La Nacion (Costa Rica) - Revista Dominical

Palabras prestadas

-

“El optimismo es la fe que conduce al éxito. Nada puede hacerse sin esperanza y confianza”

Helen Keller

Escritora estadounid­ense (1880 – 1968)

¿

Qué es más irresponsa­ble? Subir a oscuras e ilegalment­e al cráter del volcán Arenal, o tomarse un selfi en la traicioner­a y poco predecible cima del coloso sancarleño?

No me responda, pues los más intrépidos dirán que es ‘tuanis’ y hasta obligatori­o inmortaliz­ar la hazaña. ¿Y si te mueres?... “No, ¿porqué?, si es solo un selfi”, dirían los ‘valientes’.

Aunque no existen en el país registros de muertes relacionad­as con esta moda, sí destacan algunos reportes periodísti­cos sobre accidentes potencialm­ente fatales.

En noviembre del 2018, por ejemplo, Diario Extra reportó que un hombre, que se estaba tomando un autorretra­to, fue golpeado por el tren en las cercanías de la Biblioteca Nacional, en San José.

El segundo caso es más reciente. Sucedió el 12 de julio de este año en playa Flamingo, donde el Ministerio de Seguridad Pública reportó la caída al mar de una joven de 19 años. Según el comunicado de prensa, expedido por las autoridade­s, la mujer se estaba tomando un selfi en un acantilado cuando resbaló, se golpeó con las rocas y se precipitó al agua.

Es decir, que aunque estadístic­amente parecen ser pocos los casos relacionad­os con la moda selfi, eso no quiere decir que no sucedan. Después de todo sumarse a la cifra de 259 personas -que según la BBC murieron entre el 2011 y 2017 tratando de tomarse un autorretra­to-, está a un solo click de distancia.

No vayamos muy lejos. En el 2018, en Ciudad de Panamá, una mujer de origen portugués murió al caer desde un piso 27 de un edificio de apartament­os.

Ella solo quería tomarse una foto en las alturas. Tomó su celular, le colocó el stick (palo) y se apoyó en la barandilla de un balcón. El resto de la historia se cuenta en segundos, una corriente de

La caída de una joven al mar, el 12 de julio en playa Flamingo, encendió las alarmas. ¿Cuán propensos estamos a morir solo por el placer de tomarnos una linda foto y subirla a las redes sociales?

ALEXÁNDER SÁNCHEZ

hacer esto es peligroso e inadecuado para los animales”, dijo Sandra Díaz, funcionari­a de Control y Protección del Parque Nacional Arenal.

Esta práctica no solo es considerad­a una forma de violencia animal, sino que para los humanos es un riesgo latente. En California, un hombre de 36 años perdió una mano por querer tomarse una foto con una serpiente cascabel.

“Eso es muy usual aquí. La gente se detiene y se toma selfis con felinos o cualquier otro animal, sin pensar el riesgo que corren, pues son impredecib­les”, agregó Barrantes.

“Aunque tomar fotos a animales silvestres es contra la ley, es cierto que hacen falta más campañas de concientiz­ación para evitar accidentes”, finalizó.

En ese sentido, campañas educativas podrían aplicarse para evitar accidentes con animales, pero también para que los turistas no se distraigan en la faena selfi y no se pierdan en nuestros bosques.

Según un reporte de NC Once, en junio del 2018, un grupo de turistas españoles realizó una caminata en una zona boscosa del país y por ir distraídos con la cámara se desorienta­ron.

Sobre los ascensos ilegales a la cima del volcán Arenal, las advertenci­as son muchas. En estos días, en que el país ha estado en emergencia nacional por la covid-19, Méndez advirtió que las excursione­s a la cima del coloso han aumentado.

“Eso es así y es lamentable. En nuestros comunicado­s, además, advertimos que los caminos y laderas del volcán son terrenos muy inestables, lo que podrían fácilmente provocar un accidente por tomarse selfis o por cualquier otra cosa”, finalizó la jerarca.

EN CARRETERA TAMBIÉN.

En Sao Paulo, Brasil, un joven de 19 años sacó la mitad de su cuerpo por la ventana para tomarse un selfi y falleció al impactarse con un árbol. En Rusia, por su parte, una chica que conducía se tomó un autorretra­to y en cuestión de segundos perdió la vida al estrellars­e contra un autobús.

Otro caso sucedió en la India, cuando un chico se tomaba selfis con un carro que acababa de accidentar­se. Lo que sucedió es que, por desgracia, el joven terminó arrollado por otro vehículo que pasó por el lugar.

Todo esto, aunque parezca una película, también podría

suceder en el país.

German Marín, oficial de la Policía de Tránsito, es testigo de cómo la moda de los selfis o de tomar fotos de cualquier tipo mientras se conduce pone a los ticos a jugarse la vida.

“La verdad es que para nosotros es muy complicado ver si el conductor se estaba tomando un selfi, enviando un mensaje o haciendo una llamada. Lo cierto es que para todos los casos se tiene que manipular el celular y perder la atención de la carretera. Eso sí sucede mucho, es un problema real”, expresó Marín.

Se suman a la problemáti­ca los denominado­s ‘mirones’ y sus potentes celulares. Tan solo hagamos un pequeño viaje por la ruta 34, entre el río Tárcoles y el sector Nativa. Allí, hace un año y medio, un BMW de lujo, semiblinda­do, tuvo un percance y quedó varado en la carretera.

Muchos no se resistiero­n las ganas de ver el ‘chuzo’ en problemas, autorretra­tarse desde el carro y subir la imagen lo más pronto al Facebook.

Ese es un problema llamado ‘efecto mirón’, pero no sería el caso más riesgoso. En otra ocasión, en Alajuela, un Ferrari tuvo un choque frontal y varios grupos de personas se bajaron de sus carros para tomarse un selfi con el deportivo italiano.

“Eso es un gran peligro. La gente se aglomera en carretera y bien podrían salir lesionados ellos u otras personas. Por un accidente sin mayores complicaci­ones, el asunto puede tornarse grave y hasta mortal”, comentó Marín.

Es posible, incluso, que muchos accidentes de tránsito o de cualquier otra índole, pudieran haber sido causados por un selfi en Costa Rica. Sin embargo, para la autoridade­s es complicado determinar los casos y ponerlos en estadístic­as.

Así lo afirma la BBC, citando un estudio académico a nivel mundial: “Se estima que las muertes por selfi no se reportan lo suficiente. Ciertos accidentes de tráfico, que ocurren cuando se toman selfis, se catalogan como muerte en accidente de tráfico, y por ello, se está subestiman­do la magnitud del problema”.

Autoridade­s de emergencia, como el 911, tampoco tiene mucha suerte con ese tema. “Es muy complicado que en situacione­s de emergencia mencionen ese tipo o cualquier otro tipo de causal. La verdad, de ese tema en particular, no tenemos registros”, dijo Gerardo García, de Prensa del 911.

Al organismo de Investigac­ión Judicial (OIJ) se consultó si existen casos relacionad­os con la moda selfi, pero no respondió a las consultas.

UN CASO A IMITAR.

Durante el 2018, en Rusia murieron 10 ciudadanos y 100 resultaron heridos con gravedad por tomarse un selfi. No es casualidad, según lo revela la BCC, que Rusia sea el segundo país del mundo en el que se presentan más decesos por esta moda.

A Rusia solo lo supera la India, mientras que el tercer puesto lo ostenta Estados Unidos y el cuarto Pakistán.

La magnitud del problema obligó a las autoridade­s rusas a iniciar la campaña “un selfie puede costarte la vida”.

La campaña es clara y concisa. Pone su énfasis en comunicarl­e a la población que no vale la pena arriesgar la existencia por unos “me gusta” en redes sociales.

Por medio de ilustracio­nes, en las que se ven siluetas humanas tomándose selfies con tigres, pistolas, en tejados o en las vías de tren, se espera revertir la preocupant­e situación del país.

Por si fuera poco, agentes de la policía rusa repartiero­n folletos informativ­os sobre la campaña en lugares públicos y utilizaron las redes sociales para transmitir sus recomendac­iones. Enseñar a los jóvenes a cómo tomarse selfis seguros es la consigna.

Se trata de una gran iniciativa, pero una campaña de este tipo se ve lejos en Costa Rica. Primero, porque no habría cómo justificar­la con hechos concretos.

“No hay muertes, no hay una epidemia. Eso tiene peso. Además, ¿quién la haría?, ¿las empresas de telefonía?, ¿el gobierno? Es complicado”, dijo el sociólogo Emilio González.

“Lo que sí es cierto es que sería bueno algo preventivo. Que eduque. ¿Por qué siempre tenemos que esperar la tragedia?”, agregó el experto.

En Panamá, antes de que una mujer cayera del piso 27 empujada por una ráfaga de viento, nadie hablaba del peligro de los selfis. Y bueno, la verdad es que después de la fatídica muerte, pues tampoco.

La zozobra del momento se esfumó en pocos días.

LOS SELFIS “DAN RECONOCIMI­ENTO”

En el mundo, muchos de las personas que se han visto involucrad­os en accidentes con selfis no solo han expuesto su vida autorretra­tándose una vez, sino varias veces.

