir, si este escenario con un 50% de enfermos asintomáticos se replica en el mundo entero, es posible que usted y yo hayamos tenido y superado el covid-19 sin notarlo. Y sin buscar ayuda en los servicios de salud, más allá de los medicamentos normales para tratar una gripe o un resfriado.
María Luisa Ávila, infectó
loga pediatra y exministra de Salud, subraya que la transmisión comunitaria es un fenómeno que llegará “tarde o temprano” al país.
“Puede ser que la podamos manejar lentamente”, explica Ávila. “Es posible que ya haya una transmisión silente en la comunidad. Como este es un virus que en la mayoría de los casos no produce tanta sintomatología, y la sintomatología es tan variada, puede ser que ya se estén dando casos. Pero aquí lo importante es ver el número y el aumento en los casos que se van presentando diariamente. Y en el porcentaje de muestras positivas. Porque eso nos permite saber qué porcentaje eventualmente de la población se está exponiendo o no”.
Hasta el 24 de junio, el porcentaje de pruebas que salen positivas con covid-19 en Costa Rica es de 8,88% desde que comenzó la pandemia, según cálculos realizados con los datos oficiales que nos da el Ministerio de Salud todos los días. En este dato se ha logrado reducir mínimamente la cifra con respecto a hace unos meses, ya que a mediados de abril, el porcentaje de pruebas que daban positivo era del 8,9%.
Sin embargo, al calcular este mismo dato con las pruebas de la última semana de junio, este es el resultado:
--Casos positivos entre los días 16 y 24 de junio: 737
--Total de muestras analizadas entre el 16 y el 24 de junio: 5.702
--Porcentaje de pruebas que salieron positivas entre el 16 y el 23 de junio: 12,9%
Si calculamos lo mismo entre el domingo 21 de junio y el miércoles 24 de junio, estos son los resultados:
--Casos positivos entre los días 21 y 24 de junio: 302
--Total de muestras analizadas entre el 21 y el 24 de junio: 1.308
--Porcentaje de pruebas que salieron positivas entre el 21 y el 24 de junio: 23.08%
Para tener un ejemplo de esta cifra en un país que lidia con transmisión comunitaria avanzada, como Panamá, el 24,3% de las pruebas que se realizan allá son positivas, con actualización al 23 de junio.
Panamá, con una población de 4 millones de habitantes, acumuló 2.541 casos nuevos de covid-19 en los primeros 6 días de junio.
MEDIDAS EN FASE 4
Costa Rica se encuentra entre dos países que ya están en la fase 4 de la pandemia desde hace meses; con transmisión comunitaria. Panamá es ejemplo de qué se puede hacer para tratar de controlar esta fase, mientras que Nicaragua es ejemplo de una gestión lamentable, que representa un peligro mortal para sus ciudadanos.
Panamá, con una capital que es conector aéreo y marítimo mundial, registró su primer caso el 9 de marzo pasado. Se trataba de un señor de 64 años que había fallecido el día 8 de marzo por covid-19. Es decir, el virus llevaba días circulando en el país sin ser detectado por las autoridades sanitarias.
Para gestionar la crisis, Panamá impuso toques de queda de 5 a. m. a 5 p. m., se impuso una cuarentena estricta general, se cerraron las fronteras aéreas, marítimas y terrestres para civiles, se suspendieron todas las clases, se prohibieron eventos masivos, y poco a poco también se planean protocolos de reapertura económica.
En Nicaragua, el gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo optó por hacer nada, básicamente. Hubo una campaña de visita casa a casa para repartir folletos que promueven el lavado de manos, pero hasta la fecha, no se ha declarado alerta sanitaria nacional, ni se ha instaurado ningún tipo de confinamiento o cuarentena en el país.
Las personas toman estas medidas de forma voluntaria, siguiendo de cerca la evolución de la enfermedad en otras latitudes.
La exministra Ávila indica que en caso de experimentar la fase 4, Costa Rica debe seguir las mismas medidas que ha desarrollado hasta ahora, pero con más disciplina. También habla de la “autogestión” necesaria.
Además, la médica Guiselle Guzmán, jefa del área de Salud Colectiva de la CCSS, puntualiza las siguientes medidas a tomar y sostener:
“En Costa Rica estamos en escenario o fase 3, sin embargo, de acuerdo a la evolución de la enfermedad, le corresponde al Ministerio de Salud determinar e informar el momento en que Costa Rica avance a fase 4 de transmisión comunitaria”.
ESTAR ALERTA
Otro indicador importante en lo que respecta las enfermedades contagiosas es la tasa R (número básico de reproducción).
La tasa R de reproducción de una epidemia indica el número promedio de personas que contagia cada infectado durante todo el tiempo que en que es contagioso.
--Si la R es igual a 1, la cantidad de gente infectada no aumenta ni disminuye en el tiempo, y la epidemia está bajo control.
--Si la R es menor que 1, la epidemia está en camino de extinguirse.
--Si la R es mayor que 1, hay proliferación y puede llegar a haber un incremento exponencial de casos.
Costa Rica tuvo la tasa R más baja de Iberoamérica a mediados de abril, indica un análisis del Centro Centroamericano de Población de la UCR (CCP-UCR) en un artículo del pasado 4 de junio. Pero entrado a este mes, el país enfrenta “un preocupante R = 1,88 con tendencia ascendente”, describe la publicación. Esto quiere decir que cada enfermo infecta a casi 2 personas sanas.
El artículo, sin embargo, reconoce que el país ha sabido manejar la severidad de la crisis. Los 12 fallecidos son una de las cifras más bajas del continente, y en la estadística de muertes de adultos mayores por 100.000 personas mayores, Costa Rica presenta una razón de mortalidad de solo 2 defunciones. La mejor de los 21 países de Iberoamérica (incluyendo a España) que estudia el CCP-UCR.
El coronavirus está en Costa Rica, se contagia fácilmente y no se irá. La vacuna estaría lista no antes de 2021, y su producción y distribución global podría tardar más tiempo. Un país no puede permanecer totalmente cerrado, con medidas como las de Semana Santa en Costa Rica por más de un año, pues esto derivaría en un aumento mucho más agudo del desempleo y la pobreza. En este sentido, las autoridades y los ciudadanos tienen responsabilidades compartidas para gestionar esta crisis.
“Al virus no hay que tenerle miedo. Hay que tenerle respeto. Y la salud hay que cuidarla siempre. No solamente porque estemos en medio de una pandemia. Urgen cosas del sentido común que se han realizado siempre, pero ahora hay que ponerlo a un nivel mucho más alto”. María Luisa Ávila, infectóloga y exministra de Salud