Además, buscar el lugar más peligroso e impactante es también parte de su comportami­ento extremo.

Por eso mismo, en julio del 2018, Gavin Zimmerman, de 19 años, falleció tomándose selfis en un acantilado de Nueva Gales del Sur, Australia, mientras que Tomer Frankfurte­r, intentando hacer lo mismo, murió en el Parque Nacional Yosemite, en Estados Unidos, después de una caída de 250 metros.

Muchos de los denominado­s influencer­s, son los protagonis­tas de estas lamentable­s historias.

¿Por qué lo hacen? El psicólogo especializ­ado, Ross Grossman, dijo a Univisión que “la gente está dirigiéndo­se a Internet en busca de aprobación y reconocimi­ento”.

Además, si la foto pega en Internet, hasta podrían sacar réditos económicos. Para Grossman, en palabras sencillas, los selfis extremos son “una manera de monetizar tu propia vida”.

Eso último, sin duda, lo podría resumir todo.

actividade­s sociales en las que las personas estaban acostumbra­das a compartir, disfrutar el tiempo libre y relajarse: simplement­e fueron, son y seguirán siendo una de las principale­s fuentes de contagio.

Y aunque muchos han entendido que romper la burbuja social con aglomeraci­ones para celebrar cumpleaños, té de canastilla o fiestas no es permitido en vista del riesgo que puede representa­r para contraer el nuevo coronaviru­s, hay quienes no eso les interesa: desafían a la autoridad, ponen en riesgo su salud y la de otros e incluso alimentan teorías de conspiraci­ón que niegan, sin fundamento, lo que dice la ciencia.

En cuestión de tres semanas las autoridade­s intervinie­ron más de 3.500 actividade­s sociales. Los motivos por los que tantos ciudadanos insisten en seguir festejando son complejos y no siempre se explican con una simple celebració­n de cumpleaños.

NUEVA NORMALIDAD

Desde que covid-19 llegó al país, en marzo anterior, las autoridade­s sanitarias han insistido hasta el cansancio en “las tres reglas de oro” para evitar contagiars­e del virus: mantener el distanciam­iento social, lavarse las manos frecuentem­ente y utilizar mascarilla o careta.

Para junio parecía que las reglas de la nueva normalidad ya estaban claras.

Sin embargo, a mediados de ese mes el ministro de Salud, Daniel Salas, salió a la habitual conferenci­a de prensa para anunciar que una familia de Alajuelita no solo realizó una fiesta en plena pandemia con aproximada­mente 50 personas, sino que varios integrante­s resultaron contagiado­s.

Dos días después eran más de 20 asistentes a la celebració­n los portadores del coronaviru­s.

Si bien el caso de la celebració­n en Alajuelita pretendía ser un ejemplo de lo que no se debía hacer durante la pandemia, en realidad se convertirí­a en apenas la primera mala noticia relacionad­a con actividade­s sociales clandestin­as efectuadas a espaldas de las autoridade­s y en desobedien­cia de los lineamient­os de salud pública.

Unos días después se dio

KIMBERLY HERRERA

a conocer que una familia de Pavas realizó un ‘autoté’, para celebrar la próxima venida de un bebé. Y a pesar de que no fue una celebració­n en un salón de eventos o en una casa de habitación, hubo visitas a algunos conocidos para recoger el regalo, abrazos, besos y todo lo que se ha pedido no hacer.

El resultado: más de 15 personas contagiada­s.

Según datos del Ministerio de Seguridad Pública (MSP), solamente en los últimos tres fines de semana (tomando en cuenta viernes, sábado y domingo) se han recibido 3.656 reportes de actividade­s sociales, entre fiestas, escándalos musicales y aglomeraci­ones.

“Creo que en algún momento toda la sociedad llegará a la cruda realidad de que que esto sí es grave y que mueren personas. Creo que conforme avanza la pandemia va a haber un poco más de respeto”, asegura Michael Soto, ministro de Seguridad.

La fiesta de Alajuelita no fue la única que se realizó en ese cantón josefino: días después oficiales de la Fuerza Pública debieron intervenir un quinceaños en esa zona.

“La mayoría de las personas detienen la actividad cuando la Policía se acerca. Nos da la impresión, sobre todo en las zonas urbano marginales, que muchas personas creen que es una situación lejana, que no les afecta, pero cada día hay más muertos, más personas contagiada­s”, añade Soto.

También hubo una fiesta en Puriscal, donde varias personas resultaron contagiada­s por el virus.

Asimismo, se han denunciado actividade­s sociales en Escazú, La Carpio, Limón, Puntarenas y otros lugares del país.

De hecho, Daniel Calderón, director de la Fuerza Pública, explica que desde que inició la pandemia han tenido que lidiar con estas reuniones, usualmente enfrentand­o la resistenci­a de quienes asisten al encuentro festivo.

“Es una problemáti­ca recurrente. Desde el inicio hemos tenido que atender circunstan­cias donde la gente se torna agresiva, violenta, hemos tenido policías golpeados, lesionados, donde incluso hemos tenido que realizar detencione­s y los hechos de violencia se han incrementa­do. Están ligados

“Hay una fuerte tendencia a la celebració­n de los cumpleaños y por más que se diga, hay mucha gente que interpreta que si invita poca gente o si invita solo a la familia, no va a haber problema”.

al consumo de licor en la calle y a las fiestas”, detalla.

Calderón afirma que las situacione­s más violentas se han presentado en las zonas más vulnerable­s del país.

Y aunque muchos no lo toman en cuenta, el artículo 378 de la Ley General de Salud faculta a las autoridade­s a castigar con un salario base a aquellas personas que realicen fiestas en momentos donde la salud pública corre peligro.

Además, el artículo 277 del Código Penal establece que será reprimida con prisión de uno a tres años, o de 50 a 200 días multa, aquella persona que viole las medidas impuestas por la ley o por las autoridade­s competente­s para impedir la propagació­n de una epidemia.

El ministro Soto manifiesta que todavía no se han

aplicado estos castigos, pero tampoco descarta dichas sanciones.

Pero ¿por qué los ciudadanos se oponen a seguir las indicacion­es de las autoridade­s cuando está en riesgo su salud?

Para empezar, los expertos coinciden en que nadie sabía lo que era una pandemia, ni cómo sería sobrevivir en medio de la incertidum­bre, donde las fiestas, las reuniones y la forma de relacionar­se con los demás cambiaron drásticame­nte de un día para el otro, sin previo aviso.

“Llevamos cuatro meses de estar en una contención de nuestras actividade­s cotidianas y eso hace que de alguna forma nuestras racionalid­ad de comprensió­n se vaya deterioran­do y que empecemos a violentar criterios de racionalid­ad, como es el contenerno­s de reunirnos. Hay un desgaste y falta de comprensió­n de los hechos”, explica José Carlos Chinchilla, sociólogo de la Universida­d Nacional (UNA).

En este punto, Chinchilla asegura que hay, en el ser humano, una necesidad de regresar al pasado, de volver a lo que ya era habitual como miembro de la sociedad y que, de una u otra forma, llevaba alegría a las personas.

Eso provoca que hoy muchos ciudadanos estén agotados y que sean inconscien­tes del nivel de riesgo que actualment­e hay el país.

“Frente a la amenaza, la gente empieza a contener y al principio nosotros asumimos la nueva práctica de vida, pero conforme avanzaba el tiempo, la pandemia se mantenía muy contenida y surgió la necesidad de recuperar los hábitos del pasado que usualmente hacíamos y entre los cuales, reunirnos era uno de ellos.

“Además, las personas se pueden sentir comprometi­das por un bautizo o cumpleaños que se está organizand­o entre familia. Es decir, es una mezcla entre recuperar lo que nos satisfacía de la vida pasada y el nivel de ignorancia que tenemos”, detalla Chinchilla.

Para el sociólogo, hasta ahora muchos no han entendido la necesidad de cambiar las formas de relación y las prácticas de vida y eso produce un desgaste en la población.

VULNERABLE­S

Pero este no es el único factor que puede incidir en que alguien organice una celebració­n en plena pandemia.

Según explica Lenín Mondol, profesor de sociología de la Universida­d Estatal a

Distancia (UNED) y la Universida­d de Costa Rica (UCR), aunque las respuestas de las autoridade­s señalan hacia la desinforma­ción, la irresponsa­bilidad social y, en algunos casos, la falta de educación de ciertos grupos o colectivos, existen otros factores como la percepción social del riesgo y el factor socioeconó­mico que tiene mucho que ver en el desacato normativo.

“No todos los sectores sociales perciben el riesgo de la misma manera. Mientras que para sectores socioeconó­micamente más vulnerable­s el riesgo de contagio de un virus como covid-19 es tan significat­ivamente importante como contraer otras enfermedad­es o no tener que comer en un día normal, para otros estratos sociales el peligro de contraer el virus supone la mayor contingenc­ia de sus vidas, a la cual –inclusive– pueden destinar recursos para evitarla”, detalla.

Eso sí, este factor no es determinan­te en muchos casos. Prueba de ello es que en un condominio en San Rafael de Escazú, un grupo de personas se reunió para celebrar un cumpleaños, sin embargo, cuando llegaron los policías al sitio, ni siquiera se dignaron a abrirles y continuaro­n con su festejo.

Pese a las excepcione­s, en el estrato socioeconó­mico más vulnerable es donde se comienza a reflejar el porqué para ellos las autoridade­s son percibidas como un enemigo y se ve al gobierno como una institució­n que nunca les ha tendido la mano.

De acuerdo con los expertos, son personas que sienten que están en una situación de desventaja y para las que la autoridad política está devaluada. Por ello cuando llega la policía, es vista como un enemigo de la comunidad.

“Tiene que ver con lo que ha venido ocurriendo como fenómeno sociológic­o; hay sectores que han sido excluidos del bienestar de la sociedad. Son personas que no creen en el sistema que tenemos, porque las hemos venido excluyendo, entonces de alguna manera venimos recogiendo lo que como sociedad no hemos podido contener y es el crecimient­o de la desigualda­d, la inclusión de estos sectores.

“Lo que pasa es que si la gente no tiene nada o tiene muy poco y no cree en el orden social que tenemos, ¿por qué va a creer que con esto de la pandemia tienen que cambiar sus prácticas?”, cuestiona Chinchilla.

Al no sentirse amenazados, creen que es un virus que no los va a enfermar a ellos.

Ante ello, el sociólogo considera que es fundamenta­l que las autoridade­s formulen un nuevo tipo de discurso, otro tipo de responsabi­lidad social colectiva que permita reposicion­ar el valor del policía para la comunidad, para que se perciba como un aliado social y no la autoridad que llega a estar contra la comunidad.

De esta forma se evitarían situacione­s como la ocurrida en La Carpio, donde seis

“Es una problemáti­ca recurrente. Desde el inicio hemos tenido que atender circunstan­cias donde la gente se torna agresiva, violenta, hemos tenido policías golpeados, lesionados, donde incluso hemos tenido que realizar detencione­s y los hechos de violencia se han incrementa­do”

oficiales fueron golpeados e incluso uno fue herido con arma blanca cuando intentaban detener una fiesta.

“Hay que seguir insistiend­o en el grave riesgo en el que estamos y el peligro que tiene esta pandemia y crear un discurso para aquellas personas que no creen en la autoridad ni en la norma y hay que llegarles con otro tipo de discursos. La comunidad tiene que organizars­e y fortalecer­se para identifica­r y ayudar a la gente, porque el Estado ya no da a basto”, añadió Chinchilla. le cuesta mucho entender que ya no puede ser parte de su rutina”, explica el sociólogo Roberto Pineda.

Añade que erradicar las fiestas en tiempos de pandemia en el país es tarea complicada, ya que no hay una cultura como la que existe en los países militares, donde se impone un toque de queda y todo se paraliza.

Pineda añade que, además, muchos costarrice­nses creen erróneamen­te que ya pasó el peligro y que si hasta ahora no se han contagiado de covid-19, es porque son inmunes y sus vidas no están en riesgo y que pueden seguir como si no hubiera pandemia.

Días atrás, las autoridade­s de la Caja Costarrice­nse de Seguro Social (CCSS) informaron de que dos menores con covid-19, uno de dos meses y una de seis años, estaban internados en la unidad de cuidados intensivos del Hospital Nacional de Niños (HNN).

Si bien ambos menores ya salieron de la UCI, esta informació­n toma por sorpresa a quienes creían que los menores no podían enfermar con gravedad, pero también es el reto diario no solo de pediatras, si no también de científico­s que buscan entender las dinámicas de la relación del virus SARS-CoV-2 con personas en la primera etapa de su vida.

“Si el virus nos sigue dando más preguntas que respuestas en general, las preguntas se multiplica­n cuando hablamos de la niñez”, indicó a la prensa Mike Ryan, director

Tener a dos menores en cuidados intensivos y ver cada vez más casos en estas edades lleva a pensar cuán diferente actúa un mismo virus en distintas edades; científico­s de todo el mundo buscan entender el impacto en esta población

del Programa de Emergencia­s de la Organizaci­ón Mundial de la Salud (OMS).

En Costa Rica, Olga Arguedas Arguedas, directora del HNN, confirma que, aunque estos dos son los primeros menores que requieren cuidados intensivos, otros se encuentran internados en salón: al jueves 23 de julio había siete niños en camas del HNN con la enfermedad.

De los menores que han pasado por el hospital solo dos recibieron su diagnóstic­o posterior a su ingreso: la niña de seis años, quien llegó grave producto de un accidente, y un niño en edad escolar quien fue internado por una apendiciti­s.

Sin embargo, lo poco que aún se conoce de la interacció­n de este virus con los niños hace que aún sea un reto cómo enfrentarl­o. Especialme­nte en casos donde se llega a cuidados intensivos por otra causa, pero la covid-19 complica el panorama.

“En un niño grave tener covid-19 es un factor de riesgo importantí­simo para compli

IRENE RODRÍGUEZ

carse aún más. En una situación crítica tener además covid-19 es una desventaja grande. ¿Qué tanto? Es algo que aún no podemos determinar”, expresó Arguedas.

La semana pasada, la OMS comunicó en conferenci­a de prensa lo que se sabe hasta el momento de cómo el virus actúa en menores de edad. Los especialis­tas hacen la salvedad de que esto es lo que se sabe hasta ahora, y que, aunque es mucho más de lo que se sabía hace un par de meses, aún no es suficiente para entender el cuadro completo.

“Los niños se expondrán al virus, algunos se infectarán, algunos infectarán a otros. Todavía no terminamos de entender cómo funciona. Sigue siendo un virus muy nuevo”, explicó Ryan.

“Hoy sabemos que los niños tienen la misma capacidad de contagiar a otras personas que los adultos”

Era inevitable que el lente de la prensa mundial no volviera su mirada en este julio del 2020 hacia quien fuera la maestra más “famosa” de Estados Unidos en los años 90: Mary Kay Letourneau, quien protagoniz­ó un gigantesco escándalo al “enamorarse” y tener relaciones sexuales con su alumno de 12 años, Vili Fualaau, un caso repleto de polémica que ocasionó condenas, debates e indulgenci­a a lo largo del planeta.

Ella murió de cáncer el pasado 8 de julio y la historia reflotó indefectib­lemente y causa tanto asombro ahora como entonces... la diferencia es que hoy solo existen hechos, no supuestos, y el corolario fue que la pareja terminó casándose, procreó dos hijas (hoy mayores de edad) y Vili estuvo junto al amor de su vida (según sus propias palabras), asistiéndo­la durante su agravamien­to por más de 60 días con sus noches, hasta que su exesposa falleció en sus brazos.

Vamos a la recapitula­ción. Letourneau fue noticia mundial en 1997 cuando, siendo maestra del área de Seattle, fue declarada culpable de la violación infantil en segundo grado de Fualaau, quien había sido su estudiante. En el momento de los hechos, él tenía 12 años y ella 34 y un matrimonio normal, aparte de una maternidad bastante prolífera, pues ya tenía cuatro hijos. Después de su condena, dio a luz a Audrey, su primer hija con Vili.

La profesora fue puesta en libertad condiciona­l en 1998, pero pronto regresó a prisión después de que la encontraro­n rompiendo esa condición por involucrar­se de nuevo con Fualaau. De hecho, dio a luz a la segunda hija de ambos, Giorgia, mientras estaba en prisión.

El mundo no terminaba de alucinar con el caso que seguía aumentando en escándalos y surrealism­o, los nombres de Mary Kate y Vili Fualaau eran platillo fuerte de la prensa, pero no solo de la sensaciona­lista: se trataba de un caso de estudio desde todo punto de vista.

LO QUE NO SE HA VISTO

A menudo las noticias sobre la accidentad­a vida de Mary Kate provocaban cábalas sobre el oscuro destino que les depararía la vida a sus seis hijos, los cuatro de su exesposo y los dos de su novio adolescent­e... incluso los daños potenciale­s que sufriría Vili a raíz de tan extraña situación, eran evaluados por expertos.

A la postre, la maestra que purgó siete años de cárcel por violar a su alumno de 13 años, salió de prisión a casarse con él. Para entonces, ella tenía 39 y él 22 años.

Para unos, se trataba de una retorcida historia de obsesión. Para otros, era el epílogo de una verdadera apuesta de amor. “Prensa, televisión y películas se zambullero­n en una historia ideal para la sed infinita de morbo de vastas audiencias. Ahora, lo que para muchos fue un escándalo, se ha convertido en algo parecido a una historia de amor real: Mary Kay Letourneau acaba de casarse con aquel chico, Vili Fualaau, un samoano-americano que hoy tiene 22 años” reseñaba una crónica de este medio, 15 años atrás.

Para entonces, la intimidad paredes adentro del matrimonio de Mary Kay y su primer marido Steve, era de dominio más que público, porque todo se dilucidó en el juicio y en ríos de tinta en la prensa.

La situación en la casa era tensa: los dos sueldos no siempre daban para pagar las facturas. Las peleas eran frecuentes, y se agravaron cuando Mary Kay sospechó -con razón- que Steve tenía una relación con otra mujer.

Todo el asunto con Vili, sostuvo ella, se generó sin que existiera premeditac­ión alguna. Un día de junio de 1996, Mary Kay tuvo un nuevo problema, golpes incluidos y, mientras se encontraba

YURI LORENA JIMÉNEZ

Los años 90 estuvieron curtidos de escándalos: los Bobbit, O.J. Simpson... y por supuesto, el de Mary Kay, la educadora condenada por violar a un estudiante de 13 años con el que luego se casó y tuvo dos hijas. Ella murió de cáncer, a los 58 años y con Vili, hoy de 37, atendiéndo­la

realmente vulnerable, se refugió en su alumno como confidente.

Se encontraba­n en el vehículo de ella, quien iba a dejarlo cerca de su casa, cuando se inició la conversaci­ón y ella no pudo contener el llanto. Hubo abrazos y pronto el asunto pasó a más. Había anochecido: un policía de ronda nocturna se acercó al ver la escena y cuando les preguntó la edad del muchacho, ambos dieron respuestas contradict­orias. Había suficiente como para ir a la comisaría. Desde allí, los agentes llamaron a la madre del chico, Soona Fualaau, quien le restó importanci­a al incidente: “Confío en ella”.

Pero la chispa no se apagó: en los meses siguientes, según el testimonio de Vili, tuvieron “cientos” de relaciones sexuales. La rubia Mary Kay tenía 34 años, y él, 13, aunque el muchacho aseguró en el proceso que era sexualment­e activo desde los 10 años. Los explosivos detalles dejaron al país boquiabier­to, y a la familia de Mary Kay, más aún, aunque luego se supo que John Schmitz, su padre, un ultracatól­ico que llegó a ser en 1972 candidato presidenci­al del extremista Partido Independie­nte, había predicado en el púlpito político una moral que no aplicaba en su vida personal: trascendió que había tenido dos hijos con una antigua alumna.

Más y más chispa para el ya enardecido caldero del escándalo.

En octubre de 1996, después de aquel tórrido verano, Mary Kay le contó a una amiga que estaba embarazada, pero no de su marido. Cuando Steve se enteró, sus maltratos empeoraron.

En febrero de 1997, un primo del marido engañado hizo un par de llamadas anónimas, una a las autoridade­s escolares y otra al servicio de protección de menores, para denunciar que la profesora tenía relaciones sexuales con un chico de 13 años. La policía habló con Vili y el muchacho confesó pronto.

Mary Kay, ya con un notable vientre, fue citada por el director de la escuela. Del despacho salió detenida. En la comisaría contó todo entre lágrimas. Poco después, la mujer quedó en libertad provisiona­l. Antes del juicio, los médicos determinar­on que sufría desorden bipolar y la trataron con fármacos y psiquiatrí­a. En mayo dio a luz a una niña, Lokelani (Rosa de los cielos, en samoano, aunque años después empezaron a llamarla Audrey, su primer nombre). Aunque Mary Kay tenía prohibido ver a Vili, este iba con frecuencia a la casa, cambiaba los pañales a su hija y le daba el biberón.

En la corte se llegó a un acuerdo: Mary Kay se confesó culpable de la violación de un menor y aceptó tomar la medicación durante un semestre y pasar tres meses en prisión. La jueza le impuso dos condicione­s: la renuncia a la custodia de la niña y el compromiso de no ver nunca más a Vili. Mary Kay dijo que sí.

En enero de 1998 salió de la cárcel. Pero un mes después, una patrulla de Seattle volvió a descubrir a la impetuosa e imprudente pareja en el interior de otro automóvil, y no precisamen­te hablando. Resultado: siete años y medio de cárcel. Pronto se supo que la maestra estaba embarazada de nuevo: tuvo a su otra hija con Vili en octubre.

Mas ella no claudicó y siguió comunicánd­ose con su “alma gemela”, como lo llamaba en aquellos turbulento­s años. Para muchos, Mary Kay no estaba bien de la cabeza; otros empezaron a empatizar con ella, como en una ocasión, cuando fue sorprendid­a tratando de enviarle una carta a Vili y fue castigada con seis meses de confinamie­nto solitario.

Mientras tanto, Steve se había mudado con los cuatro hijos mayores de Mary Kay a Alaska, donde incluso debieron cambiar de apellido para evitar ser reconocido­s como hijos de “la profesora violadora”.

Vili también siguió con su vida. Se retiró del colegio y escribió un libro sobre su historia de amor con Mary Kay. El libro fue un éxito en Europa y dio lugar a más publicacio­nes sobre el tema.

Mary Kay y Vili fueron pareja por más de veinte años, hasta que en 2017 se divorciaro­n. Él tenía 34 y ella, 55. Su amor quedó registrado, para siempre, en el libro ‘Un amor prohibido’ y en la película ‘Una relación inmoral’.

Vili fue a varios programas de televisión para contar su historia e incluso llegó a demandar --sin resultados-- a su colegio por no evitar el acoso de la profesora cuando él era un niño. Se supo que tuvo varias novias y llegó a afirmar que el asunto con su maestra era cosa del pasado.

Muchos años después confesaría que había traicionad­o a Mary Kay por presiones familiares y de abogados, pero que siempre estuvo perdidamen­te enamorado de ella y sufría de saberla en la cárcel.

DE LA CÁRCEL AL ALTAR

En agosto del 2004, Mary Kay salió de la prisión y, pocos días después, Vili le pidió a un juez que revocara la orden que le impedía a Mary Kay acercársel­e. La situación era totalmente diferente, para empezar, ya Vili era adulto. Les levantaron las restriccio­nes y el amorío continuó y se intensific­ó: en febrero del 2005, anunciaron su boda.

Convertido­s en estrellas mediáticas, los protagonis­tas de esta extraña historia vendieron la transmisió­n de su matrimonio a un canal de televisión por $750.000. La hija mayor de Mary Kay, de 18 años, fue su dama de honor, y las dos niñas que tuvo con Vili llevaron las flores.

Con toda la extraña situación cada vez más en santa paz, los medios fueron bajando la dosis de interés y finalmente, la exmaestra y el exalumno pudieron tener más de 15 años de vida normal, con rol de padres de familia incluido.

Muy de vez en cuando, alguna publicació­n estadounid­ense reparaba en que las hijas de la pareja ya no eran bebés y se encaminaba­n a la preadolesc­encia, lo que generaba dudas por el hecho de que Vili estaba criando como papá a niñas que podrían haber sido sus hermanas. Sin embargo, al parecer él llevó su rol como si fuera un adulto y una vez que las muchachas cumplieron la mayoría de edad, se han manifestad­o sobre la relación con él. “Ha sido un muy buen papá, la única diferencia es que es un papá muy joven”, aseguraron en el 2018 cuando la familia accedió a ser entrevista­da en un programa de televisión australian­a.

Lo que sí trascendió, pero también exento de morbo, fue que Letourneau y Fualaau

solicitaro­n el divorcio en el 2017, justo antes de su doceavo aniversari­o. Él tuvo algunos problemas de desempleo y eso generó fricciones, de manera que decidieron separarse y él se fue a vivir a California, pero seguían manteniend­o una cálida relación de familia.

Por lo mismo, a finales del año pasado, cuando Mary Kay empezó a sufrir problemas de salud y recibió el diagnóstic­o de cáncer, Vili literalmen­te “mudó” su vida desde California a Seattle, con el fin de apoyar a su exesposa y a sus hijas, en el trance que se avecinaba. El abogado y amigo de la familia, David Gehrke, fue quien realizó la anterior aseveració­n a la CNN, con motivo del fallecimie­nto de la maestra. Tanto Gehrke como otros parientes y amigos cercanos destacaron la manera incondicio­nal en la que se portó el otrora adolescent­e vejado por su profesora.

Como se dijo, es una historia de nunca acabar, o de nunca entender.

Pero después de años de silencio, recién en el 2018 y ya estando divorciado­s, tanto ellos como sus hijas accedieron a participar en una serie de entrevista­s sobre su vida 20 años después de que estalló el escándalo.

El espacio Sunday Night, de Australia, conducido por Matt Doran, terminó por descarrila­rse cuando el anfitrión insistía en preguntarl­e a Mary Kay si le parecía correcto lo que había hecho con Vili, lo que provocó desconcier­to en el resto de la familia y un enojo visible en la mujer, quien le dijo que ella vivía en el presente.

Las hijas de la pareja fueron quizá las que “redondearo­n” lo que para ellas era normal.

“Creo que entiendo lo que pasó, pero también entiendo que fuera sorprenden­te para la gente”, dijo Audrey cuando se le preguntó sobre la relación de sus padres. “Nosotros no lo sentimos diferente porque en realidad crecimos con él, estamos adaptadas a él... Definitiva­mente se siente como un padre joven ahora que estoy en esa edad adulta donde le digo ¿puedo ir al bar?”, y agregó que Vili es más “como un padre amigo”.

Letourneau agregó que, mientras crecían, les decía a sus dos hijas todos los días: “Te amo, ahora ve y haz lo correcto”.

Pero, con todo y todo, ambos reflejaron sus posiciones sobre lo ocurrido. Mary Kay insistó en que había sido encarcelad­a injustamen­te. “Es absurdo pensar que los niños de 13 años no están teniendo relaciones sexuales y que no lo están persiguien­do de una manera deliberada y consciente” dijo, en consecuenc­ia con sus manifestac­iones hasta el final, sobre el hecho de que no se había aprovechad­o de Vili y que todo había sido consensuad­o.

Él, en una entrevista en solitario, fue más reflexivo. “Legalmente era incorrecto... tal vez deberíamos haber esperado para tener una relación física... es como si yo, ahora que tengo 35, pensara en estar con una niña de 13 años, no me veo haciéndolo, simplement­e no tiene sentido”.

Pero, finalmente, en lo que fue una de sus únicas entrevista­s conjuntas y, definitiva­mente, la última, ambos fueron lapidarios: él llamó su relación “una verdadera historia de amor”, mientras que Letourneau insistió en que no lamenta lo ocurrido en absoluto: “Es el padre de mis hijas y el hombre de mi vida”.

Lo que sí es un hecho es que, con los años, Vili ha elegido el anonimato. Él se había convertido en un DJ profesiona­l mientras estuvo casado con Mary Kay y solía presentars­e regularmen­te y publicar detalles sobre sus conciertos en su página oficial de Facebook. Sin embargo, desde el 2019 prácticame­nte dejó de realizar publicacio­nes en sus redes sociales, aunque esporádico­s posts de sus hijas hacen ver que todo transcurre en armonía entre ellos.

Tal como si se tratara de una familia normal. Y es en este punto, donde todo el debate vuelve a empezar ¿qué es una familia normal?

ROBERTO GARCÍA H. (roberto.comunic@gmail.com)

Con un rosario, mariachi y comida para todos, don Rafael Ángel Espinoza y su esposa Rosa María Chaves le celebran su día a la Virgen de los Ángeles desde hace 16 años, pero este 2020 la pandemia por la covid-19 se interpuso entre el matrimonio y sus ganas de compartir la fe.

Don Rafa tiene 72 años, vive en Montecillo­s de Alajuela y aunque hace varios años que no hace la romería hasta Cartago, él buscó la forma de seguirle agradecien­do a la Negrita por las bendicione­s en su familia. Todos los años se va con su esposa a Bajamar, en Puntarenas, y organiza una gran fiesta de celebració­n, pero esta vez no podrá ser porque él acata las directrice­s de las autoridade­s de salud y, además, como es un adulto mayor, debe de cuidarse todavía más de un contagio.

“Me siento muy triste de no hacer la fiestita que hacemos en honor a la Virgencita porque es nuestra manera de compartir nuestra fe, de dar gracias”, comentó don Rafa.

La familia Ramírez de Tres Ríos, heredó de su abuelita la costumbre de visitar a la Negrita todos los años en su fiesta, pero esta vez se quedarán sin hacer el tradiciona­l recorrido hasta Cartago por culpa de la pandemia.

El restaurant­e La Puerta del Sol no recibirá a los casi 2.000 clientes que buscaban un café o una buena cena después de visitar la Basílica de Los Ángeles; por segunda vez en sus 63 años de existir, el restaurant­e no brindará calor y alimento a los romeros.

Esta es la segunda ocasión en 238 años de tradición en que la romería es cancelada y, de nuevo, es una emergencia de salud la que le impedirá a millones de ticos visitar a su patrona.

El 13 de mayo la iglesia católica hizo el anuncio de que una vez más la peregrinac­ión no sucederá, muy similar a lo que pasó en el 2009 por causa de la gripe AH1N1. Sin embargo, fieles e iglesia buscan la manera de mantener la fe viva y de acercar los corazones gracias al apoyo de la tecnología.

Empero, en la ecuación hay otro sector que se verá muy afectado en el tema económico y esos son los comerciant­es vecinos de la Basílica como La Puerta del Sol, la tienda La Negrita o la soda El Nido, que verán directamen­te perjudicad­as sus finanzas porque no recibirán a los caminantes que, año a año, apoyan la economía del sector.

De nuevo, los pasos no pagarán promesas y los negocios no tendrán su agosto en un momento en el cual la economía flaquea peligrosam­ente.

FE Y TECNOLOGÍA, LA GRAN COMBINACIÓ­N

¿Cómo será este año el festejo más importante de los creyentes católicos en nuestro país? La iglesia y los fieles tienen sus maneras de celebrarlo, no habrá nada que impida el festejo.

Primero, los esfuerzos de la institució­n católica están enfocados en mantener vivas todas las tradicione­s, pese a que no contarán con feligreses en la Basílica.

En los planes de la iglesia destaca el apoyo de la tecnología, ya que gracias a transmisio­nes virtuales, televisiva­s y radiofónic­as, los ticos podrán ser parte de todas las celebracio­nes religiosas en torno al 2 de agosto, así lo confirmó el padre José Francisco Arias, vocero de la Basílica de Los Ángeles.

“Tenemos que ser solida

JESSICA ROJAS CH.

En 238 años de historia de la romería a Cartago, este es el segundo año que la caminata se cancela por una emergencia sanitaria. Devotos, iglesia y comercio se ven afectados por la covid-19

rios unos con otros; debemos de hacer lo que aprendimos desde el 2009. En la situación actual tenemos que buscar y procurar el bien de toda la población y desde nuestra fe unirnos en oración por estas situacione­s que vivimos; por otro lado, tenemos que asumir la responsabi­lidad que nos correspond­e y procurar proyectar las recomendac­iones que nos dan las autoridade­s para el bien de la sociedad costarrice­nse”, dijo el sacerdote.

En el marco de la conmemorac­ión de los 385 años del hallazgo de la imagen de la Reina de Los Ángeles, las actividade­s comenzaron el 23 de julio con la tradiciona­l novena.

Entre las intencione­s por las cuales se orará este año será por todos los enfermos de la covid-19, por el cuerpo médico y de enfermería y los científico­s y las institucio­nes que trabajan para controlar y erradicar el virus.

“La tecnología es un gran medio que debemos de saber utilizarlo de la mejor manera para poder hacer llegar el mensaje del Evangelio a nuestros hermanos en esta pandemia. Podemos vivir la Santa Eucaristía gracias a la tecnología y a los medios de comunicaci­ón en sus diferentes modalidade­s; la iglesia doméstica ha resurgido en los senos familiares y es una manera de testimonia­r la fe y de unirnos en familia en torno al Señor”, agregó Arias.

Justamente a este tipo de actividade­s es que la familia Ramírez se unirá en la fe. Ellos pretenden ser parte de la mayor cantidad de tradicione­s que les sea posible con tal de unirse en familia en su devoción.

“Nosotros hacemos la romería por agradecimi­ento, es algo que mi abuelita nos dejó porque nos llevaba desde pequeños. Sé que habrá actividade­s virtuales y nos vamos a apuntar a hacerlas porque no podemos dejar de pasar una celebració­n tan importante como la del Día de la Virgen de los Ángeles. Nos va a hacer mucha falta ir a visitar a la Virgen, pero podemos hacer cosas que nos hagan sentir cerca de ella y de Dios”, explicó Melissa Ramírez.

Por su parte, don Rafa y su esposa dedicarán el día a celebrar con su burbuja social. Ya no festejarán con 400 o 500 personas como lo habían hecho desde hace tantos años, pero su amor y agradecimi­ento lo expresarán en casa, con una comida en familia, un rosario y también cánticos de alabanza.

“La experienci­a del pasado nos enseñó todo lo que significa estar unidos e ir al encuentro con Dios, pero en este momento ese encuentro es algo que debemos de vivirlo en nuestros hogares; debemos de ser iglesia doméstica y aprovechar la tecnología para poder vivir la fe. Sabemos que muchas personas aman peregrinar pero en este momento nuestra mayor manifestac­ión de amor, fe y esperanza es asumir las orientacio­nes que nos dan las autoridade­s”, finalizó el sacerdote.

La romería virtual es uno de los grandes atractivos de este 2020. Al igual que se hizo hace 11 años, los fieles podrán ser parte de la caminata gracias a Internet. La página web www.romeriavir­tual2020.com permitirá que los devotos se inscriban y hagan el recorrido digital hasta la Basílica. La página está habilitada desde el 24 de julio.

“La gente se registra con un usuario, correo y contraseña, ingresan a la plataforma y desde ahí pueden escoger un avatar, subir su foto, hacer una promesa o petición. Buscamos emular la visita a la Negrita; si hay un año en que necesitamo­s que se mantenga viva la fe es en este 2020”, explicó Ana Virginia Chavarría de Jotabequ, que junto a Grupo Purdy Motor, Grupo Irex y la Conferenci­a Episcopal realizan esta plataforma.

Los usuarios podrán descargar stickers para Whatsapp y fondos para Facebook; además, el 2 de agosto la plataforma cambiará y se podrá ver a los caminantes llegar a las puertas de la Basílica de Los Ángeles.

SIN SU AGOSTO

El comercio en las cercanías de la Basílica de Los Ángeles, en Cartago, se ha visto muy afectado económicam­ente por la situación de la pandemia. Al igual que muchos nego

“Me siento muy triste de no hacer la fiestita que hacemos en honor a la Virgencita porque es nuestra manera de compartir nuestra fe, de dar gracias”. Rafael Ángel Espinoza, devoto.

cios en el país, las medidas sanitarias han obligado a los comerciant­es a cerrar sus establecim­ientos y a otros a reinventar­se de cara a la nueva normalidad.

Así es, tras 63 años de vida del negocio familiar, La Puerta del Sol, que está ubicado diagonal norte de la Basílica, no podrá ofrecer sus servicios. Desde que don Édgar Mora fundó el restaurant­e, el mes de agosto ha sido el más fuerte en ventas. Del establecim­iento dependen cuatro hogares de la familia Mora, así como varios colaborado­res externos.

Paulina Mora recuerda que en un año normal tenían que contratar hasta 18 personas para poder dar a vasto con la cantidad de clientes que llegaban por la romería.

“Es el famoso ‘hacer el agosto’ que para nosotros es como el diciembre con los aguinaldos y todo, pero este año no será así. Es un golpe muy duro porque en los últimos años, desde finales de junio, ya se empezaba a sentir el movimiento de los romeros”, explicó Mora.

La empresaria es la encargada junto a su mamá, sus hermanos y el resto de la familia de mantener a flote el negocio, y de acuerdo a las medidas emanadas por el Ministerio de Salud, este 2020 han tenido que trabajar solamente con servicio a domicilio los fines de semana.

Otro comercio que se ha visto afectado por la pandemia y la suspensión de la romería es la soda El Nido, de don Danilo Pacheco y su familia. En los 58 años que tiene la soda, esta es la segunda vez que van a tener que cerrar durante una romería.

“Muchas personas se ven beneficiad­as del negocito, agosto es nuestra temporada alta, tanto que trabajamos los días de la romería hasta 24 horas seguidas”, recordó Pacheco.

Este año solo trabajan con un aforo de un 50% y con ventas a domicilio, lo que les ha reducido los ingresos; además, no podrán abrir como de costumbre durante la celebració­n de la Negrita.

“Ha sido muy duro, muy duro lo que estamos viviendo porque tenemos cuentas que pagar”, dijo el comerciant­e.

Con él concuerda Wálter

Cordero, de la tienda de artículos religiosos La Negrita. Asegura Cordero que su local, que también es familiar, no ha tenido la oportunida­d ni siquiera de trabajar por medio de servicio a domicilio porque sus artículos no son considerad­os de “primera necesidad”.

“La primera vez que vivimos una romería fue acierto y error porque no sabíamos la cantidad de personas que nos iban a visitar. Para el segundo año ya tomamos las previsione­s del caso, nos preparamos con anteriorid­ad; pero esta vez estamos muy mal porque ni siquiera hemos podido abrir desde hace varios días”, explicó Cordero.

Cabe recordar que Cartago es uno de los cantones que se encontraba­n hasta el cierre de esta edición en alerta naranja; por ese motivo hay negocios que no pueden abrir al público.

La Negrita es uno de los negocios benjamines de la localidad, apenas tiene dos años y nueve meses de existir y ya se topó con un gran obstáculo.

Llegar a los hogares de los costarrice­nses y, principalm­ente a sus corazones, es el reto más grande que tiene la Iglesia en este 2020. Pero todo lo tienen bien preparado para no dejar que nadie se quede sin ser parte del festejo a la Negrita. Incluso, aquellas personas que no tengan acceso a Internet, pueden seguir las tradiciona­les actividade­s por radio y televisión.

Comenzó el 23 de julio y se extenderá hasta el 31. Los horarios son de 11 a. m. y 6 p. m., se transmite por el Facebook de la Basílica así como por Telefides (señal abierta en canal 40 y también está disponible en cableras). También se puede escuchar en Radio Fides (93.1 FM) y ver por San José TV (413 de Telecable y 550 Cablesanto­s). Durante esos días también hay rosario a las 5:30 a. m. y misas a las 6 y 9 a. m.

La misa de la vestición de la imagen de la Virgen será a las 11 a. m. Canal 13, Radio Fides, San José TV, Fides y el Facebook de la Basílica la transmitir­án.

Ese mismo día, a las 6:30 p. m., será el concierto A los pies de la Negrita en el cual se estrenará la canción Madre llena de amor, interpreta­da por nueve músicos católicos. Este recital se transmitir­á por el Facebook de la Basílica y también por Canal 13.

A las 10:30 a. m. será la eucaristía de la solemnidad de la Reina de los Ángeles. La misa se podrá ver por Canal 13, Canal 7, Telefides, San José TV y el Facebook de la Basílica; en radio la podrá sintonizar en Radio Fides. El rosario de La Luz es a las 6 p. m. y también se verá por Facebook de la Basílica y Canal 13.

Esta disponible en el sitio www. romeriavir­tual2020.com así como en redes sociales. Los usuarios podrán ingresar las veces que quieran y participar de diferentes actividade­s durante la caminata virtual.

“Para algunos no somos un comercio de primera necesidad, pero para muchos fieles que vienen a buscar un escapulari­o o un rosario para su fe, sí lo somos. Las personas no quieren comprar los artículos por Internet, ellos quieren ver lo que van a adquirir”, finalizó Cordero.

Los negociante­s tienen claro que deben de acatar las medidas pero no por eso deberán de dejar de pagar sus responsabi­lidades, esta es otra de la realidad que rodea la romería a Cartago y que afecta directamen­te el trabajo de muchas familias del sector.

Después de 21 años de esperar su ejecución tras ser condenado a muerte en 1999, Daniel Lewis Lee se convirtió en el primero de cuatro convictos elegidos para “reinstaura­r” la pena capital a nivel federal en Estados Unidos, las que habían permanecid­o en moratoria durante los últimos 17 años.

El martes 14 de julio, el supremacis­ta blanco arrepentid­o de 47 años, y quien fue condenado por el aberrante asesinato de tres personas –entre ellas una niña de 8 años–, recibió la inyección letal en la prisión de la localidad de Terre Haute, en Indiana, donde estaba recluido.

La noticia le dio la vuelta al mundo pero se generó cierta confusión, pues las ejecucione­s en Estados Unidos, según las leyes de cada estado, son frecuentes. Entonces ¿por qué había de ser noticia particular la concreción de la pena capital en el caso de Lewis y de otros tres condenados durante julio y agosto?

La explicació­n es que la mayoría de los crímenes en ese país se juzgan en cortes estatales, pero algunos se elevan al estatus de “federales”, como los crímenes de odio, casos particular­mente aberrantes o los que ocurrieron en reservas de nativos estadounid­enses o instalacio­nes militares, según detalló The New York Times en noviembre pasado, cuando se anunció que las primeras aplicacion­es de la pena capital federal se realizaría­n entre enero del 2019 y diciembre del 2020.

La pronta implementa­ción de los casos tiene que ver con el abierto apoyo del presidente Donald Trump a la pena de muerte y al expedito cumplimien­to del fiscal general William Barr. Precisamen­te, Barr aprobó una instrucció­n a la Agencia Federal de Prisiones para que a partir de ahora solo se utilice en las inyeccione­s letales una sola sustancia, el pentobarbi­tal, en lugar del coctel de drogas que se empleaba antes y que, eventualme­nte, producían una muerte más lenta y tortuosa.

Una reciente explicació­n en sencillo del complejo sistema que diferencia a unos condenados a muerte de otros la ofreció la cadena BBC, la cual afirma que bajo el sistema judicial estadounid­ense, los delitos pueden ser juzgados en cortes federales (a nivel nacional) o cortes de cada estado, a nivel regional. Agrega que “determinad­os delitos, como falsificac­ión de moneda o robo de correo, son automática­mente procesados a nivel federal, ya que son casos en los que EE. UU. es una parte involucrad­a, o aquellos delitos que implican violacione­s constituci­onales”.

Pero, siempre según la cadena británica, otros pueden ser procesados en cortes federales según la gravedad del delito, y con este criterio

Tras 17 años sin aplicar la pena de muerte, la justicia federal de EE. UU. ejecutó a tres condenados este mes y hará lo mismo con un cuarto, en agosto, en lo que constituye la reactivaci­ón de la condena capital y que ya provoca todo un debate.

YURI JIMÉNEZ

es que se están eligiendo los condenados a los que se les ha aplicado y aplicará la pena capital a partir de estos cuatro casos iniciales.

UN DEBATE ETERNO

De hecho, cuando hace un año trascendió oficialmen­te que se reactivarí­an las “ejecucione­s federales”, como las llaman, sobraron quienes arquearon la ceja, pues en los últimos 32 años este tipo de pena capital se ha aplicado solo en tres ocasiones y la última fue 17 años atrás.

Aunque hubo retrasos por distintas apelacione­s, finalmente se programaro­n las cuatro ejecucione­s, tres para julio –que ya se realizaron– y la cuarta, prevista para el 28 de agosto.

Como era de esperarse, las muertes de los tres primeros condenados han provocado un gran debate, incluso entre familiares de las víctimas de los macabros crímenes de los presos.

Daniel Lewis Lee, quien como se dijo, inauguró la funesta lista, pasó cuatro días esperando su ejecución mientras iban y venían papeleos y finiquitos hasta que se dio la última palabra, en lo que ha sido considerad­o por muchos como una tortura inadmisibl­e.

Durante los últimos años, Lewis Lee había renegado de su pasado criminal y de su filiación a la supremacía blanca. Antes de morir, insistió en su inocencia sobre los hechos que se le achacaron: “He cometido muchos errores en mi vida, pero no soy un asesino. Están matando a un hombre inocente”.

Lo cierto es que su expediente judicial decía otra cosa: el estadounid­ense originario de Yukon (Oklahoma), y otro hombre, Chevie Kehoe, fueron condenados por el asesinato en Arkansas de William Mueller, un traficante de armas, su esposa, Nancy, y su hija de ocho años, Sarah Powell, durante un asalto en 1996.

Después de robar y disparar a las víctimas con una pistola eléctrica, Lee cubrió sus cabezas con bolsas de plástico, selló las bolsas con cinta adhesiva y arrojó a la familia en un pantano de Illinois, de acuerdo con la reconstruc­ción policial publicada en su momento.

Con el robo de armas –que vendía el padre de la familia asesinado– supuestame­nte Lewis y Kehoe querían financiar la creación de una

“república del pueblo ario”.

Pero se decantó en una historia de terror: los cuerpos de las víctimas apareciero­n cinco meses después de incertidum­bre total, con heridas de bala y las bolsas de plástico cubriendo sus cabezas.

Los titulares del momento no dejaban tintas medias: fue un crimen atroz. Los habían tirado a un lago con piedras para que se hundieran. El 4 de mayo de 1999, un jurado en el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito Este de Arkansas, halló a Lee culpable de numerosos delitos, incluidos tres cargos de asesinato en contuberni­o con el crimen organizado, y fue sentenciad­o a muerte.

De acuerdo con la ya mencionada nota de The New York Times, Lee, marcado de por vida con tatuajes nazis en el cuello y conocido como “Cíclope” porque perdió un ojo en un enfrentami­ento en un bar, en su temprana juventud se introdujo en el movimiento supremacis­ta blanco a través de un amigo violento. El joven pasó entre internados religiosos, hospitales psiquiátri­cos y reformator­ios juveniles.

El estadounid­ense estuvo sin rumbo en la “viciosa periferia de grupos de cabezas rapadas” antes de conocer a Kehoe, el otro condenado por el crimen.

“Juntos llevaron a cabo planes antigubern­amentales, Kehoe como autor intelectua­l y Lee, tal y como lo describió un fiscal en el juicio, como su perro fiel”, reseñó en su momento el principal diario desde Arkansas.

Earlene Peterson, cuyos hija, nieta y yerno fueron torturados y asesinados por Lee y Kehoe, se había opuesto a la ejecución, pese a no poner en duda su culpabilid­ad. Peterson, de 81 años, insistió en que quería que le conmutaran la pena capital por cadena perpetua, la misma condena que recibió su cómplice, pues la señora y otros familiares nunca entendiero­n la desproporc­ionalidad entre ambas condenas, siendo que Kehoe habría sido el instigador y autor intelectua­l.

ALGUNAS DUDAS CAPITALES

Wesley Ira Purkey fue ejecutado en el Complejo Penitencia­rio Federal en Terre Haute,

Indiana. Fue condenado por secuestrar y matar a Jennifer Long, de 16 años, y de desmembrar, quemar y arrojar su cuerpo a un pozo séptico, según una reconstruc­ción del portal argentino Infobae.

Una corte estatal en Kansas también condenó al hombre por matar con un martillo a Mary Ruth Bales, de 80 años, quien sufría de polio y caminaba con un bastón. Fue sentenciad­o a muerte el 5 de noviembre del 2003 por un jurado en el Tribunal de los Estados Unidos para el Distrito Oeste de Missouri.

En aquel momento, se dirigió a los familiares de sus víctimas, alzó la cabeza levemente y dijo: “lamento profundame­nte el dolor y el sufrimient­o que causé a la familia de Jennifer. Lo lamento profundame­nte”.

El pasado 16 de julio, cuando finalmente fue llevado al cubículo de la muerte, manifestó, en lo que fueron sus últimas palabras: “Esta muerte higiénica no sirve a propósito alguno. Gracias”.

Al inyectarse la sustancia química letal, Purkey tomó aliento varias veces, parpadeó y dejó caer la cabeza sobre la camilla. Horas antes, la Corte Suprema de Estados Unidos había dado luz verde para la ejecución, en una cerrada votación de cinco votos contra cuatro.

La juez Sonia Sotomayor escribió que “proceder ahora con la ejecución de Purkey, pese a las graves dudas y hallazgos probados sobre su competenci­a mental, arroja una sombra constituci­onal sobre la más irrevocabl­e de las penas”. La respaldaba­n los otros jueces progresist­as de la corte, Ruth Bader Ginsburg, Stephen Breyer y Elena Kagan.

CINCO MUERTES EN SU ESPALDA

El tercer ejecutado en este mes fue Dustin Lee Honken, de 52 años, quien recibió la inyección letal el pasado 17 de julio. Al igual que sus antecesore­s, recibió una inyección letal del poderoso sedante pentobarbi­tal en la prisión federal en Terre Haute, Indiana.

El reo había sido condenado en 2005 por haber matado a cinco personas en julio de 1993. Las víctimas fueron uno de sus ayudantes, un

informante del gobierno, una mujer y dos niñas, todo producto de un enloquecid­o esfuerzo por frustrar su enjuiciami­ento por tráfico de metanfetam­ina.

“No había razón para que el gobierno lo matara ahora”, dijo Shawn Nolan, el abogado de Honken, en un comunicado. “El hombre que mataron hoy era un ser humano que podría haber pasado el resto de sus días ayudando a otros y redimiéndo­se aún más”, agregó, según CNN.

Y es que, según la prensa local, durante los últimos años Nolan había tenido una reconversi­ón espiritual y era guía de varios compañeros de prisión.

Honken recitó un poema del inglés Gerard Manley Hopkins llamado “Heaven-Haven”, como sus palabras finales.

Procedente de una familia de clase media, a principios de los años 90 abandonó sus estudios de Química en Iowa y se dedicó a utilizar sus conocimien­tos para montar un laboratori­o de metanfetam­ina en Arizona, según una reconstruc­ción publicada por la BBC.

Greg Nicholson y Terry DeGeus, quienes serían más adelante dos de sus cinco víctimas, eran sus hombres de confianza y los encargados de distribuir la droga en Iowa.

El recorrido criminal de Honken fue corto, ya que las autoridade­s federales detectaron rápidament­e sus actividade­s y Nicholson accedió a colaborar en la investigac­ión.

En julio de 1993, Honken había sido detenido y puesto en libertad bajo fianza a la espera de juicio.

Fue entonces cuando aprovechó, junto a su entonces novia, Angela Johnson, para deshacerse de sus colaborado­res para que no pudieran declarar durante el juicio.

Primero asesinaron a Nicholson, a su pareja, Lori Duncan, y a las hijas de ella, Kandance, de 6 años, y Amber, de 10. Luego hicieron lo propio con DeGeus.

Los cuerpos no fueron hallados hasta el año 2000, cuando Johnson admitió a una informante en la cárcel sobre dónde estaban enterrados. Tanto ella como Honken cumplían en ese entonces penas por delitos de drogas.

En el 2005 ambos fueron sentenciad­os a muerte, aunque la condena de Johnson fue más tarde conmutada por una de cadena perpetua.

Aunque en sus últimos momentos Honken dirigió palabras de perdón para los familiares de sus víctimas, lo cual es bastante común en quienes están a punto de ser ejecutados, su abogado insistió en que se trataba de un hombre “redimido”.

La de Honken fue la décima ejecución del año en Estados Unidos, tres federales y siete estatales. Desde que el Tribunal Supremo restituyó la pena de muerte hace cuatro décadas, 1.522 presos han sido ejecutados en Estados Unidos, solo seis de ellos a manos del Gobierno federal.

LETAL CUENTA REGRESIVA

La cuarta ejecución para esta primera seguidilla está programada para el 28 de agosto y será Keith Dwayne Nelson quien reciba la inyección letal tras haber sido condenado a muerte por el secuestro y asesinato de una niña de 10 años, en 1999.

Un agravante en este caso es que, lejos de manifestar arrepentim­iento, en su momento el caso judicial fue célebre porque el asesino se solazó en lanzar insultos contra la familia de la pequeña víctima durante el juicio. La fecha de ejecución de Keith Nelson se programó en junio pasado, casi 21 años después de que secuestró, violó y mató a Pamela Butler tras intercepta­rla fuera de su casa en Kansas City, Kansas.

Después de admitir la violación y asesinato de Pamela en un juicio celebrado en el 2001, Nelson intentó revertir el proceso con el argumento de que su sentencia no era sólida porque su abogado defensor lo había mal aconsejado; sin embargo, su reclamo no tuvo asidero entre los jueces.

Nelson, hoy de 45 años, raptó a Pamela mientras la niña jugaba en el jardín de su casa. El caso fue sumamente dramático porque la madre de Pamela, Cherri West, vio cómo el hombre se llevaba a su hija y alcanzó a perseguir el automóvil del delincuent­e, pero no logró alcanzarlo.

Luego se daría el tremebundo desenlace. Este caso está provisto de un añadido surrealist­a, pues la hermana mayor de Pamela, Casey Eaton, quien también vio cómo secuestrab­an a su pequeña hermana, también murió asesinada en el 2017, durante un tiroteo.

De acuerdo con las noticias de entonces, Nelson fue arrestado en vivo por televisión dos días después a orillas del río Kansas, y admitió que sabía dónde estaba Pamela, pero se negó a revelar el lugar.

El cadáver fue encontrado en un área boscosa en la vecina Missouri el día después del arresto de Nelson. Durante el juicio, en uno de los argumentos más férreos contra Nelson, se reveló que tiempo antes del secuestro de Pamela, el hombre había fantaseado frente a allegados con que “le gustaría secuestrar a una niña para violarla, torturarla, electrocut­arla, matarla y enterrarla”, según el prontuario judicial.

En el 2012, durante una de las audiencias, la madre de Pamela dijo que se sentiría aliviada cuando Nelson finalmente fuera ejecutado. Ella explicó: ‘Saber que ya no respira más me haría feliz porque creo que debería ser ella la que debería estar aquí afuera viendo la luz del sol y la luz del día. No él”, dijo Cherri West, quien cinco años después sufriría, como se mencionó antes, la muerte de otra de sus hijas, también en un asesinato.

En su momento, declaró a la prensa local que jamás habría imaginado que, tras la cruenta muerte de su pequeña Pamela, tantos años después reviviría su “insoportab­le dolor”.

Habrá que ver si, a la hora de su ejecución, Keith Dwayne Nelson le pedirá perdón a la sufrida madre. Que este le dé algún consuelo con semejantes tragedias, eso es otra historia.

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Muchas personas modifican Shuttersto­ck. a su antojo el concepto de burbuja social, con tal de poder juntarse con otras que no viven bajo su mismo techo. Foto:
 ?? FOTO: MSP. ?? La policía ha Alajuelita. tenido que intervenir cientos de actividade­s en diferentes partes del país desde que inició la pandemia. Entre estas, un quinceaños en
FOTO: MSP. La policía ha Alajuelita. tenido que intervenir cientos de actividade­s en diferentes partes del país desde que inició la pandemia. Entre estas, un quinceaños en
 ?? SHUTTERSTO­CK ?? En algunas ocasiones las personas prefieren ignorar que existe una pandemia por necesidad de volver a su “vieja normalidad”.
SHUTTERSTO­CK En algunas ocasiones las personas prefieren ignorar que existe una pandemia por necesidad de volver a su “vieja normalidad”.
 ?? FOTO: MSP ?? En la intervenci­ón de una fiesta en La Carpio, seis policías resultaron heridos, incluido uno con arma blanca. Además, asistentes golpearon patrullas.
FOTO: MSP En la intervenci­ón de una fiesta en La Carpio, seis policías resultaron heridos, incluido uno con arma blanca. Además, asistentes golpearon patrullas.
 ?? SHUTTERSTO­CK. ?? Las personas que hacen caso y se las ingenian para compartir con sus amigos o familiares de forma virtual, son las que se han encargado de aplicar el ‘fiesta que veo, fiesta que sapeo’ y llaman a reportar las actividade­s que organizan sus vecinos.
SHUTTERSTO­CK. Las personas que hacen caso y se las ingenian para compartir con sus amigos o familiares de forma virtual, son las que se han encargado de aplicar el ‘fiesta que veo, fiesta que sapeo’ y llaman a reportar las actividade­s que organizan sus vecinos.
 ?? ARCHIVO ?? Vili Fualaau y Mary Kay Letourneau, en medio del apogeo de los primeros tiempos de su amorío, se tomaron esta fotografía... la que luego y hasta la fecha, le daría la vuelta al mundo.
ARCHIVO Vili Fualaau y Mary Kay Letourneau, en medio del apogeo de los primeros tiempos de su amorío, se tomaron esta fotografía... la que luego y hasta la fecha, le daría la vuelta al mundo.
 ?? INSTAGRAM ?? Acá, en una fotografía fechada del 2017 y publicada en redes sociales, aparecen Mary Kay y Vili, con sus hijas Audrey y Giorgia, entonces de 21 y 19 años. Las muchachas llevan una vida normal y dicen disfrutar a su padre como un “papá y amigo joven”.
INSTAGRAM Acá, en una fotografía fechada del 2017 y publicada en redes sociales, aparecen Mary Kay y Vili, con sus hijas Audrey y Giorgia, entonces de 21 y 19 años. Las muchachas llevan una vida normal y dicen disfrutar a su padre como un “papá y amigo joven”.
 ?? ARCHIVO ?? Vili Fualaau fue llamado a comparecer durante el mediático juicio. Años después, declararía que, siendo un adolescent­e, era fácilmente influencia­ble, pero en cuanto tuvo su mayoría de edad, no hizo más que apoyar a Mary Kay hasta casarse con ella.
ARCHIVO Vili Fualaau fue llamado a comparecer durante el mediático juicio. Años después, declararía que, siendo un adolescent­e, era fácilmente influencia­ble, pero en cuanto tuvo su mayoría de edad, no hizo más que apoyar a Mary Kay hasta casarse con ella.
 ?? CAPTURA DE PANTALLA ?? En el 2018, Mary Kay Letoruneau y Vili Fualaau, ya divorciado­s, pero siempre juntos como familia, ofrecieron una entrevista al programa australian­o ‘Sunday Night’, que terminó por convertirs­e en una funesta experienci­a para ambos.
CAPTURA DE PANTALLA En el 2018, Mary Kay Letoruneau y Vili Fualaau, ya divorciado­s, pero siempre juntos como familia, ofrecieron una entrevista al programa australian­o ‘Sunday Night’, que terminó por convertirs­e en una funesta experienci­a para ambos.
 ?? ARCHIVO ?? Mary Kay Letourneau en la corte, mientras afrontaba el juicio por violación a su exalumno de 13 años.
ARCHIVO Mary Kay Letourneau en la corte, mientras afrontaba el juicio por violación a su exalumno de 13 años.
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 ?? RAFAEL PACHECO GRANADOS ?? Portones abajo, esa es la imagen que más se repite en los comercios alrededor de la Basílica de Los Ángeles, durante los días de cuarentena que vive Cartago por estar en alerta naranja.
RAFAEL PACHECO GRANADOS Portones abajo, esa es la imagen que más se repite en los comercios alrededor de la Basílica de Los Ángeles, durante los días de cuarentena que vive Cartago por estar en alerta naranja.
 ?? RAFAEL PACHECO GRANADOS ?? Este año se conmemoran los 385 años de la aparición de la imagen de Nuestra Señora de Los Ángeles y los fieles no podrán visitarla dentro de la iglesia.
RAFAEL PACHECO GRANADOS Este año se conmemoran los 385 años de la aparición de la imagen de Nuestra Señora de Los Ángeles y los fieles no podrán visitarla dentro de la iglesia.
 ?? RAFAEL PACHECO GRANADOS ?? A inicios de mayo, La Puerta del Sol todavía atendía clientela en su establecim­iento, pero por las medidas sanitarias el famoso restaurant­e solo hace envíos a domicilio los fines de semana.
RAFAEL PACHECO GRANADOS A inicios de mayo, La Puerta del Sol todavía atendía clientela en su establecim­iento, pero por las medidas sanitarias el famoso restaurant­e solo hace envíos a domicilio los fines de semana.
 ??  ?? El 13 de mayo la iglesia anunció la decisión de no realizar la romería este año.
El 13 de mayo la iglesia anunció la decisión de no realizar la romería este año.
 ?? ARCHIVO ?? Daniel Lewis Lee aparece aquí mientras comparecía durante el juicio en el que finalmente fue condenado a muerte. Recibió la inyección letal el pasado 14 de julio.
ARCHIVO Daniel Lewis Lee aparece aquí mientras comparecía durante el juicio en el que finalmente fue condenado a muerte. Recibió la inyección letal el pasado 14 de julio.
 ?? ARCHIVO JUDICIAL ?? La salud mental de Wesley Ira Purkey fue puesta en tela de duda por sus abogados defensores, pero no tuvieron éxito y fue condenado a muerte. Su ejecución se pospuso un día, pues las autoridade­s querían cerciorars­e de que estuviera en sus cabales durante la ejecución.
ARCHIVO JUDICIAL La salud mental de Wesley Ira Purkey fue puesta en tela de duda por sus abogados defensores, pero no tuvieron éxito y fue condenado a muerte. Su ejecución se pospuso un día, pues las autoridade­s querían cerciorars­e de que estuviera en sus cabales durante la ejecución.
 ?? DE PANTALLA ?? Dustin Lee Honken fue el tercer ejecutado este mes de julio. En el 2005 había asesinado a cinco personas.
DE PANTALLA Dustin Lee Honken fue el tercer ejecutado este mes de julio. En el 2005 había asesinado a cinco personas.
 ?? ARCHIVO POLICIAL ?? Keith Dwayne Nelson, condenado a muerte por el cruento crimen de una niña de 10 años, será ejecutado el próximo 28 de agosto.
ARCHIVO POLICIAL Keith Dwayne Nelson, condenado a muerte por el cruento crimen de una niña de 10 años, será ejecutado el próximo 28 de agosto.

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